LA BATALLA DEL PONCHE DE LECHE

Written by Alvaro J. Alvarez

2 de junio de 2021

A un costado del Teatro Tacón, en la esquina de Prado y San Rafael, se construyó en 1840 el Hotel Louvre. A su café-restaurante lo nombraron Escauriza, por ser el nombre de su dueño  Juan de Escauriza. Ambos lugares duraron hasta 1856 que se construyó en el mismo lugar, el Hotel Inglaterra con su famoso Café El Louvre.

El Café Escauriza, con techo de cristal en colores, estilo europeo, cautivó desde sus inicios a la juventud habanera, visitarlo era algo obligado, como prueba de ello fue que Mariano y Leonor, los padres de José Martí, se conocieron allí. El público asistente se deleitaba oyendo valses, mazurcas, polcas y las populares contradanzas cubanas.

Durante la temporada de Carnavales y para evitar que compitiera con los bailes del Teatro Tacón, cuyo dueño Francisco Marty (Pancho), le pagaba al Ayuntamiento derechos especiales, al Escauriza lo obligaban cerrar sus puertas a las 11:00 pm. Pero la noche del martes 20 de febrero de 1844, los asistentes, que eran en su mayoría jóvenes cubanos que ya albergaban un sentimiento de emancipación cada vez más fuerte, se negaron a retirarse del salón y de las mesas colocadas en la acera.

El gobernador (capitán general) Leopoldo O’Donnell (1809-1867), conde de Lucena (por burla los cubanos le llamaban, el leopardo de Lucena) ordenó al alcalde don Fernando O’Reilly presentarse y obligar a los parroquianos abandonar el Café. En lugar de armas y bayonetas, sus soldados debieron haber traído paraguas porque además de abuchearlos, uno de los muchachos derramó íntegramente el contenido de una sorbetera de leche y huevos batidos sobre la chistera de don Fernando O’Reilly.

El propio gobernador Leopoldo O’Donnell, al enterarse de lo sucedido, marchó enseguida al lugar con una escolta bastante numerosa. Entonces todos los jóvenes presentes comenzaron a lanzar sus ponches a la vestimenta de los soldados y del propio Capitán General.

Como consecuencia, hubo 5 jóvenes detenidos y dos fueron luego condenados al destierro. A demás, los soldados destruyeron a golpes todos los muebles del recinto.

El hecho demostró el descontento de los jóvenes criollos con las autoridades españolas. Los cubanos desconocen que La Batalla del Ponche de Leche puede haber sido el primer enfrentamiento directo entre cubanos y españoles, 24 años antes del inicio de la Guerra de los Diez Años y solamente Dios sabrá cuántos de aquellos jóvenes que tiraron leche esa noche, años más tarde tiraron plomo como miembros del ejército mambí.

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