Por Roberto Luque Escalona

*Las congresistas demócratas IIhan Omar y Pramila Jayapal, con sus americanísimos nombres a cuestas, de visita en la Cuba castrista. Ignoro los motivos el viaje, pero nada buenos serán, sin duda.

*Trump barre en el llamado Supermartes, 416 contra 52. Hasta Sununo, el recalcitrante gobernador de New Hampshire ha decidido apoyarlo. Tengo ganas de que llegue noviembre a ver si los del burro se atreven a dar otro pucherazo.

*No sé si se pueda, seguramente no, pero Joe Biden debería ser juzgado y condenado a muerte por el daño que le ha causado a este país. Lo que le espera a Trump en la Casa Blanca es mucho con demasiado. Solamente lo que costará la deportación de los cientos de miles de ilegales cuya presencia en América es obra de ese viejo infernal, el político más dañino en toda la historia americana.

*Un compatriota llamado José Bello dedica un artículo a los zocotrocos que dicen que en Cuba no se combatió al comunismo. Desde principios de 1960, cuando Fidel Castro aún no se declaraba comunista, cuando afirmaba que no lo era, ya había combatientes alzados contra su gobierno en la Sierra del Escambray. Solamente un imbécil o un bribón puede negar la pronta y violenta resistencia al comunismo que tuvo lugar en Cuba.

*Tal como pintan las cosas, repetir el fraude electoral que llevó a Joe Biden a la Presidencia va a ser más difícil que quitarle el sombrero a Indiana Jones. Lo único bueno que tienen las grandes estafas es lo difícil que resulta repetirlas.

*La pobreza de ideas que afecta a los demócratas se hace evidente en su propaganda electoral, con la que intentan crear una especie de miedo sobre lo que Trump haría si volviera a la Casa Blanca… en la que estuvo cuatro años muy recientes. Trump hará lo que ya hizo: gobernar con eficacia y honestidad, tan recientes, que para recordarlas no se necesita una buena memoria.

*¿Estará Vladimir Putin afectado por la demencia senil? En dos años no ha podido doblegar a Ucrania y habla de enfrentarse a la OTAN. Aunque luego dijo que había sido un malentendido.

*¿Lo dijiste o se te fue? Así decíamos en Cuba cuando alguien decía algo que no le convenía decir. Por ejemplo, lo que acaba de hacer Kamala Harris con su afirmación de que Trump derrotaría a Biden en las próximas elecciones presidenciales.

*Robert DeNiro, caramba. Aquel magnífico actor, parece estar afectado por una forma prematura de demencia senil. En una larga perorata expresa sus temores por lo que pudiera ocurrirle si Trump reasume la Presidencia. Cree que será perseguido implacablemente, como si América fuese China o Corea del Norte. Escribo esto con pesar, pues DeNiro es uno de mis actores favoritos.

*Nikki Haley, al parecer mentalmente afectada por la aplastante derrota sufrida ante Trump, parece  estar a punto de subirse al burro demócrata. Saber perder es una asignatura que pocos aprueban. Entre esos pocos no parece estar Nikki. Se habla de que pudiera ser la compañera de boleta de Biden en lugar de la poco apreciada Kamala Harris.

*Juan Orlando Hernández, ex presidente de Honduras, parece que terminará sus días en la cárcel condenado por cooperar con el narcotráfico. Con Alberto Fujimori, Cristina Fernández de Kirchner y Lula Da Silva, es uno de los presidentes latinoamericanos con antecedentes penales.

*Los genes aportados por un tatarabuelo inglés no me han servido de nada para entender a los ingleses. Por ejemplo, el lío que se ha buscado Kate Middleton, la bella Princesa de Gales, por trucar una foto en la que aparece con sus hijos, publicada con la evidente intención de disipar temores sobre su salud después de haber sido sometida a una operación convertida en algo así como un “Asunto de Estado”. 

*En la Cuba castrista, cuando Fidel Castro comenzó a “chochear”, apareció un par de veces en la televisión evidentemente “ido”. Me pregunto si no sería una hijeputez de Raúl, como venganza por las muchas humillaciones sufridas a manos del hermano mayor. 

*Antes de que se me olvide, quiero dejar constancia de lo que creo se debe hacer con los restos de Fidel Castro si algún día Cuba se libera de su herencia.

El seboruco que guarda sus restos debe ser desprendido de su base, subido a una rastra y llevado a la bahía, donde se le trasladaría a una patana que sería remolcada mar afuera. Cuando estuviera a por lo menos 13 millas náuticas de la costa, o sea, fuera de las aguas jurisdiccionales de Cuba, se rociaría con gasolina la patana y se le prendería fuego. El seboruco funerario se hundiría en la Fosa de Bartlett, a miles de metros de profundidad. Ahora, díganme si no es una idea genial. El Destructor en Jefe, ni muerto debe permanecer en nuestra tierra.

*Me llueven las ofertas de trabajo. ¿Serán bromistas o personas que no saben en realidad quien soy yo?: un anciano de 87 años.