La Marina Barlovento, robada a los cubanos para el disfrute de los extranjeros

Written by Alvaro J. Alvarez

21 de marzo de 2023

Muy poco se ha divulgado sobre la tradición náutica cubana, a pesar de que se remonta a la época colonial. 

La primera regata de veleros en Cuba se realizó en 1887, por iniciativa del Club Náutico de La Habana. En la década del 30, un astillero que construía una gran variedad de embarcaciones prosperaba a orillas del Río Almendares. A fines de la década de 1940, la prensa cubana publicaba sus Historias Marineras y Cuba albergaba en ese momento cientos de yates y embarcaciones de pesca recreativa.

MANGLARES POR UNA MARINA

Los terrenos bajos y manglares de la Finca Jaimanitas, servía de refugio a los patos migratorios de la Florida que acudían a ella durante el invierno, así como a las yaguasas residentes convirtiendo la zona en un Coto de Caza.

Esas tierras pertenecían al ingeniero civil, Julio Lecuona Caballol y a su cuñado el ingeniero civil, César Castellá Caballol (casado con su hermana Isabel Lecuona Caballol), presidente y vicepresidente de Castellá y Lecuona. 

Fulgencio Batista se casó con Elisa Godínez (1904-1993) en 1933 y tuvieron 3 hijos: Rubén, Mirta y Elisa. La Sra. Godínez fue su primera dama en su gobierno de 1940 a 1944. 

Batista creó la Compañía de Inmuebles S.A. y la testó en secreto a favor de sus hijos y su apoderado fue Cristóbal Díaz González (1894-1960) un arquitecto e ingeniero civil quien en 1953 construyó el Reparto Casino Deportivo.

El 12 de enero de 1955, en el Decreto Presidencial No. 49 firmado por Fulgencio Batista, se autorizaba a la Compañía Playas del Golfo S.A. llevar a cabo obras de construcción y desecación, así como rellenar esas tierras de manglares para ganarle al mar, esos terrenos.

Recordemos esas tierras eran de Lecuona y Castellá que tenían sus oficinas en la Calle 23 #177 en el Vedado, pero aparentemente no podían construir sin el permiso previo.

Aquí fue donde entró el presidente Batista, porque como en otros muchos negocios más exigía un por ciento determinado, para aprobar la concesión.

La Compañía Fomento de Bauta S.A. era una filial de la Compañía Playas del Golfo, donde Fulgencio Batista, poseía el 50% del capital, en sociedad, a partes iguales, con los ingenieros Julio Lecuona y César Castellá.

Las acciones de Batista se guardaban en la caja de seguridad del Trust Company of Cuba, a nombre de Andrés Domingo Morales del Castillo y Manuel Pérez Benitoa.

Además, se le regalaron a Andrés Domingo seis parcelas y les vendieron otras a muy bajo precio a Julio Iglesias de la Torre (presidente de Shell, dueño de constructoras y accionista de Aerovías Q, entre algunas), al cuñado de Batista el General Roberto Fernández Miranda, a Santiago Rey Pernas, a Amadeo López Castro y al General Hernando Hernández.

Esto me recuerda, al segundo 

presidente de Cuba y líder del Partido Liberal, el General José Miguel Gómez, que dijo hablando sobre sí mismo: “Tiburón se baña, pero salpica”. Y se le quedó para siempre el apodo de Tiburón.

¡Ah! pero todos los de la nomenclatura castrista, desde 1959 hasta hoy, también son Tiburones.

La firma invirtió de su capital alrededor de $1 millón y proyectaba vender las parcelas valoradas en total en $10 millones. 

RESIDENCIAL BARLOVENTO

El 24 de enero de 1956, La Financiera Nacional de Cuba le concedió un préstamo de cuatro millones de pesos a pagar en quince años y con un interés anual del 6.5% y una comisión del 1.5%, para la construcción del proyecto: Reparto Residencial Barlovento, situada en la calle 248 y la Quinta Avenida o sea entre la desembocadura del Río Jaimanitas y el pueblo de Santa Fé.

El proyecto de urbanización 

constaba de una marina-motel de 50 habitaciones dobles, club de yates de pesca y un hotel. El 12 de agosto de 1957, solicitaron un financiamiento al BANDES por $7 millones para la construcción del Hotel.

El Hotel iba ser construido por la Hotelera del Oeste S.A. cuyo presidente era Manuel Santeiro Rodríguez, casado con María Antonia y que representaba los intereses de su suegro Manuel Aspuru San Pedro (nacido-1892) rico hacendado y empresario, dueño de los centrales Toledo en Marianao, Fajardo en San Antonio de los Baños y Providencia en Güines.

El arquitecto era Serafín Leal Otaño. La mitad del costo del hotel, estimado en $20 millones, fue aportado por un grupo de inversionistas norteamericanos.

El 23 de abril de 1958 se constituyó Hotelera del Oeste. En mayo de 1958, destinó $1,500,000 para la compra de varios lotes de terreno en el Residencial Barlovento para la construcción de un hotel de 656 habitaciones que contaría con embarcadero para yates y campo de golf.

El 21 de agosto de 1958 el BANDES le otorgó un financiamiento ascendente a $9 millones.

El hotel destinado como un “Resort” para el turismo de mayor poder adquisitivo, que luego de terminado iba ser arrendado a la empresa estadounidense Hoteles Monte Carlo S.A. que se creó en La Habana el 15 de agosto de 1957 quien tendría la opción de compra, válida por 5 años. El cantante Frank Sinatra (1915-1998) condueño del Hotel Sands en Las Vegas era el vicepresidente de la Junta Directiva y William Miller, dueño del Hotel Sahara era su presidente.

Los artistas, Donald O’Connor y Tony Martin, condueño del Hotel Flamingo de Las Vegas eran dos de los seis directores. 

Sinatra se había comprometido a efectuar campañas de publicidad en EE.UU. a favor de Fulgencio Batista, mientras él en persona, utilizando veinte artistas de primera línea televisaría semanalmente un programa desde el hotel hacia EE.UU.

Originalmente este grupo norteamericano se había acercado a Playas del Golfo S. A. para que fueran ellos lo que lo construyera, en un principio ellos accedieron, pero después declinaron debido a la falta de financiamiento.

El Hotel Monte Carlo de dieciséis pisos y 656 habitaciones, con su muelle para los yates y un campo de golf, el cual no se construyó y todos ustedes saben por qué.

Una vez finalizado el proyecto, habría cuatro canales de unos 500 metros de largo con casas a ambos lados y muelles para amarrar sus yates. 

Barlovento era la principal instalación náutica de Cuba.

ZONAS EN EL ÁREA BARLOVENTO

Grupo A.-Zona Residencial. Aproximadamente 340,000 varas cuadradas (238,000 m²) con frente a calles y canales, destinados a residencias con acceso a las casas construidas en estos terrenos, las calles por el frente y a los canales por el fondo.

Grupo B.-Zona de Grandes Construcciones. Aproximadamente 180,000 varas cuadradas (126,000 m²) que se destinarían a hoteles, clubes, moteles y otros establecimientos similares.

Grupo C.-Zona Comercial 

terrestre. Aproximadamente 24,000 varas cuadradas (17,000 m²), con frente a la 5ta Avenida.

Grupo D.-Zona Comercial Marítima. Aproximadamente 54,000 varas cuadradas (38,000 m²), en la Isla.

La comercialización del Residencial Barlovento una vez dividido funcionalmente en los grupos antes mencionados, comenzó la venta de parcelas o lotes de parcelas, llegando a construirse un pequeño grupo de casas y la estructura del edificio principal del hotel planificado en el terreno a convertirse en el Gran Hotel Montecarlo.

Con esta construcción se abría la edificación del grupo de parcelas destinada a grandes edificios en los terrenos colindantes con el mar, para lo cual el muro delimitador interior hacia el Canal número uno quedó sin construir para asimilar una serie de atracaderos vinculados a estos edificios.

CONSTRUCCIÓN DE LOS CANALES

En la construcción de los canales se emplearon las dos dragas (excavadoras de arrastre) más potentes de Cuba, La Cartagena y la Siguanea, aunque se tuvo que emplear dinamita para destruir algunos suelos muy rocosos.

El residencial Barlovento quedó entonces conformado por unos 600,000 m² ganados al mar mediante la profundización de cuatro canales de navegación y el relleno de cinco Inter-canales, limitados por muros de contención. Una Isla al final del área de terreno que limitaba al mar 

seccionados en lotes y divididos en más de 700 parcelas, con cuatro canales de 500 metros de largo por 30 metros de ancho y entre 4.5 y 6 metros de profundidad.

El 27 de enero de 1959, La Financiera Nacional de Cuba que ya había sido robada por Fidel Castro, intervinieron a la Compañía Playas del Golfo S.A. 

En ese momento existían en el 

residencial Barlovento las siguientes instalaciones:

• Quince casas fabricadas por particulares.

• El Hotel en construcción.

• Club de Yachting y el Hangar en el extremo del Inter-canal B.

• Cafetería con un pequeño parque.

Dentro del complejo, las quince casas de estilo moderno de Villa Paraíso, diseñadas a finales de 1958 por la firma de arquitectos Arroyo y Menéndez, de los esposos Nicolás Arroyo Márquez (1917-2008) y Gabriela Menéndez García Beltrán, son las que muestran mayor grado de abandono.

Fidel Castro heredó el odio a los cubanos de su padre Ángel Castro Argiz (1875-1956), un soldado de Valeriano Weyler, además su madre siendo la sirvienta de la casa tuvo siete hijos ilegítimos, porque se vino a casar en 1943, con su amante gallego.

Fidel desde muy niño fue víctima de burlas (bullying) por llamarse Fidel Casiano Hipólito, por bastardo y por no estar bautizado (luego en forma apurada lo bautizaron el 19/enero/1935, su padrino sustituto el cónsul de Haití) aunque su padre logró, quizás por influencia o por dinero que estudiara en 1934, en el Colegio La Salle, primeramente y luego en 1938 en el jesuita Dolores, ambos en Santiago de Cuba.

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