Por Roberto Luque Escalona

*Ha muerto Felipe Valls. Son tantas las cosas buenas que he leído y escuchado sobre él que lamento no haberlo conocido. Pero lo cierto es que no lo conocí, de modo que nada puedo agregar a esos elogios.

*Los billonarios no quieren a Trump. Musk y Murdorch quieren que el candidato republicano en el 2024 sea DeSantis.

Existe un mito de que el dinero manda. Que es lo que decide quien es Presidente en América. Lo que es a mí, nunca pensé votar por otro que no fuera Trump, y ahora menos, que esa arrogancia de los magnates me saca de quicio. Ron DeSantis parece un gran tipo y ha sido un excelente gobernador, pero puede esperar seis años más; sólo tiene 44.

*El léxico de los cubanos abunda en falsas malas palabras, o sea, palabras convertidas en groserías por capricho de los criollos, Veamos algunas.

Culo. Aparece en la página 398 del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, que, por supuesto, no incluye “malas palabras”.

Carajo. Tal era el nombre de una plataforma situada en lo más alto del palo mayor de un navío. Era el sitio del vigía, cuando hacía falta vigía, y de castigo para los marineros que habían cometido alguna barrabasada. “¡Al carajo!”, le ordenaban al castigado, y dale a subir. Los grandes navíos de vela dejaron de fabricarse y el sitio llamado carajo desapareció, pero se conservó la palabra, que tiene una gran fuerza expresiva.

Cabrón. Así se llama el macho adulto de la cabra. Esa palabra, en francés, está por doquiera en América. A ver si saben lo que significa “Chevron”. ¡Muy bien! Acertaron. 

Bayú. Palabra de origen indio, creo que cherokee, adoptada por los franceses de Louisiana. Significa “pantano” o “marisma”, es decir, pantano costero. Cuando Napoleón le vendió la Louisiana a los Estados Unidos en 1812, un grupo de franceses decidieron emigrar a Cuba. A Cuba fueron, dirigidos por un señor llamado Louis D´Clouet, y fundaron la ciudad de Cienfuegos, llamada así por José Cienfuegos, el Gobernador que propició la operación. Llevaron con ellos la palabra “bayou”, que terminó convertida en sinónimo de burdel.

*Se armó la Dios Es Cristo en Bruselas con la derrota ante Marruecos en Catar. Luego, oigan a los europeos dando lecciones de civilización. Cuando Argentina perdió con Arabia Saudita, que es menos que Marruecos, en Buenos Aires no rompieron ni una vidriera.

Después de escrita esta nota me entero de que los disturbios fueron provocados por la celebración de los árabes que viven en Bélgica por la victoria de Marruecos sobre Bélgica, el país en el que viven como en su puta vida vivieron en el suyo. No me gustan nada esos bochinches, pero los árabes que viven en Europa sin asimilarse me gustan todavía menos.

*Como tenía que ser, los anfitriones katarecos fueron eliminados en la primera ronda, que jugar bien al fútbol es más difícil que sobornar a los capitostes de la FIFA. La cara de miércoles del Emir katareco me pareció lo mejor de la jornada.

*Se rumora que Messi está pensando en venir a jugar con el equipo de Miami cuando cumpla su contrato con el París-Saint Germain. No sería el primer superstar del fútbol que juegue en América. Recuerden a Pelé con el Cosmos de New York, a Beckham con el Galaxi de Los Ángeles y a Kaká con Orlando. A Messi todavía le queda bastante de lo mucho que tuvo, pero dudo que aquí haya con que pagarlo.

*Por cierto, la amenaza lanzada contra Messi por el Canelo Álvarez no pudo ser más ridícula. Lo lamento, porque el Canelo es un gran boxeador, el mejor de la actualidad.

En Cuba -por supuesto, la de antes- que un boxeador golpeara a alguien era considerado un delito grave, “ataque con arma peligrosa”.

*Entre los argentinos y los mexicanos nunca ha habido empatía, no sé por qué. Y que Argentina le gane a México en fútbol es algo natural. Cuando escribí la biografía del Che Guevara me referí al desinterés del Che por la ciudad de México. La capital mexicana es una ciudad fascinante. Yo, que viví allí tres felices años, no puedo comprender ese desinterés de alguien como Guevara, que escribía sobre todo lo que veía. 

*Me está dando mala espina la matraquilla, la pejiguera, la mahomía de ciertos sectores republicanos en torno a Ron DeSantis. Quieren imponerlo como candidato presidencial en el 2024 en lugar de Trump. Donantes multimillonarios y políticos de larga estadía en Washington no paran de promover al joven Gobernador de la Florida. Extraña obsesión la de querer eliminar de la política al Presidente más exitoso de los últimos treinta años, uno de los más exitosos en toda la historia de América.

Que los demócratas quieran sacar a Trump de la política es fácil de entender. Sólo haciendo trampas pudieron ganar en las elecciones del 2020. Y en un país como este las trampas electorales no se pueden emplear sistemáticamente. En el 2020 lograron imponer como Presidente a un camaján sin un solo logro en su muy larga vida política y que no hizo campaña, como si supiera, y por supuesto que lo sabía, que su única posibilidad de victoria dependía del fraude.

Para concluir, debo dejar bien claro que mi candidato es Donald Trump, de quien espero una Presidencia como la del 2016-2020. Sólo quisiera que la experiencia le ayude a seleccionar sus colaboradores, que tránsfugas ya ha tenido bastantes.

En cuanto a los demócratas, ni siquiera saben a quién postularán, que no hay entre ellos ni un sólo político “presindenciable”. Para entonces, si sigue como va, Biden estará completamente chocho. Hillary Clinton, especialista en derrotas, tiene una carga de negocios turbios como pocas veces se ha visto en este país. A Michelle Obama es difícil tomarla en serio, y el Gobernador de California es el polo opuesto de Ron DeSantis en cuanto a eficacia gubernativa. En suma, que si Satanás no les fabrica un candidato, solamente Trcky Fraud puede darles la victoria

*No puedo comprender qué busca FIU invitando a una propagandista del castrismo. En ningún momento hubiera sido ni ético ni razonable; menos aún ahora, cuando es más evidente que nunca el carácter tiránico y corrupto de ese régimen.