JAN Y CUJE

Written by Libre Online

5 de diciembre de 2023

Roberto Luque Escalona

No sé una obra literaria que haya tenido una vida más azarosa en cuanto a títulos se refiere, que mi última novela. Y cuando digo “última” quiero decir exactamente “última”

* Javier Milei, el nuevo presidente argentino, es toda una promesa. Venció en las elecciones con un 56% de los votos, algo que ni el idolatrado Juan Domingo Perón llegó a alcanzar. Parece ser un político sólidamente derechista, ideal para barrer con las secuelas de los Perón y, lo que es peor, por ser de nuestros días, las de los Kirchner. 

* Feo espectáculo el que tuvo lugar en el famoso estadio Maracaná de Río de Janeiro antes del juego Argentina-Brasil. En las gradas, el público la tomó contra unos aficionados argentinos y en el campo, el portero Martínez agredió a un policía y el equipo argentino, lidereado por Messi, se marchó a los vestuarios. Cuando regresó y se pudo jugar, entre ambos equipos escenificaron el partido de fútbol más sucio y feo que yo haya visto jamás;  un revolcón y otro y otro. Ganó Argentina, o más bien, perdió Brasil.

* No sé una obra literaria que haya tenido una vida más azarosa en cuanto a títulos se refiere, que mi última novela. Y cuando digo “última” quiero decir exactamente “última”.

En la edición original, fechada en 2016, se llamó Assata Shakur en la Isla del Diablo, que la americana asesina convicta y fugitiva refugiada en Cuba es uno de sus personajes protagónicos.  En la segunda, de 2018, aparecía como parte de El Talismán y la Estatua con El Ángel del Capitolio como subtítulo. La tercera y definitiva edición se llamará La Fugitiva, su Guardián y el Ángel del Capitolio.

* Ahora que hablo de dicho Ángel, cuando yo lo descubrí, durante los años de la guerra de Vietnam, nadie parecía interesado en su existencia, aunque había estado allí, en ese patio del Capitolio, por más de 40 años, desde 1931. 

Pues bien, ahora lo han convertido en atracción turística y cobran la entrada para el patio. Deberían darme un porcentaje de lo que recauden. Pero no lo harán, que a mezquinos no hay quien les gane a esos arrastrapanzas.

Por cierto, en Internet han insertado una información sobre la estatua y su autor, Salvatore Buemi. Como son unos ñames, unos toletes, unos zocotrocos, ignoran que Buemi es el autor del Martí que está en el Parque de la Libertad de Matanzas (la mejor estatua de Martí según algunos) y del monumento a Agramonte en Camagüey.

* “La China de los Ojos Tristes”. Así llamaba a Raúl Castro el comentarista radial Otto Meruelo, partidario de Batista. La frasecita le costó dieciocho años de cárcel, a tres años por palabra. Salió bien, que Raúl no lo mandó a fusilar porque Dios es Grande.

* Gert Wilder, un político derechista holandés, resultó ganador en las elecciones recién celebradas, pero tendrá que entrar en componendas para poder formar gobierno. ¿Qué no les importa?, bueno, en realidad, a mí tampoco, pero estoy corto de temas. De Cuba no puedo escribir, que esa gente ha pasado del socialismo científico al inmovilismo científico.

* La memoria, uno de los instrumentos que me han permitido hacer carrera como articulista, está comenzando a fallarme. Por ejemplo, no puedo recordar el nombre del escritor castrista que afirmó que los ciclones se forman en cinco minutos y que las mujeres tienen próstata. Ni siquiera recuerdo si es el mismo intelectual que viajó a Cienfuegos y de allí al jardín botánico del Central Soledad para recoger unas semillas destinadas a envenenar a un gato que lo atormentaba con sus maullidos nocturnos.

* Cuando se habla de servidores de Fidel Castro que murieron por orden suya siempre sale a relucir Camilo Cienfuegos, que ni siquiera se sabe cómo murió. En cambio, pocos recuerdan a Osvaldo Sánchez, que sí era importante y no un producto de la bobería que a veces afecta a muchos cubanos.

Nacido en Nueva Paz o en Vereda Nueva o en algún otro pueblito del campo habanero, siendo un adolescente -un adolescente comunista- se unió a los cientos de cubanos que marcharon a España a combatir por la República. Tras la derrota, no regresó a Cuba. Se marchó a la Rusia Soviética y entró a formar parte de la KGB o como se llamara entonces, que muchos nombres ha tenido. Al parecer, aquel guajirito pueblerino no era poca cosa, pues en 1958 era ya un alto oficial. Ignoro su graduación, pero teniente o capitán no era. En 1958 fue enviado a Cuba y se unió a la tropa de Camilo Cienfuegos. Hay una foto suya de entonces, un hombre de aspecto insignificante.

Poco después de la caída de Batista, Fidel Castro y el Che Guevara se reunieron con el hombre de la KGB en una casa de Cojímar. Allí nació el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde, llamado G-2, por la nomenclatura militar al uso. Su creador: Osvaldo Sánchez.

Durante dos años lo organizó y lo dirigió. Dirigiéndolo estaba cuando el pequeño avión en que volaba de La Habana a Varadero fue derribado por una batería antiaérea.

¿Error? Error fue el que cometió Lina Ruz al dejar que Fidel naciera, aunque se dice que intentó abortar.

Ignoro cuál fue la reacción de los soviéticos ante el asesinato de su hombre en La Habana. Lo ignoro porque no dijeron ni “maldita sea su madre” en ruso.

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