El jamón ibérico y el vino tinto, dos componentes estrella de la gastronomía mediterránea, pueden ser grandes aliados para perder los kilos de más acumulados durante la época fría, reforzando la salud del corazón y alegrando el paladar.
“Cuando están juntos en la alimentación, esta comida y esta bebida aumentan su potencial terapéutico, por ejemplo frente a las dolencias cardiovasculares y porque son unos auténticos ‘multivitamínicos reconstituyentes’, que benefician el organismo por diferentes vías”, explica a Efe Rubén Bravo, experto en Nutrición del Instituto Médico Europeo de Obesidad (IMEO).
«La primavera es ideal para incluir estos alimentos en la alimentación diaria o seguir una dieta que los tenga como eje, porque ayudan a ponerse en forma de cara a la playa, y a aliviar la somnolencia, merma de vitalidad y desequilibrio emocional, que sufren algunas personas en esta época», según Bravo.
La dieta del jamón y el vino (DVJ) dura 4 semanas y permite una pérdida aproximada de peso de entre 4 y 6 kilos, dependiendo de la composición corporal, sexo y actividad física de la persona que la siga. Puede descargarse de forma gratuita desde la web del IMEO.
Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, que invitan a usar ropas más ligeras y exponer más partes de nuestro cuerpo y más centímetros de piel, al aire libre, la mayoría queremos lucir una buena silueta.
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