Como es tradición en nuestro país, al igual que en América Latina y en otras partes del mundo, cada año dedicamos la fecha del 8 de marzo a las mujeres, lo más bello y valioso de la creación humana. Lo más adorado también por los que saben amar y hay en ellos un espacio siempre abierto a su recuerdo y a la admiración que por ellas nos hacen sentir, independiente de las virtudes personales que su trascendencia y quehacer en la vida nos hayan motivado a quererlas.
Cuba ha sido un país donde la mujer en todo momento ha sabido estar a la altura de las circunstancias, en solidaridad con las causas más justas, por encima de mares y fronteras, inclusive. Por eso si miramos a distancia el alcance de sus raíces de bien son imposibles de olvidar. Y un ejemplo fehaciente no es difícil de hallarlo si hurgamos en las huellas del pasado y andamos sobres sus pasos hasta adentrarnos en la historia. Fue un gesto de encumbrados acontecimientos el hecho histórico donde las mujeres cubanas con sus almas piadosas fueron capaces de donar hasta sus propias joyas y una parte importante de sus recursos económicos, en gesto hermoso de solidaridad con los Estados Unidos de América, cuando luchaban por su independencia de Gran Bretaña, para consolidar los cimientos de la nueva nación norteamericana.
A través de los años, bajo distintas circunstancias esclavizadoras que el pueblo de Cuba ha sufrido, en búsqueda por romper las cadenas del yugo colonial impuesto a los cubanos por el entonces poderoso imperio de España primero, y más tarde horrendas distaduras, hubo mujeres que se destacaron no sólo por su generosidad, sino también por su valor e intransigencia fértil. Fueron muchas, pero a través de lo que nos enseña la historia, la más grande en ideal de lucha y sacrificios fue nuestra gran Mariana Grajales, en la cual evocando su recuerdo hoy he querido dar vida y rendir homenaje a todas nuestras heroínas, en merecido gesto de gratitud y de orgullo.
Y ese mismo orgullo y la justa gratitud, es fuerza que hoy me mueve a quererlas y a revitalizar mi espíritu cuando el cansancio de tantos años de lucha anuda un poco mi garganta y destrenza la vitalidad de mis arterias. Es ese el mismo sentimiento que siento por las heroínas que integran las filas de la oposición en los días actuales; por las luchadoras de hoy, que a diario sacrifican lo mejor de su juventud en un empeño sobrehumano por romper las cadenas de esa tiranía prepotente que reparte miserias como el único logro que han sabido cultivar en todos estos años de servidumbre impuesta a la indefensa población cubana. Una tiranía andrajosa, vestida de harapos en su magra conciencia, con traje de falsedades y de trampas, cuyo único interés es la conservación de un poder totalitario, plagado de parásitos gubernamentales, que durante los más de 65 años imponiendo su terrorismo cruel, inhumano, no han hecho otra cosa que el desbordamiento vergonzoso de sus míseros bolsillos.
Considero que es buena la ocasión para hacer llegar a todos, en nombre de la Dirección Nacional de Alpha 66 y en el mío propio, el respeto y la admiración que sentimos por nuestras heroínas del Presidio Político Cubano. Por esas gloriosas mujeres que supieron empinarse sobre sus propias llagas y las laceraciones del alma a causa de los atropellos y las más degradantes vejaciones humanas con que en vano sus verdugos carceleros intentaron doblegarles su inquebrantable fortaleza de espíritu. Tanto ellas, las que hoy son víctimas de acoso y brutales represalias, como las que por infortunio sufren el despiadado tratamiento físico y mental en las prisiones del régimen comunista de Cuba, merecen nuestro respeto y nuestra admiración más gratificante. Cada una de ellas es parte de nuestro orgullo nacional, porque representan lo más estoico y combativo de la sociedad cubana, y simbolizan el amor a la justicia y la esperanza en ese hermoso ideal de paz y libertad que tanto anhelamos para esa patria del futuro que a pesar de las adversidades que hemos tenido que vencer, florecerá triunfante sobre las gélidas cenizas de la tiranía.
¡Felicidades a la mujer cubana en su día! ¡Felicidades a todas las mujeres del mundo!
Ernesto Díaz Rodríguez
Secretario General de Alpha 66
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