Odio con todas las fuerzas de mi corazón al régimen castrista y algún día se podrá hacer -en una Cuba libre- una verdadera enciclopedia de los miles y miles de crímenes, fusilamientos, llevados a cabo por la más feroz tiranía que ha azotado nuestro continente.
Algunas masacres como la del «Remolcador 13 de Marzo», y la del «Río Canímar», que fueron públicas y notorias, pero muchísimas más que han sido perpetradas y no han salido a la luz porque los hechos han ocurrido en zonas apartadas e inhóspitas, de las cuales no se habla ni se escribe y por lo tanto son desconocidas por la mayoría de los cubanos y por el resto de la humanidad.
Como por ejemplo: El baño de sangre de Cojímar, donde no solamente fueron masacrados tres inocentes jóvenes que sólo intentaban escapar del infierno comunista, sino que los pobladores de Cojímar valientemente se lanzaron a las calles para combatir cuerpo a cuerpo con los esbirros locales y con los asquerosos miembros de las Tropas Especiales del Minint.
Esta matanza solo representa una sangrienta página negra dentro de las millones de atrocidades cometidas por los engendros del mal, los diabólicos Castro, sus esbirros y criminales natos.
Tres jóvenes menores de edad murieron ametrallados -Loamis González, Alfredo Caballín y Mario Horta – y varios resultaron heridos, durante la operación de captura de una lancha que entró a Cuba con la finalidad de sacar de la Isla a sus seres queridos y familiares que estaban retenidos por el régimen.
Ocurrió en el pueblo de pescadores de Cojímar, situado a pocos kilómetros de La Habana, y testigos presenciales informaron que se produjo un enfrentamiento entre efectivos de la policía y habitantes de la localidad.
Las mismas fuentes indicaron que a las doce de la noche tres camiones de tropas especiales arribaron a cojimar tratando de aplacar a la población que enardecida gritaba a todo pulmón «¡Fidel, asesino!»
Los malvados genocidas del Ministerio del Interior emitieron un comunicado en el que informaban que “interceptaron la lancha Midnight Spress, cuando llegaba a Cojímar con el propósito de recoger y trasladar a Estados Unidos a un grupo de cubanos que esperaban en la costa».
Como consecuencia de los disparos efectuados en la operación de captura recibieron heridas varias personas, y repito, tres de las cuales fallecieron por ese motivo».
Tras el enorme crimen inicial, valientes patriotas en «Claro de Luna» muy cerca del malecón, gritaban consignas en contra de la revolución y de sus dirigentes, al principio solo peleaban los policías contra el enardecido pueblo, quienes recibian golpes y pedradas y pidieron refuerzos del Minint.
Como siempre el periódico Granma publicó una mentirosa nota diciendo que «unos delincuentes tratando de salir de Cuba disparaban desde una lancha provocando la muerte de varios jóvenes cubanos»… Ese diario fue recogido y desapareció por órdenes del Minint, porque Fidel Castro -quien se encontraba en el extranjero- quizo tirarle una manta de silencio a los acontecimientos.
Cuando escribo estas líneas pienso en los pacifistas y cobardes cubanos que pregonan el «borrón y cuenta nueva» y a contrapelo de eso hoy deseo asegurarles a los cubanos en general que un día habrá que hacer justicia y que paguen los que han esclavizado y masacrado a una nación.
Reciban mi admiración los patriotas y valientes ciudadanos de Cojimar que no permitieron que este crimen se haya cometido en silencio. ¡En paz descansen nuestros muertos!.
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