La soprano María Callas, considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX, sufrió una vida no exenta de dramáticos sucesos que la llevaron a aislarse en su casa de París, donde murió a los 53 años. Los episodios de desamor, desavenencias familiares y una prematura obesidad, se vieron aliviados por la felicidad que le proporcionó una acelerada pérdida de peso que, a su voz inigualable, añadió una hermosa imagen. Esta transformación la salpicó con versiones suspicaces e interesadas en torno a las causas que la provocaron.

Por Isabel Martínez Pita 

Inmaculada Zarzo Llobell, nutricionista y dietista, investigadora en la Universidad de Valencia, ha realizado un estudio sobre las dietas de adelgazamiento en el tiempo como parte de su tesis doctoral, junto con José Miguel Soriano del Castillo, catedrático de Nutrición. 

Zarzo explica cómo, en el transcurso de la investigación, se encontraron con la sorprendente disminución de peso que experimentó la soprano María Callas y que causó una gran impresión por la enorme influencia mediática de la que se conoció como la ‘Divina’.

En la investigación, en la que ambos nutricionistas han invertido cinco años, recogieron datos sobre dietas de adelgazamiento desde que éstas se conocen hasta el día de hoy, pero como la investigadora dice, “la de María Callas fue una revolución”.

LA PÉRDIDA DE 30 KILOS EN 18 MESES

La soprano estadounidense, de origen griego, María Callas (Nueva York, 2 de diciembre de 1923- París, Francia, 16 de septiembre de 1977), cuyo centenario de nacimiento se celebrará el próximo diciembre, pesaba a sus 22 años 100 kilos y, aunque a los 30 llegó a pesar 92, fue a los 32 años cuando se produjo su increíble transformación con la pérdida de más de 30 kilos, en el corto espacio de 18 meses. De esta forma Callas apareció en el Teatro de Ópera La Scala de Milán, causando una gran sorpresa entre sus seguidores.

“Callas llegó a pesar 65,300 kilos; teniendo en cuenta que ella era muy alta era mucho el peso perdido y, durante su representación en Milán, el público casi no la identificaba, aunque su inigualable voz se seguía reconociendo”, señala Zarzo.

Pero esta pérdida de peso no tuvo que ver con una dieta, aunque, como indica la investigadora, “durante muchísimos años se creía que ella había ingerido una tenia voluntariamente. La tenia es un parásito que coloniza el intestino y absorbe los nutrientes que ingiere la persona en la que está parasitada, pero además provoca muchos problemas de salud asociados, aunque lo más evidente es la pérdida de peso que, además, sucede de una manera muy rápida y brutal”.

VERSIONES AL AIRE

Este episodio protagonizado por la soprano sirvió para que se fabricaran cápsulas con el parásito de la tenia en su interior, con el propósito de que la gente pudiera adelgazar de una forma rápida y “fácil”, pero, “claro, muy peligrosa”.

También, a través de la prensa, dice la dietista, “una pasta italiana muy conocida se inventó que María Callas había adelgazado tanto por comer su pasta fisiológica, pero esa versión resultaba ser una mentira enorme y la soprano denunció al promotor de la publicidad. El problema era que el dueño de la empresa tenía el respaldo del papa Pío XII porque era su sobrino carnal”.

“Aun así, la soprano y la empresa mantuvieron cuatro años de litigios hasta que, finalmente, Callas ganó el juicio, tuvo que ser indemnizada y quedó claro que la empresa había aprovechado esa circunstancia para vender su producto”.

Todas estas versiones, sobre la ‘cuasi’ milagrosa transfiguración de la soprano, estuvieron circulando hasta que, en 2014, treinta y siete años después de la muerte de Callas, fue su chef habitual la que contó que, tanto la cantante como ella misma, habían ingerido esta bacteria de forma involuntaria y accidentalmente porque la carne cruda era uno de los platos favoritos de Callas y los huevos de la tenia se encontraban allí.

La nutricionista aclara que, la tenia puede vivir en el intestino de muchos animales “de hecho, cuando se ingiere una tenia es porque está parasitando en la carne de un animal que, a su vez, ha comido el parásito. Éstos se destruyen con el calor, pero si la carne está poco hecha o cruda, como en el caso del ‘steak tartar’ (plato hecho con carne cruda) que tanto le gustaba a la diva, se puede ingerir la bacteria”.

La tenia es un huevo que cuando eclosiona se transforma en un gusano que va colonizando todo el intestino, absorbiendo los nutrientes, y puede alojarse allí durante años, sin embargo, según la investigadora, en el caso de la soprano, el único tiempo del que se tiene constancia fue de 18 meses.

UNA MARÍA CALLAS FELIZ POR LA PÉRDIDA DE PESO

En aquella época ya se conocía el tratamiento para eliminar el parásito y la suerte de María Callas fue que tenía un médico particular. Callas pudo eliminar la bacteria bajo una ducha de agua caliente, tras lo que acudió el médico para suministrarle un tratamiento con el que eliminarla completamente, ya que, la tenia, formada por anillos, se descompone en partes y, si uno sólo de estos anillos permanece, la bacteria se puede reproducir con el tiempo.

“María Callas se mostraba feliz ante sus allegados con la pérdida de peso. En aquella época, el canon de belleza era la mujer delgada, aunque así ha sido desde el principio de la historia, y la soprano era mundialmente reconocida, por lo que estar delgada era fundamental. Además, descubrimos que su modisto francés de cabecera la obligaba a perder peso para que cupiera en sus vestidos de talla muy pequeña”.

Según Inmaculada Zarzo, desde 1920 hay constancia del uso de dietas por parte del mundo del espectáculo. “En 1920, en Estados Unidos, había un excedente de pomelo, por lo que decidieron fomentarlo para realizar la que se llamó ‘dieta del pomelo’, por la que no se comía en el día más que pomelo, así se podía ver a cada actor de Hollywood cargando con una mochila llena de esta fruta”.

DIETAS EN EL MUNDO DEL ESPECTÁCULO

“También se sabe, que Marilyn Monroe, así como Elvis Presley, se habían hecho adictos a la dieta de ‘la bella durmiente’, que consistía en tomar somníferos para dormir mucho y no comer”.

Entre las dietas de adelgazamiento más sorprendentes, la nutricionista cita “la ‘dieta del potito’, que mantiene la actriz Jennifer Aniston y que consiste en alimentarse con potitos de bebé, una comida carente de los elementos nutricionales que un adulto necesita y en la que se pierde la capacidad de masticación”.

También la actriz Gwyneth Paltrow tiene sus trucos insalubres y, ella misma, manifiesta Zarzo, “ha reconocido en una entrevista que, para adelgazar, se inyecta suero para no comer ni tener hambre y en el mundo del espectáculo los hay que se llegan a coser una malla en la lengua para comer menos”.

Pero, para los nutricionistas, “todas estas barbaridades son un gran problema porque las hacen personas que son referentes para la población mundial, sobre todo para los adolescentes, que es el grupo que más nos preocupa, porque pueden imitar esas conductas”.

Inmaculada Zarzo concluye que “los dietistas nutricionistas clásicos recomendamos que se puede comer de casi todo y, además, perder peso de una forma saludable, pero hay que saber elegir a un buen profesional cualificado que te guíe en el proceso, tanto en el aspecto de la salud como en el físico”.