HISTORIA DE LA FAMOSA HATUEY, LA GRAN CERVEZA DE CUBA

Written by Alvaro J. Alvarez

25 de agosto de 2021

La primera cerveza entró a la Isla por Oriente y venía de contrabando desde Jamaica. No es hasta 1762, con la toma de La Habana por los ingleses, que se importaría de manera legal y con la instauración del libre comercio, entraría en grandes cantidades. Decenas de marcas y casi todas inglesas, se ofertaban en tabernas, cafés, bodegas e incluso en boticas. Había cervezas que se anunciaban como propias para la familia, incluso se llegó al extremo de recomendarlas para niños y mujeres en el período de lactancia. Las damas, según la prensa de la época, preferían la marca ALE (inglesa) por ser suave y clara, además de beneficiosa para los males del estómago. Ale era de las cervezas de mayor demanda, junto con la Cabeza de Perro, también inglesa  (irlandesa). Hacia 1850, los cubanos consumían mucho la marca Tennent Lager (escocesa), al extremo que eran muchos los cubanos que antes de 1959, al pedir una cerveza decían: “ponme una lager”. Marcas alemanas, noruegas, norteamericanas, francesas, portuguesas, españolas y de otras nacionalidades trataron, durante la Colonia de derrotar a las inglesas en las ventas y alzarse con la supremacía en el mercado nacional. No lo lograron.

En el año 1958, Cuba poseía cinco fábricas de cerveza que producían cerca de 30 millones de litros anuales, para una población aproximada de 6 millones de habitantes. Si se tiene en cuenta el reducido consumo que del producto hacían las mujeres y los menores de edad, se puede inferir el alto consumo per cápita del producto entre los bebedores. El cubano de siempre ha sentido predilección por esta bebida. El mayor consumo de cerveza tenía lugar en bares y cantinas y algunos preferían hacerlo en la bodega de la esquina. Allí, en un ambiente familiar, conversaban con el dependiente saboreando una cerveza espumosa, un vaso de lager, con un saladito de jamón y queso, alternándolo con algunas aceitunas, mientras en la vitrola sonaba el bolero del momento. ¡Pero todo se perdió con la dictadura fidelista!

La cerveza cubana nace en 1841, cuando Juan Manuel Asbert y Calixto García ( no confundir con el patriota y militar mambí) empezaron a producirla en una fábrica en la calle San Rafael esquina a Águila. Trataron de elaborarla con el jugo de la caña de azúcar, que sustituiría a la cebada europea, pero el intento fue un fracaso y a partir de ese momento los criollos se contetaron con embotellar el refrescante líquido que llegaba en barriles, desde el exterior. Así lo estuvieron haciendo hasta 1883 que se instaló en la ciudad matancera de Cárdenas una fábrica para producirla. No duró mucho tiempo, pero en 1888 el alza de los impuestos sobre las importaciones aconsejó a los negociantes del patio su elaboración en Cuba. Surgía así el 21 de julio de 1888, en Puentes Grandes, “La Tropical”, por obra y gracia de la Familia Blanco Herrera, la primera cerveza cubana, aún de baja calidad. No demoraría en mejorar cuando maestros cerveceros franceses y alemanes, contratados especialmente, terminaron dándole a la cerveza el toque necesario. En 1900 la compañía adquirió  por $150,000 los terrenos de Puentes Grandes, donde finalmente instaló su fábrica La Tropical. En agosto de 1907 se inauguraron nuevos edificios y se amplió la fábrica. En 1909, La Tropical absorbió a una de las más grandes fábricas cerveceras norteamericanas: la Havana Brewery (propietaria de la Fábrica de Cerveza y Hielo Tívoli). Nació así la cervecería La Tropical y Tívoli.

La Fábrica de Cerveza Hatuey en Santiago de Cuba. En 1918 la famosa compañía Ron Bacardí adquirió las instalaciones de la Santiago Brewing Co., (1) ubicadas en el barrio de San Pedrito en Santiago de Cuba. La intención era construir una nueva destilería Bacardí y poder dar servicio a la gran demanda que tenía este producto por toda Cuba y los Estados Unidos. Esto ocasionaría el nacimiento de la cerveza Hatuey. La nueva destilería fue inaugurada el 4 de febrero de 1922, el Presidente Emilio Bacardí Moreau (2), su sobrina Enriqueta Schueg Bacardí y el empleado Marcos Martínez izaron la bandera cubana por encima de la destilería.

Poco tiempo después, comenzó a funcionar una fábrica de hielo en las instalaciones de la antigua fábrica de cerveza. Sería en 1926, cuando la compañía Ron Bacardí decidió aprovechar las instalaciones de la vieja fábrica de cerveza y producir la bebida para el consumo nacional. La cerveza Hatuey salió al mercado el 13 de enero de 1927, gracias a un enlace empresarial entre los cerveceros de la Santiago Brewing Company y la Bacardí S.A. De la mano de Joaquín Bacardí Fernádez y del genio para los negocios Enrique Schueg Chassin, creció la fábrica en sus inicios: tecnología que se renovaba a la par del desarrollo de la industria en el mundo, asesoría de maestros internacionales y la calidad del agua, traída directamente a la fábrica por tuberías desde los manantiales del poblado de Santa María, en los altos de Quintero.

Con el paso de los años, Hatuey adquirió el lema de La Gran Cerveza de Cuba.

Cuando uno escucha la palabra Hatuey, si es cubano, le vienen dos cosas a la mente: el indio y la cerveza.

Así decía el comercial: “Hatuey, ni amarga ni dulce, en su punto, como le gusta a usted”.

En los ‘50, cuando todavía Cuba era feliz, en muchos lugares… Arroz, potaje, carne, plátano maduro frito  y el pan con mantequilla, por la casa, costaba, una completa 15 centavos, más 20 centavos por una Hatuey bien fría. Con 35 centavos, ¡salías inflado!”, dice William R. Hernández, en su comentario.

Tras la muerte de Emilio Bacardí Moreau (1844-1922), su cuñado, el señor Enrique Schueg Chassin (1862-1951) (3), casado con su hermana Amalia Bacardí Moreau, se encargó de la presidencia de la empresa. Este contrató a George J. Friedrich, un alemán graduado de Maestro Cervecero (Master Brewer) y de Farmacia, que fue quién se acreditó la primera producción de Hatuey (4), junto con otros diversos cerveceros alemanes que fueron los responsables de la gran calidad que adquirió la cerveza. Sus intenciones eran hacerse del primer lugar en el mercado, además de lograr distinguir a la Cerveza Hatuey, cómo lo habían hecho con el Ron Bacardí, por su calidad.

Enrique decidió ofrecer, con la compra de Hatuey. Esto garantizó que la cerveza creciera en popularidad rápidamente, hasta convertirse en la única cerveza fría que se conseguía fácilmente en la isla. Enrique Schueg  pensó para  Hatuey, el mismo principio que fue responsable del éxito del Ron Bacardí….. Calidad, es la clave. La Compañía sustituyó las cubas de madera por nuevas de acero inoxidable. El Sr. Schueg-Chassin decidió que Hatuey tendría un precio de acuerdo a su calidad. Joaquín el hijo de su cuñado José y de Carmen, desde muy joven, se convirtió en su sombra, era tanto su amor por la cerveza Hatuey terminaría siendo una parte muy importante en la calidad de la cerveza, como su Director Técnico.

Durante sus primeros 21 años, la producción en la fábrica de cerveza de San Pedrito, en Santiago de Cuba, llegó a multiplicarse hasta 5 veces, al igual que las ventas. Con la intención de atender la creciente sed de los cubanos por la Cerveza Hatuey, se creó en 1946 una nueva instalación cervecera, la Cervecería Modelo S.A., en El Cotorro. De hecho, era un modelo de cervecería, rindiendo honor a su nombre. En tan sólo los primeros 19 meses de producción, llegaron a fabricarse unos 3.5 millones de litros de cerveza. Las ventas continuaron aumentando, lo que hizo necesario construir otra fábrica, pero en el centro del país. Así el 11 de noviembre de 1953 se inauguró, La Cervecería Central S.A., en Manacas, en Las Villas que solamente en 1954 generó un beneficio de 1.6 millones de dólares. Eso hizo que en 1959 Hatuey ya controlaba el 50% del mercado nacional.

Joaquín Bacardí y Fernández-Fontecha (1901-1987). Hijo de José Bacardí Moreau (1857-1926) y de Carmen. Se graduó de Harvard con un título en ingeniería química y posteriormente asistió a la escuela de cervecería en Copenhague. Joaquín es reconocido como el primer Maestro Cervecero (Brewer) y fue Director Técnico de Hatuey. Se casó con Caridad Bolívar y Ferrer (1911-1986). Durante la década de 1950, Joaquín y el nuevo presidente José Mario Bosch  Lamarque (Pepín) (5) fueron los responsables de llevar Hatuey al liderazgo que ocupó y del rápido crecimiento cervecero en Cuba, hasta que llegó la destrucción a nuestra patria.

La Cervecería Modelo S.A., la segunda fundada en 1946, era una de las 3 fábricas de cerveza y malta Hatuey, con 364 obreros y 300 empleados, ubicada en el Cotorro en el kilómetro 18 de la Carretera Central y estaba asociada con la Cervecería Central S.A., la última y construida en 1953, en Manacas cerca de Santo Domingo, Las Villas y con la Cervecería Hatuey S.A., la primera de las tres fundadas, en Santiago de Cuba, Oriente.

Era una filial de Ron Bacardí S.A. y todos los accionistas eran de su casa matriz. Su Presidente era José M. Bosch (casado con Enriqueta Shueg Bacardí) y sus Vicepresidentes Joaquín Bacardí Fernández-Fontecha y Jorge Schueg Bacardí. José A. García Braojos era su Tesorero y los cuatroVocales eran: Dr. Pedro Grau Triana, (médico cirujano, casado con la escultora Lucía “Mimín” Bacardí, 1893-1988, una de las 4 hijas de Emilio Bacardí con Elvira Cape, Mimín murió en Miami), Armando J. Pessino Urbizzo, Santiago Herrera Serra y Adalberto Gómez del Campo Allard, el esposo de María Bacardí Gallard (la hija de Facundo Bacardí Moreau con Ernestina Gaillard.

La compañia se organizó el 24 de junio de 1946 con un capital que se incrementó en 1951 a $4,000,000. Sus activos ascendían a $11,800,000, su capital líquido a $9,700,000, sus ventas brutas oscilaban alrededor de los $10 Millones y tenía una utilidad que fue descendiendo de $2,000,000 en 1954 a 1,600,000 en 1958. Eran cliente del Trust Company, con créditos de $1,400,000.

El Sr. Rafael García, como vivía frente a la Cervecería, relata lo siguiente: “Recuerdo aquellos pitos a las 7am, a las 12m y a las 5 de la tarde. La bandera cubana enorme que desplegaban en el frente del edificio. Los bellos jardines y la piscina olímpica para el disfrute de los empleados y sus familiares. En Navidades les ofrecían a todos los empleados una tremenda fiesta. Los alumnos de las escuelas los llevaban en excursión para que conocieran toda la elaboración de la cerveza, al final y todo gratis, un tremendo buffet para ellos y sus acompañantes. Además se efectuaban graduaciones escolares en aquellos bellos jardines. Agradezco a la firma Hatuey todos los gratos momentos que pasé durante mi niñez, en esa fábrica en mi pueblo El Cotorro y que todo se perdió gracias al malvado Fidel Castro y su malvada ideología. Ya no existe la cerveza Hatuey y ni la fábrica según tengo entendido. ¡Viva Cuba Libre y Viva Cristo Rey!”

Ernest Hemingway mencionó a la cerveza Hatuey en su novela El Viejo y El Mar. En 1954 ganó el Premio Nobel de Literatura. En agosto de 1956 le dieron una tremenda fiesta de celebración en la cervecería Modelo del Cotorro y él aceptó ir porque, sus amigos pescadores pudieron acompañarlo, aún en pantalones cortos y descalzos. Hemingway era un visitante muy frecuente a las instalaciones cerveceras porque su casa-finca El Vigía, estaba en San Francisco de Paula a unos 8 km del Cotorro, yendo por la misma Carretera Central.

La Cervecería Central S.A., en Manacas, Las Villas dedicada a la producción de Cerveza y Malta Hatuey. Situada a unos 220 km de La Habana, a 9 km de Santo Domingo y a la misma distancia de Colón que de Santa Clara. Luego de una minuciosa investigación se detectó que las tierras que ocupaba la cervecería poseía un manto freático abundante en agua, de exquisito gusto al paladar. La mayoría de los primeros trabajadores fijos de la cervecería participaron en su construcción y montaje, la mayoría de ellos procedían de los poblados de Jicotea y de Santo Domingo. Se seleccionaron mil de 7,000 aspirantes y finalmente 120 que pasaron a ser plantilla fija de la Cervecería. Allí había hasta graduados universitarios y estos obreros tenían muy buenos salarios en comparación con lo percibido por los obreros de otros centros laborales de la zona. Por eso, nunca hubo huelgas. La fábrica se inauguró el 11 de noviembre de 1953.

Las competencias de los anuncios comerciales eran muy divertidas. Hubo un tiempo que la cerveza Hatuey venía de Manacas y la campaña de la competencia decía: “el movimiento de los camiones en la carretera podían quitarle calidad”,  a lo que Hatuey le respondió: “que estaba probado lo contrario”, a lo cual dijeron: “Cerveza Hatuey, la mejor con su meneíto” y salía una tremenda rumbera meneándose con sabrosura.

– Jacarandoso pedacito de Domingo…!Ud. se merece su Hatuey bien fría! –

– Qué bien me siento Pelencho!…Con Hatuey Jacarandosa. –

– Malta Hatuey…La Malta de los Campeones.-

La Malta Hatuey es un refresco carbonatado hecho a base de cebada, que es el quinto cereal más cultivado en el mundo. Aunque la malta es procesada como la cerveza, con cebada, lúpulo, levadura y agua, no contiene alcohol y el color caramelo es añadido dándole su color oscuro característico. Además es rica en vitaminas del Complejo B, en glucosa y fructosa. La malta se originó en Alemania, como una cerveza oscura, cuando la fermentación se interrumpió y dejó un residuo de azúcar en la cerveza. Dinamarca fue el primer país que la comercializó en 1859. La forma más consumida por el cubano era añadiéndole leche condensada, muy buena sobrealimentación para las mujeres embarazadas.

En sus últimos años de gobierno, los Bacardí se opusieron a Batista y apoyaron a Fidel Castro. Hasta permitieron que algunos de sus trabajadores se unieran a sus fuerzas rebeldes. Al triunfo de la revolución en 1959 la firma Bacardí, simpatizó con Fidel Castro y Cía. Calificándolos de cruzados de la libertad, en el primer número de ese año, de la Revista trimestral de la firma.

Vilma Espín, la difunta esposa del actual dictador cubano Raúl Castro, era hija de José Espín el contable de Bacardí y socio minoritario de la firma. Los rebeldes emitieron un decreto de que no atacarían las instalaciones de Bacardí, y el jefe ejecutivo, José “Pepín” Bosch, acompañó a Castro en su primer viaje a EE.UU luego de que tomara el poder en 1959. Sin embargo, aquel viaje, que no quería hacer, le sirvió a Bosch para acabar de decidir su futuro, porque ya temía la dirección que estaba tomando el gobierno de Castro.

El 14 de octubre de 1960, tras 34 años de crecimiento ininterrumpido, la Compañía Ron Bacardí S.A. y Hatuey Cervecerías fueron robadas por Fidel Castro. Las ventas de Hatuey cayeron de 12 millones al año a apenas 1.5 millones anuales. Hatuey perdió el mercado que tanto trabajo le había costado conseguir. Actualmente, la cerveza Hatuey se distribuye en algunas regiones de los Estados Unidos con la autorización de Bacardí, EE.UU. Pepín Argamasilla, miembro de la familia Bacardí y que ha trabajado con Hatuey desde hace años, dijo: “como maestro cervecero puedo garantizar que es fermentada de acuerdo con la receta original”.

Ya estando en Miami, Pepín Bosch recomendó a su hijo Jorge Bosch Schueg (que tenía 35 años y había sido maestro cervecero en la fábrica de Santiago de Cuba y vicepresidente de la subsidia-ria de Méjico), que hiciera los arreglos pertinentes para ayudar a los empleados de Bacardí que llegaran y no tenían dónde asentarse ni familiares que los ayudaran. Ellos dos habían sacado de Cuba los certificados originales de las marcas registradas y estaban custodiados por sus abogados en Nueva York. Bosch y sus colegas estaban listos para entablar batallas contra Castro en todos los frentes. El 17 de octubre de 1960, Bartolo Estrada, el Presidente de Bacardí Imports, escribió una carta abierta a todos los importadores y comerciantes de bebidas alcohólicas de los EE.UU, advirtiéndoles que su compañía emprendería acciones legales contra todo aquel que importara ron Bacardí desde Cuba. Así lo hicieron y ganaron su primer pleito al Royal Bank of Canada, en una corte de distrito en los EE.UU.

(1) Antes de 1919, la planta Santiago Brewing Company fue fundada por el Sr. Eduardo Chibás Guerra, el padre del líder del Partido Ortodoxo, Eduardo Chibás Ribas.

(2) Emilio Bacardí Moreau, escritor, autor de varias obras literarias y de la magna Crónicas de Santiago de Cuba, primer alcalde de Sto. de Cuba tras la Independencia, preso en España durante la Guerra del 95 y fundador del Museo Bacardí y de la actual Biblioteca Provincial de Sto. de Cuba. Su hijo Emilito fue Coronel y Ayudante del general Antonio Maceo.

(3) Los más valiosos y representativos elementos de la sociedad santiaguera le tributaron un homenaje de afecto y adhesión a Enrique Schueg Chassin, presidente de la Compañía Ron Bacardí. Patriota de probada ejecutoria, creador de riqueza cubana, industrial progresista, benefactor público y hombre de grandes méritos personales. Al banquete homenaje que tuvo lugar en Rancho Club acudió lo más granado de la capital oriental en número de más de 1,200 comensales, cifra nunca igualada en la ciudad en actos de esta índole.

(4) En 1511, Hatuey, un Cacique de la tribu de Taínos en La Española, huyó, con un grupo de hombres a Cuba, para escapar de las persecuciones españolas y organizó la primera forma de resistencia a los invasores, basado en los ataques rápidos y los escapes rápidos. Con la ayuda de un traidor, Velásquez lo cogió y lo quemó vivo. La leyenda dice que Hatuey fue atado a un palo de madera y el sacerdote español, Bartolomé de las Casas, intentó convertirlo a la cristiandad, ofreciéndole el Bautismo y el camino al Paraíso. Hatuey contestó que si también los españoles bautizados iban al Paraíso, entonces él prefería ir al Infierno. 

Esta leyenda es sobre todo muy popular en la provincia de Oriente, sobre todo en Yara, el lugar dónde Hatuey fue quemado el 2 de Febrero de 1512. Se considera a Hatuey, el primer héroe cubano.

(5) José Mario Bosch Lamarque, más conocido como Pepín uno de los principales ejecutivos al frente de las firmas propiedad Bacardí. Graduado en ingeniería de la Universidad de Lehigh en el estado de Nueva York.  Su primera esposa fue Enriqueta Schueg Bacardí, ella murió en 1975. Pepín, en 1958 estaba entre los primeros 15 hombres de negocios de Cuba.

En diciembre de 1958 a William D. Pawley, un hombre de negocios conocido en Cuba, fue enviado por el gobierno de los EE.UU para negociar con Batista, su salida. El ofrecimiento consistía en que este renunciara y saliera con su familia hacia su propiedad en Daytona Beach, sus partidarios no sufrirían represalias y EE.UU entregaría las armas retenidas, de inmediato al gobierno provisional que se organizaría, el cual prepararía elecciones libres en 18 meses. Ese gobierno estaría en manos de una junta cuyos integrantes Pawley también informó a Batista. Estos eran: el coronel Ramón Barquín, el general Martín Díaz Tamayo, el mayor Enrique Borbonet, José Pepín Bosch, de la firma Bacardí, y un quinto nombre que Pawley no reveló. La misión tenía un carácter secreto.

Bosch se desempeñó como ministro de Finanzas de Cuba entre 1949 y 1952 bajo la presidencia de Carlos Prío Socarrás. Vivió en Nassau hasta 1992, cuando se mudó a Coral Gables. Pero a lo largo de los años mantuvo estrechas conexiones con la comunidad de exiliados de Miami. Ayudó a fundar y a apoyar algunos de los primeros grupos de activistas exiliados en Miami. En 1964, pagó $5,000 al mes para ayudar a mantener una organización llamada RECE, cuyo acrónimo en español significa Representación de Cubanos en el Exilio. El Sr. Bosch reclutó a un joven activista, Jorge Mas Canosa, para dirigir la organización, (Polo Miranda su tío fue el director de la cervecería de Manacas) Mas Canosa después sería el alma y el presidente de la poderosa Fundación Nacional Cubano Americana, el lobby de exiliados cubanos más grande del mundo. Bosch, era el Presidente y Accionista de la Compañía Ron Bacardí S.A, la más importante dentro de su sector y la tercera entre las principales industrias no azucareras por el número de trabajadores. Propietario del Motel Rancho Club en Santiago de Cuba; miembro del grupo de cubanos que controlaba el 20% del capital total de 7,700,000 de la Corporación Intercontinental de Hoteles S.A, arrendataria del Hotel Nacional; Presidente y Propietario de la Minera Occidental Bosch S.A, que operaba en Matahambre, Pinar del Río; dueño de importantes acciones en la Petrolera Transcuba S.A; accionista y miembro de la Junta de Directores de la Compañía Cubana de Fianzas; Miembro de la Junta de Directores y Accionista de The Trust Company of Cuba, el más importante banco del país; uno de los principales accionistas de Fomento de Obras y Construcciones S.A, propietaria del edificio FOCSA y Presidente del club privado La Torre, en la cima del propio edificio FOCSA. Vivía en una imponente mansión del Country Club de Marianao.

(6) Muchos de estos datos los encontré en el libro del Sr. Jorge Luis del Rosal Covani, un hijo de Marina Lydia Covani Bacardí que a su vez era hija de Marina Bacardí Cape (1889-1966) con Radamés Covani (1888-1963). Jorge Luis, nació el 11 de julio de 1939. Su padre fue Jorge Luis del Rosal Rosende. Su bisabuelo Emilio Bacardí Moreau (1844-1922), bisabuela Elvira Cape (1862-1933). Su tatarabuelo Facundo Bacardí Masso (1814-1886) y su tatarabuela Amalia Moreau (1822-1896). Su hermano Roberto del Rosal Covani, fue miembro de la Brigada de Asalto 2506, Batallón Especial, Escuadra de Armas #1471. Así como otro bisnieto de Emilio, José “Pepín” Bacardí González, Batallón Especial 3ra Compañía, Escuadra de Armas #1965.

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