Por Roberto Luque Escalona

Los cubanos somos gente excepcional. “Yo, que soy tan blanco como tan negro”, dijo Antonio Maceo. “Mulato señora. Yo soy mulato”, le dijo Nicolás Guillén a una dama europea que lo saludó como “el gran poeta negro”

*Marjorie Taylor-Greene, la congresista republicana por Georgia, propone “el divorcio”. Es decir, la división de América en dos países por considerar irreconciliables las diferencias entre los estados gobernados por demócratas y los gobernados por republicanos. Ojalá no me equivoque al decir que exagera. En Florida tenemos un Gobernador republicano y en Miami-Dade una alcaldesa demócrata y no pasa nada. Claro, de las grandes ciudades americanas, Miami es una de las más civilizadas. Lo que no puede decirse de New York, Chicago, Los Ángeles y San Francisco.

*Por lo pronto parece estar gestándose la separación de la región este de Oregón para incorporarse al vecino estado de Idaho. Los legisladores de Idaho han mostrado su acuerdo con la incorporación.

*Creo que nunca me acostumbraré a las estupideces raciales comunes en este país. Ahora es la acusación a Nikki Haley de usar su “Brown skin” para confundir a los prietos. ¿Cuál Brown skin? O la piel de Nikki Haley no es “brown” o yo me he vuelto daltónico, o sea, que no distingo los colores. Es una mujer trigueña.  Para ser blanco no es necesario ser rubio, y lo digo, que rubio fui hasta que mi pelo se tornó blanco. Subin Mehta, el director de orquestas sinfónicas, Salman Rushdie, el escritor, perseguido por los ayatolas, y Tamakún, el Vengador Errante, ¿también son Browns?

Aunque los cubanos somos gente excepcional, no afirmo que seamos superiores a los americanos. Si en algo los superamos es en las relaciones interraciales. Y en la menor incidencia de la demagogia racial. En Cuba los blancos son blancos, los negros son negros y los mulatos son mulatos. “Yo, que soy tan blanco como tan negro”, dijo Antonio Maceo. “Mulato señora. Yo soy mulato”, le dijo Nicolás Guillén a una dama europea que lo saludó como “el gran poeta negro”. Alguien me dijo, no sé si será verdad, que el músico Paquito Rivera se autodefine como “negro”. Si es cierto, que no se le ocurra ponerse una boina porque lo tomarían por gallego. Hace años que no lo veo, quizás haya sufrido un proceso de oscurecimiento, pero la última vez que lo vi era lo que en Cuba llamamos “un mulato blanconazo”. Si se dedica a tomar baños de sol podría ganar en oscuridad cutánea, pero no pasaría de ser un mulato color cartucho. Negro, nunca.

*Biden hizo un viaje relámpago a Ucrania. Al parecer, considera que la invasión rusa a ese país es un asunto de vital importancia para América, pero Ohio está más cerca de Washington que Ucrania. Igual indiferencia ha mostrado Buttigieg. Por cierto, a una milla del accidente, si es que accidente fue, se ha hallado un detonador.

*Al subir al Air Force One para regresar al país donde están sus principales obligaciones, el presidente Biden dio un tras pies en la escalerilla, Luego otro. Luego, otro más. Menos mal que fue subiendo, que si tropieza al descender se hubiera roto el alma.

*En Louisville, Kentucky viven unos treinta mil cubanos, gente próspera y emprendedora. Publican una revista de mucha calidad que me envían cada cierto tiempo. Por si alguno de ellos lee LIBRE, les envió mis saludos y mi agradecimiento por el envío.

*Ahora que lo pienso, yo también soy cubano, pero no soy próspero ni emprendedor. Lo único que sé hacer es escribir y de eso sólo me queda el periodismo, que la literatura es No Country for Old Men. 

*Dos de las hijas del líder musulmán Malcolm X, asesinado hace 58 años, han presentado una demanda por cien millones de dólares contra el FBI, la CIA y la policía de New York, bajo el cargo de instigar el asesinato de su padre.

Malcolm X, cuyo verdadero nombre era Malcolm Little, llamado Red en el mundo de la delincuencia (era un mulato de pasa colorá), había sido chulo y vendedor de drogas, actividad esta última por la que fue a parar a la cárcel. En la prisión, según sus propias palabras (me tomé el trabajo de leer su Autobiografía) descubrió lo que llamó “la religión natural del hombre negro”; o sea, el islam. Al quedar en libertad se unió a la secta llamada Nación del lslam, más conocida como los Black Muslims, llegando a ser uno de sus principales líderes. Entre los que convirtió estuvo el boxeador Cassius Clay. Pero sucedió que el cabecilla de la secta, Elijah Muhhamad, se convirtió en un viejo sátiro, lo que provocó las críticas de Malcolm X y éste fue asesinado. Siempre se dijo que su asesinato fue ordenado por Elijah Muhhamad, un hombre poco dado a la tolerancia. Lew Alcindor, estrella del basquetbol, también convertido al islam con el nombre de Kareen Abdul-Jabbar, pasó un buen susto cuando criticó no recuerdo qué y su casa fue tiroteada. El viejo susceptible ya murió y ahora el líder de la secta es Louis Farrakhan, otro que bien baila.

*LIBRE es un semanario dirigido principalmente a los cubanos, quienes, como es natural, quieren leer temas sobre Cuba. El problema, para mí, es que allí nunca pasa nada, y cuando algo sucede, es una represión más. El que fuera uno de los países más vitales se ha convertido en una especie de pantano de aguas inmóviles.

*La campaña presidencial, de hecho, ha comenzado ya en el bando republicano. Mi candidato: Donald Trump. No le niego sus méritos a nuestro Gobernador, pero creo que Trump es superior. Lo considero uno de los mejores presidentes que ha tenido este país y sin duda alguna el mejor desde Reagan, el más exitoso. Debería estar en la última sección de su segundo período a no ser por el pucherazo que llevó a la Presidencia al más inepto de todos los que han ocupado esa posición. Más que inepto, destructivo.

*Dice Paul Ryan que no acudirá a la Convención republicana, a celebrarse en Milwaukee, que es su ciudad, si Trump es nominado. Me parece muy bien. Que no vaya, nadie lo va a echar de menos. Este es el mismo Ryan que acompañó a Mitt Romney en las elecciones del 2016. Recuerdo que Biden lo relajeó de mala manera en el debate televisivo. A todo lo que Ryan decía, contestaba con una risita, ja ja ja, je je je, ji ji ji, y el mentecato de Ryan no sabía qué hacer. No sé cómo pudo llegar a ser Speaker.