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Versalles (Francia), 20 oct (EFE).- La ausencia de Karim Benzema marcó este miércoles sobre la apertura del juicio por el chantaje en 2015 a Mathieu Valbuena con un vídeo sexual, en el que el jugador del Real Madrid está acusado de complicidad, delito penado con un máximo de cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa.

La ausencia de Karim Benzema ha marcado este miércoles la apertura del juicio por el chantaje en 2015 a Mathieu Valbuena con un vídeo sexual, en el que el jugador del Real Madrid está acusado de complicidad, delito penado con un máximo de cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa
 
El delantero madridista fue el único de los cinco acusados que no viajó hasta Versalles, en las afueras de París, para defenderse de las acusaciones en el juicio, al que sí acudió Valbuena, que se obstinó en implicar en el caso al que fuera su compañero en la selección francesa
 
Los letrados del madridista justificaron su ausencia con los compromisos deportivos del delantero, anoche en Liga de Campeones en Ucrania y el domingo próximo frente al Barcelona.
 
El abogado de Karim Benzema ha asegurado que Mathieu Valbuena «actúa con envidia» al acusar a su cliente.
 
Por su parte, el presidente de lamentó no poder interrogar a Benzema sobre la conversación que mantuvo el 6 de octubre de 2015 con Valbuena durante una concentración de la selección francesa.
 
Ese diálogo, en el que el madridista recomendó a su compañero contactar a su amigo de infancia Karim Zenati para resolver el chantaje al que estaba siendo sometido, está en la base de la acusación contra Benzema.
 
Valbuena insistió en que tras su conversación el delantero del Madrid estaba implicado en el chantaje y negó la tesis mostrada por Benzema durante la instrucción de que su única intención era ayudarle.
 
Por el momento  Benzema no tiene previsto acudir tampoco a los dos días que restan de vista oral, en los que el tribunal seguirá interrogando a los otros acusados y analizando las centenares de conversaciones interceptadas por la policía.
Por su parte, el resto de acusados aseguraron que su objetivo era obtener sus favores a cambio de evitar que el vídeo fuera publicado.
Sin embargo los registros telefónicos y algunas declaraciones durante la instrucción ponían en cuestión esa voluntad.