Julio “Monchy” de Arcos (1922-1966) fue un Ejecutivo y Scout cubano. Estuvo asociado con las Ligas Mayores desde 1941, cuando los Dodgers de Brooklyn entrenaban en La Habana y gracias a su amistad con Leo E. Durocher (1905-1991), entonces mánager de Brooklyn fue intérprete y cargabates (batboy) de los Dodgers.
En 1944, de Arcos se convirtió en propietario minoritario de los Alacranes del Almendares, uno de los 4 clubes de la Liga de Béisbol Profesional de Cuba.
A partir de ese año, el Almendares fue dirigido por una Junta Directiva, compuesta por: ing. Mario Mendoza Freyre de Andrade, Presidente; Dr. Julio Sanguily, Tesorero; Dr. Juan Portela, Secretario; con 9 vocales Luis Aizcorbe, José Gómez Mena, Raúl Perera, Indalecio y Julio Pertierra, Generoso Castro, Eugenio Sardiña, Martín Menocal y Monchy de Arcos.
En 1952, pasó a ser gerente general de Almendares. Por esa época, también comenzó a cumplir una doble función como cazatalentos (Scout), primero para los Piratas de Pittsburgh y luego para los Indios de Cleveland. Puso a varios compatriotas cubanos en el camino a las mayores, entre ellos: Román Mejías, Miguel de la Hoz, Gabriel Antonio “Tony” Martínez, Paulino “Paul” Casanova, Jacinto “Jackie” Hernández y Luis C. Tiant.
Como muchos otros visionarios, Monchy se fue de Cuba en 1960, al comienzo de la destrucción de Cuba por Fidel Castro, pudiendo continuar su trabajo de Scout para Cleveland hasta su prematura muerte en un accidente automovilístico a la edad de 43 años.
Monchy nació en La Habana el 14 de diciembre de 1922. Su nombre al ser bautizado, Ramón Antonio Juan Suero y Álvarez de Arcos.
Su padre Ramón Suero Bernal (1895-1939) y su madre Elena Guillermina Álvarez de Arcos, se habían casado el 9 de marzo de 1922. Su nombre fue modificado por un Decreto del 3 de diciembre, 1940 en la Gaceta Oficial, algo poco usual en esa época, el Papa había anulado el matrimonio de Ramón y Elena, desde entonces se llamó oficialmente Julio Antonio de Arcos Romero (apellidos maternos), pero conocido por todos como, Monchy de Arcos.
Su abuelo paterno Ramón Suero Toyos (Asturias 1859-Nueva York 1915) era propietario de Suero y Compañía, una importante empresa que comerciaba principalmente, arroz, café y tasajo. Murió en un accidente de autos en EEUU en 1915. Su abuela paterna Ana María Bernal Núñez nació en Candelaria, Pinar del Río en 1871 y murió en 1951.
Su abuelo materno, Julio Álvarez de Arcos y San Bartolomé (1884-1960), su abuela materna Inés Emilia Romero Ochotorena (1887-1983).
Según he podido ver en los apuntes del genealogista cubano Enrique Hurtado de Mendoza el padre de Monchy, Ramón Suero Bernal estaba emparentado con Alejandro Suero Balbín (1847-1930) quien fue Alcalde de Ciego de Ávila en 1885, luego señalado por José Martí en su cuaderno de notas como un simpatizante de la causa mambisa. Al regresar del exilio forzado por Weyler, se residenció en Cienfuegos y su bisnieto, el brigadista # 2546 Alejandro del Valle Martí (1938-1961) fue el Jefe del Batallón #1, formado por 177 paracaidistas y luego de escapar junto a otros 21, fue uno de los 10 que murieron de sed, en el bote Celia, tratando de llegar a Nuevo Orleans.
Según parece, Monchy estudió en algún tiempo en EE.UU y por eso dominaba el inglés.
En 1936 y en 1937, los Cardenales de San Luis visitaron La Habana como parte de su entrenamiento primaveral, Monchy de Arcos, tenía unos 14 años y se hizo amigo de Leo Durocher (1905-1991), el campocorto de los Cardenales. Laraine Day, la actriz que estuvo casada con Durocher de 1947 a 1960, cuenta en su libro de 1952, Day with the Giants: “Monchy era un gran fanático de Durocher y le pidió un autógrafo a Leo, por supuesto, él se lo dio y cuando regresó al hotel esa noche, encontró su habitación llena de rosas. De un gesto como ese, era apropiado que surgiera una cálida amistad”.
En la primavera de 1941, los Dodgers llegaron a Cuba. Durocher había estado dirigiendo ese equipo desde 1939 y su asociación amistosa con de Arcos resultó en deberes oficiales con el Club para el joven cubano. Hay una foto donde Monchy de Arcos, en uniforme, enseñándole a Charlie Gilbert, Johnny Hudson y Pee Wee Reese frases básicas en español escritas en una pizarra. Aparentemente, de Arcos también era un jugador activo en la tercera base.
En el Estadio de La Tropical en 1941, vinieron al concluir el entrenamiento y a efectuar los primeros juegos los Medias Rojas de Boston, los Rojos de Cincinnatti, los Gigantes de Nueva York, los Senadores de Washington, los Dodgers de Brooklin y los Cardenales de San Luis. Todos, de una u otra forma, estaban relacionados con personalidades cubanas de negocios, que tenían lazos estrechos con el béisbol, por ejemplo, los Gigantes de Nueva York con algunos millonarios del Vedado Tennis Club y los Cardenales con Mike González.
Durante ese viaje los Dodgers estaban jugando contra una selección de estrellas cubanas y en la última entrada, el árbitro de home, Amado Maestri cantó una jugada que hizo salir del banco como una flecha, al manager de Brooklyn, Leo Durocher. Historia contada por Monchy porque sirvió como traductor de Durocher y luego describía la discusión y los empujones que ambos se daban. Hubo fuertes palabras del manager como: “sucio hijo de p…”, que él tuvo que traducir.
Esa noche, llegó la noticia al gerente general de los Dodgers, Larry MacPhail, de que al entonces presidente Fulgencio Batista le había encantado lo que él pensaba que era un espectáculo y quería que Durocher lo hiciera de nuevo al día siguiente. Cuando se lo dijeron a Durocher este respondió: “díganle a Batista que le prometo un show mayor si me prometes un funeral militar”. ¡Pero de Arcos convenció a su amigo de que no era aconsejable!
De Arcos asistió a la Universidad de La Habana donde se graduó en 1943, esto explica las referencias ocasionales a él en la prensa como Dr. de Arcos. Era socio del Bufete Arcos, en la calle Reina #410, propiedad de su familia materna, al que pertenecía su madre y Manuel Villalón Grosso.
Su madre Elena se graduó de Derecho en 1938 y de Derecho Diplomático en 1940.
En 1952, Leo Durocher fue quien le sugirió a Mendoza y Sanguily, dueños del Club, al entonces joven abogado Monchy de Arcos, para ser el Administrador del Almendares.
Monchy de Arcos era socio del prestigioso y poderoso Vedado Tennis Club (VTC) al igual que Bobby Maduro (1916-1986) quien en 1938 era el jardinero derecho en el equipo Los Marqueses del VTC. En 1951, Julio Carrillo era el torpedero y Monchy en el jardín central cuando el VTC participó en la Unión Atlética, una Liga Amateur muy respetada y competitiva.
El 13 de abril de 1947, de Arcos se casó con Cristina López-Silvero y Morales (1924-2014), procedía también de una familia acomodada, su padre Enrique López-Silvero y Oña (Sagua la Grande 1883-1952), su madre Estela María de las Mercedes Morales y Pedroso (1884-1935).
Por su padre eran dueños del Central Santa Lutgarda, en Mata a 32 km al Sureste de Sagua la Grande (entre Cifuentes y Encrucijada). Su madre estaba relacionada con la importante firma de arquitectos e ingenieros Morales y Compañía, proyectistas de las iglesias San Agustín, Santa Rita, Corpus Christi y Nuestra Señora de Fátima (en Varadero). Escuela de Filosofía y Letras, Banco Pedroso, Hospital Curie, Clínica Miramar, Hospital Mercedes, entre algunos.
Cristina fue elegida Miss Victoria del Habana Yacht Club en 1943.
Durante el verano de 1954, de Arcos se desempeñó como vocero de la Federación del Caribe mientras las Ligas Invernales Latinoamericanas negociaban con el comisionado Ford Frick. ¿Cuántos jugadores estadounidenses podían incluirse en las listas de sus clubes? En el invierno de 1953-54, el límite era 5, 3 regulares y 2 novatos (jugadores con menos de 45 días en las Ligas Mayores). De Arcos buscó una modificación de esa regla con el interés de disminuir la presión financiera sobre los clubes latinoamericanos. Esa solicitud fue concedida y en las reuniones con Frick se negociaron una variedad de otras condiciones.
Alrededor de la época en que Monchy de Arcos se unió a los Indios, había notado por primera vez el talento de un joven jugador de cuadro llamado Miguelito de la Hoz, que jugaba para el equipo amateur patrocinado por el Liceo de Güines, a unas 30 millas al sureste de La Habana.
Después del juego contra Artemisa en el Estadio del Cerro, cuando Miguelito salió del cuarto de vestir (club house), allí estaba esperándolo de Arcos para firmarlo, pero Miguel, como era muy joven prefirió que hablara con su padre. El domingo 29 de septiembre de 1957, Monchy y su esposa Cristina llegaron como a las 4 de la tarde a su casa en el Central Gómez Mena, a 3 km. del pueblo de San Nicolás de Bari y cuando entró dijo en alta voz: ¡aquí traigo un contrato que no pueden ignorar! Según me contó el mismo Miguelito, el contrato era por $400 mensuales y acompañado con un bono por firmar de $10,000.
Por supuesto, a pesar de ser simpatizante del Club Habana, Miguelito no podía dejar pasar esa tremenda oportunidad, firmó y al otro día, se fue para La Habana para depositar el cheque en un banco que estaba en Carlos III e Infanta.
Así comenzó en la temporada de invierno de 1957-1958 con el Almendares, con 19 años.
De Arcos fue “un gran ser humano, muy generoso”, dijo José Campos “Chamby” un respetado y conocido comentarista deportivo en La Poderosa 670 AM y en LIBRE.
Leopoldo “Leo” Posada (primo de Jorge Posada) le contó al autor Lou Hernández en una entrevista para el libro Memories of Winter Ball. En 1958, Posada estaba teniendo un buen año en EE.UU cuando se rompió el tobillo. Regresó a Cuba y de Arcos fue a verlo a su casa. Posada dijo: “De Arcos me dijo que no me preocupara y me trajo un contrato del Almendares para firmar, con la garantía de que el equipo me ayudaría a rehabilitar mi tobillo para que pudiera continuar con mi carrera en el beisbol. Monchy de Arcos fue genial para mí. Me puso en contacto con alguien a quien le debo mucho, un entrenador llamado Dr. Raudol Ruiz, pude recuperarme completamente y volver al deporte gracias a él”.
Según me contó Miguelito de la Hoz, Monchy de Arcos tuvo la genial idea de contratar al Dr. Raudol Ruiz Aguilera (1927-1990) entrenador de la campeona cubana en campo y pista, Bertha Díaz (1936-2019) cuatro veces ganadora del Oro en competencias internacionales.
Algo inusual, Monchy puso a Raudol Ruiz para mejorar la velocidad de sus jugadores. Miguelito está totalmente seguro de que Raudol también logró ayudarlo a correr más rápido.
Cabe señalar que de Arcos no estaba actuando en nombre de los Indios de Cleveland cuando ayudó a Posada. El jardinero estaba entonces bajo contrato con los Atléticos de Kansas City, para quienes finalmente jugó en partes de tres temporadas de 1960 a 1962. Pero como señaló Posada, “Arturo Bengochea, Miguel Ángel González (con Habana), Bobby Maduro, copropietario de Cienfuegos y Monchy de Arcos (Almendares), eran todos hombres de gran carácter”.
Una historia similar se refiere a Bob Allison, quien jugó en 1958 para Chattanooga en la Asociación del Sur. Allison se acercó a José Padilla, un cubano que jugaba para Nashville en la misma Liga y le preguntó si podía comunicarse con de Arcos porque quería jugar en Cuba. Padilla lo hizo, poco después Allison recibió una llamada de Monchy de Arcos para jugar en el Almendares. Padilla también llamó a de Arcos “una buena persona, siempre servicial”.
Almendares ganó su tercer título de la Liga Cubana en la temporada 1958-59. Luego fueron representando a Cuba en la XI Serie del Caribe y ganaron la Serie, con marca de 5-1.
Según me contó Tany Pérez, Monchy lo llevó junto con otros tres a una prueba abierta con el Almendares en noviembre de 1958. Tany disfrutó mucho aquellos días en el Estadio del Cerro, conversando con Willy Miranda y Tony Taylor. Pero como el problema político se estaba agravando, con la voladura de los puentes por los rebeldes castristas, Monchy decidió que regresara al Central Violeta y le compró el pasaje en Santiago- Habana.
En el libro de Colin Gunderson de 2015, Tommy Lasorda: My Way, Lasorda recordó: “Cuando llegó Castro, la gente estaba celebrando porque pensaban que sería bueno para el país y yo también. El gerente general, Monchy de Arcos me dijo que Castro no era un buen hombre, que era comunista, yo creía era un salvador para el país, luego descubrí: yo estaba equivocado”.
La temporada siguiente, el campocorto matancero Antonio “Tony” Martínez (Perico 1940-1991) se convirtió en otro prospecto cubano que siguió el mismo camino que de la Hoz. Empezó en el Almendares en el invierno de 1959-60, la primavera siguiente, se unió a un Club de las Menores de los Indios y jugó parte de las 4 temporadas,1963-1966 con los Indios de Cleveland.
También a fines de la década de 1950, otro par de prospectos llamaron la atención de Arcos. Jacinto “Jackie” Hernández Zulueta (1940-2019) originalmente un receptor, fue visto por primera vez por el cazatalentos cubano Miguel Asso en un terreno en Perico, Matanzas. Asso lo recomendó a Monchy y poco después, Hernández fue invitado a una prueba abierta. Jugó como torpedero y tercera base en los Angelinos en 1965, con Minesota en 1967, Kansas City en 1969 y con Pitsburgh en 1971 a 1973.
También estuvo presente en esa prueba otro receptor de Perico, Paulino Ortiz Casanova (1941-2017) ”Paul”, quien siendo un niño estaba tan decidido a jugar que cortó un árbol para hacer su propio bate, fabricó una careta con alambre e hizo su propio guante. Fue fichado por el Almendares y en el último juego celebrado el 8 de febrero de 1961, estaba esperando turno al bate, como emergente, cuando Enrique Izquierdo bateó un roletazo por segunda para el tercer out del 9º inning, se acabó el juego y el béisbol profesional en Cuba. Luego jugó para los Senadores de Washington y los Bravos de Atlanta. Su carrera duró de 1963 a 1976. Ambos firmaron con el Almendares y posteriormente con los Indios. La carrera profesional de Casanova comenzó en 1960 y la de Hernández en 1961.
Desde el mismo 1959 los jugadores cubanos enfrentaron peligro. En 2016, Leo Posada reveló su propio drama personal. Recordó cómo durante la temporada cubana de 1960-61 (el último de la liga profesional) conectó cuadrangular ante Luis Tiant (quien resultó ser el Novato del Año). La próxima vez que se enfrentaron, Tiant le dio un pelotazo que le dañó las costillas. Al otro día, era domingo, Posada no pudo jugar. El lunes no hubo juego, el martes y el miércoles tenía tanto dolor que tampoco pudo jugar. El jueves, de Arcos le dijo a Posada que había escuchado a los soldados barbudos decir que Posada no jugaba porque era un contrarrevolucionario como su tío, que había sido ejecutado en esos días durante una insurrección fallida contra Castro, de Arcos también los escuchó decir, si Posada no jugaba esa noche, lo podían encarcelar.
Preocupado, Posada salió del Club house y le pidió al entrenador que trajera el vendaje más grande que pudiera encontrar y que lo envolviera alrededor de su abdomen lo más ajustado posible. Luego fue a ver a su mánager, Sungo Carrera, y le dijo que ese día iba a jugar. Carrera dijo: “¿Estás loco?”. Posada respondió: “No, pero ponme” y jugó. Posada no iba a poner en peligro su vida, o al menos su carrera.
En medio de las circunstancias, los jugadores que permanecieron en la Isla también formaron planes para irse. De Arcos ayudó a muchos y sus familias un ejemplo típico fue el de Miguel de la Hoz. Tras finalizar la temporada invernal 1960-61, de Arcos ayudó a Miguelito a obtener una Visa de Turista, válida por 5 años para sus padres para que pudieran ir a los EE.UU y verlo jugar.
En ese momento, hubo un arreglo entre las Ligas Mayores de beisbol y México para permitir que los cubanos jugaran en territorio azteca, pero en realidad era una forma de obtener una Visa para luego ingresar a los EE.UU. Monchy de Arcos era la única persona que sabía cuándo saldrían de la Isla los cubanos y estaba a cargo de avisarles.
El último partido de béisbol profesional en Cuba se jugó el 8 de febrero de 1961.
La Liga Cubana planeaba abrir su temporada el 20 de octubre de 1961. Sin embargo, un mes antes de esa fecha, de Arcos anunció que Almendares se retiraba de la Liga y “permanecería fuera mientras Fidel Castro estuviera en el poder”. Muchos jugadores cubanos tampoco querían regresar. Esto significó el fin de la Liga Profesional de Béisbol Cubano.
El régimen de Castro había confiscado la propiedad de la familia de Arcos, que incluía una finca. En 1960, a la edad de 12 años, su hijo Julio E. vino a los EE.UU para asistir a un campamento en New Hampshire, pero se quedó en Florida, como había sido planeado por la familia de Arcos que vivían en la Avenida 21 #14604 en Marianao.
Cristina salió definitivamente de Cuba en 1960. Mientras tanto, como muestran los registros de viajes, Monchy vino a los EE.UU. desde La Habana varias veces en 1960 y hasta el 3 de marzo de 1961. La investigación también ha indicado que viajó por México y llegó a los EE.UU en 1962. Los viajes anteriores estaban relacionados en parte con sus responsabilidades con el equipo de Cleveland.
De Arcos y su familia, como tantos de sus compatriotas, establecieron su residencia permanente en Miami. El último de sus cuatro hijos, Eduardo, nació aquí en 1963. Se unió a los hermanos Julio E.(1948-2019), Jorge (Yoyi, 1949-2016) y Enrique (Henry-1958).
De Arcos se llamó a sí mismo “un explorador sin territorio” y esperaba que los Indios lo sacaran de su personal, pero el vicepresidente Walter “Hoot” Evers (1921-1991) lo mantuvo para cubrir Florida y lo usó para asignaciones especiales.
Una de esas asignaciones fue realmente especial. En sus memorias, Hijo de La Habana (2019) Luis Tiant contó la historia de cómo llegó a jugar beisbol en EE.UU. Había comenzado su carrera profesional en México y en julio de 1961 fue incluido en el equipo All-Stars de la Liga Mexicana, por segundo año consecutivo. Esto significó jugar en los Juegos de Estrellas de la Asociación Panamericana, que enfrentó a los mejores talentos de la Liga contra los mejores de la Liga de Texas, primero en la Ciudad de México y luego en San Antonio, Texas.
Según el obituario de Sporting News sobre Monchy de Arcos, el venezolano Víctor José Davalillo Romero, conocido como Vic, (Cabimas, Edo. Zulia) y hermano menor de Pompeyo, fue otro de sus descubrimientos. Los registros del Comité de Scouts de SABR dan a de Arcos el crédito compartido por la firma junto con Bobby Maduro y Charlie Metro.
También se puede suponer que de Arcos participó en la incorporación del jardinero venezolano pequeño y nervudo a la organización de los Indios en 1962.
El 8 de julio de 1960, surgió el Jersey City Jerseys, un equipo de AAA en la Liga Internacional, perteneciente a los Rojos de Cincinnati que había sido trasplantado de La Habana (en 1946 era el Havana Cubans luego Havana Sugar Kings). El equipo contó con muchos jugadores cubanos y latinoamericanos, incluidos Leo Cárdenas, Mike Cuellar, Vic Davalillo, Julián Javier y Cookie Rojas. Sin embargo, las camisetas durarían solo una temporada más (1961) antes de retirarse debido a la poca asistencia. Luego, la franquicia se vendió a los Indios de Cleveland, quienes la trasladaron a Jacksonville y se convirtieron en los Suns de Jacksonville, hasta 1968.
De Arcos volvió a ser noticia en 1962 cuando un cubano de 17 años llamado Manuel Enrique Hernández Gazmuri apareció en los titulares. Hernández era un lanzador zurdo matancero que había jugado con Los Occidentales en 1961. Según el informe de AP del 14 de agosto, de Arcos había visto a Hernández antes y lo invitó a EE.UU para una prueba. Los castristas sospechaban que el joven planeaba desertar. A pesar de estar bajo vigilancia, Hernández escapó junto con otros cuatro en un bote de remos de 16 pies impulsado por un pequeño motor.
Después de un peligroso viaje de 16 horas, llegaron a Cayo Maratón. Enseguida se comunicó con Monchy de Arcos quien se ocupó de la burocracia, le compró algo de ropa y voló a Cleveland con él. Allí conocieron al GM indio Gabe Paul, con de Arcos como traductor, se pudo firmar el contrato. Fue asignado a Charleston en la Liga del Este (Clase A).
Manuel Gazmuri, hizo un debut el 22 de agosto de 1962, conectando un jonrón en su primer turno al bate y permitiendo solo una carrera sucia en tres entradas. Sin embargo, resultó que jugó principalmente en la primera base durante sus tres temporadas completas. en las menores (1963-65). Nunca avanzó más allá de Clase A, a pesar de mostrar algo de poder.
El Comité de Scouts de SABR también incluye a Monchy de Arcos en la contratación de otros cinco grandes ligas por parte de Cleveland: Ramón López (Cuba, 1958); Paul Dicken (Manatee Junior College, Florida, 1963); Vicente Romo (Méjico, 1964); Oscar Zamora (Miami Dade College, firmado por los Indios antes del Draft de 1965); Vic Albury (Escuela Secundaria de Key West, seleccionado por Cleveland en 1965), Albury finalmente llegó a las mayores como lanzador, pero fue reclutado como primera base. En un giro curioso, durante su primera temporada profesional, compartió tiempo con Manuel Hernández Gazmuri.
Varios de los peloteros firmados por Monchy, empezaron jugando en Minot, en North Dakota.
En octubre de 1965, se citó a de Arcos diciendo: “los jugadores latinos no requerían un manejo especial, pero todas las nacionalidades son diferentes. Algunos de nosotros respondemos mejor a una palmadita en la espalda que a una patada en los pantalones, pero no porque seamos latinos”.
El 7 de noviembre de 1961, Monchy presentó su documento oficial de Declaración de Intención, la ciudadanía americana le fue concedida el 18 de marzo de 1966.
El 4 de abril de 1966, de Arcos tenía que estar en un juego en Tampa, pero el juego se suspendió por lluvia, Monchy iba solo en su auto por la carretera 27 cerca de la ciudad de South Bay (Condado de Palm Beach) al Sur del lago Okeechobee, cuando un camión que viajaba en dirección contraria patinó y chocó contra él, muriendo instantáneamente. Fue enterrado en el cementerio Our Lady of Mercy en Miami.
Días antes, Monchy, muy amigo de Ron Fraser el entrenador de los Huracanes de UM, había logrado a través de él, conseguirle una beca para poder jugar béisbol a Jorge Maduro, el hijo de Bobby Maduro.
Durante su carrera con los Canes de 1967-1969, Jorge fue un fuerte receptor defensivo que jugó en 98 de los 120 juegos de UM durante esos tres años. Ayudó a su equipo para lograr un récord de 81-37-2, bateando .335 y un récord escolar de 13 dobles. Maduro, con los Huracanes logró la victoria número 100 de la carrera del entrenador Ron Fraser y fue una de las razones por las que los Canes lograron ganar por primera vez 30 juegos (en 1969). Después de esta temporada, firmó un contrato con los Yankees de Nueva York, jugando Clase A, AA y AAA hasta 1972.
También en 1967 se fundó en Miami la Liga de Béisbol Masculina Monchy de Arcos. La encabezaba su viejo amigo Arturo Bengochea. La Liga ganó la Serie Mundial de la División Bronco de PONY Baseball ese año. Se disolvió en 1973.
Su esposa Cristina López Oña y Morales había salido de Cuba en 1960 con sus tres hijos Julio, Jorge y Enrique, en 1963 nació en Miami, Eduardo.
Tras la muerte de su esposo, Cristina trabajó incansablemente para cuidar a sus hijos y continuar su educación. El hijo mayor, Julio Enrique (1948-2019) la ayudaba a cuidar a sus tres hermanos menores mientras él y su madre iban a la escuela. Se graduaron de la Universidad de Miami en 1971 y recibieron sus diplomas juntos. Luego ella trabajó como trabajadora social para el Estado de Florida durante más de 25 años. Aunque Cristina tenía muchas obligaciones con su trabajo y su familia, siempre tuvo tiempo para ayudar a los demás ofreciéndose como voluntaria en el Hospital Mercy, Regis House y otras organizaciones benéficas locales.
A pesar de las dificultades que encontró en la vida y los desafíos que tuvo al criar a cuatro hijos (Jorge con necesidades especiales) pudo criar una familia amorosa y exitosa. En 1990, la familia de Cristina fue elegida como La Familia Hispana del Año por la Fundación Bárbara Bush con una recepción en la Casa Blanca.
Cristina falleció el 25 de mayo de 2014 y será recordada por su hermosa sonrisa, entusiasmo por la vida, curiosidad insaciable y su fuerte voluntad para nunca darse por vencida. Ella fue un ejemplo de cómo enfrentar la adversidad y superarla con gracia, esperanza y fe. A Cristina le sobrevivieron sus cuatro hijos, Julio E., Jorge A., Enrique y Eduardo casado con Shannon Lowry. Cinco nietos: Estela, Miguel, Cristina, Edward y Gracie. Sus cinco bisnietos: Connor, Parker, Ryder, Karis y Cooper. Su hijo Jorge A. (Yoyi) falleció en 2016.
Julio E. (1948-2019) se casó con Jessica Rinaldi el 21 de diciembre de 1974. Entre los que contactaron a la feliz pareja estaba Bobby Bragan, quien luego le dio a Julio un pase de por vida para cualquier juego de beisbol y al morir en 2019, el pase fue entregado a su hijo Miguel de Arcos que estudió en la Escuela Cristiana Westminster en Miami desde 1993 hasta 1996.
Julio trabajó desde 1972 hasta 2007 para Bacardí. Falleció el 30 de abril de 2019 y a su funeral en Winter Park, donde vivía desde 2008, fueron peloteros relacionados con su padre Monchy, como Cookie Rojas y Tany Pérez, que viajaron hasta allá, para estar junto a la familia de Arcos, recordando al hijo recién fallecido y a su padre Monchy.
Otra anécdota de este tipo data de 2001, cuando Tom Lasorda fue invitado a hablar ese año en Rollins College en Winter Park, Florida. Indicó que su tarifa por hablar era de $25,000, durante su discurso, Lasorda anunció que donaba su cuota al Colegio a nombre de Julio de Arcos.
En abril de 2022, numerosas personas destacaron qué tipo de persona era Monchy de Arcos.
Miguel de la Hoz lo llamó “inteligente y decente”. “Un hombre decente”, según María de los Ángeles “Betty” Alfonso Bru, la viuda del torpedero Lorenzo “Chico” Fernández (1939-2020), Luis Tiant agregó que de Arcos “siempre hablaba con los jugadores”. Leo Posada secundó eso y añadió “siempre estaba disponible”. Willy Miranda Jr. el hijo de Guillermo Willy Miranda, comentó “era como una familia, nunca se olvidó de sus jugadores.”
Jessica de Arcos coronó todo llamando a su suegro “un hombre de hombres, cuando hablaba, todos escuchaban.”
Un agradecimiento especial a las siguientes personas por contribuir con sus recuerdos e información sobre Monchy de Arcos: Jessica de Arcos, José Campos, Julio Carrillo, Miguel de la Hoz, María de los Ángeles (Betty) Fernández, Jorge Maduro, Willy Miranda Jr., José Padilla, Leo Posada, Luis C. Tiant y Clemente Amézaga.
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