¡HAY QUE SEGUIR! ¡APRÉNDELO TIRANO! ESE UNO, SOY YO!

Written by Libre Online

26 de enero de 2022

Sépase que sí habrá acto martiano este viernes 28 de enero, a las 10:00 a.m., en el Parque José Martí, 450 SW 4 Avenida, a hora exacta.

Ante ustedes la última edición de ENERO: MES DE MARTÍ 2022, serie en la que hemos tratado de recopilar las principales facetas de la vida del Apóstol saludando así el 169 aniversario de su natalicio y aspirando a revivir el recuerdo de quienes a tiempo lo aprendieron y que ya van sobrepasando la adultez; llevar a otros la cara que no les dejaron conocer a través de la desvirtuada leyenda comunista y a la vez intentar divulgar su ejecutoria entre las nuevas generaciones de aquí y hasta de allá mediante los medios de hoy.

¡Hay que seguir! La frase convocante de Emilia Casanova, la esposa y musa del patriota y novelista Cirilo Villaverde, el autor de “Cecilia Valdés”, la comprovinciana matancera que en el decir del escritor y periodista Rafael Esténger poseía grandes facultades oratorias que bien colocaba al servicio de la patria, sobre todo en New York cuando el desánimo parecía imperar, y la cual evocaba mucho nuestro inolvidable Rolando Espinosa en estas páginas de LIBRE y al despedir sus célebres y frecuentes tertulias y celebraciones de los educadores cubanos exiliados.

¡Apréndelo tirano! Ese uno soy yo. Como nos repetía con su voz inquebrantable, el inolvidable Armando Pérez Roura al clausurar reuniones y programas radiales hasta marchar a la eternidad a los 92 años de edad. O como nos trae en páginas centrales el Dr. Néstor Carbonell Cortina, en un minucioso análisis sobre las diferentes etapas del ideario martiano, que el propio Osvaldo Costa llamara “pieza de análisis y consulta permanente”.

No importaron los 41 años de diferencia entre Martí y Víctor Hugo, ni el hecho de que el primero decidiera su destino a los 42 años en Dos Ríos y el segundo pudiera vivir 83 años, teniendo el honor de recibir en vida el tributo por lo mucho que hizo en contra de la tiranía.

Por ello, ambos en un paralelo histórico en planas estelares para recordarnos que ¡hay que seguir…!

Hay que continuar y seguir defendiendo razones y principios, proclamando ideales afines, en un constante crear para perpetuar causas hasta en estatuas, monumentos y páginas de papel y electrónica como estas que mañana serán revisadas por seguidores y sucesores, ¡hay que seguir…!

A 56 años de ininterrumpido publicar, defendiendo los mismos ideales que nos reunieron en 1966, sin dejarnos variar en enfoque y objetivos, ¡hay que seguir!

MARTÍ  Y VÍCTOR HUGO

Como estudiante y proscrito político en Europa, Martí conoció a Víctor Hugo en una breve visita a Francia y se le presentó una copia de su libro Mes Fils (Mis Hijos), a lo cual correspondió Martí traduciendo la obra.

Al igual que Martí, Hugo soportó el exilio durante 20 años porque no aceptaba la traición de la República y la reposición de una monarquía bonapartista bajo Napoleón III, el sobrino del emperador, a quien Hugo llamó “Napoleón le petit”.

A diferencia de Martí, Hugo vivió para ver los frutos de su trabajo en una república resucitada; así como para cosechar los tributos y honores que una nación agradecida le colmó.

El destino de Martí fue otro, al cancelar su existencia después de su martirio en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, a solo 42 años de edad, trayendo LIBRE a esta página especial un poema de Víctor Hugo que bien resume el testamento y voluntad política y patriótica de ambos:

ULTIMA VERBA

(Última palabra)

Acepto el duro exilio

aún siendo hasta la muerte

sin ponerme a pensar,

si alguien

claudicó ante, quien

creyó más fuerte

o si otros desertaron

debiendo resistir.

Si sólo mil recogen tu

negro desafío

Entre esos bravos

nombres,

también estará el mío.

Si estos se reducen

y sólo quedan cien,

para seguir luchando,

allí estaré también.

Si sólo diez se yerguen

para enfrentarse al mal,

proseguiré con ellos

luchando hasta el final.

Y si quiere el destino,

que todo lo forjó,

que sólo quede uno,

erguido y soberano:

¡Apréndelo tirano

ese uno, soy yo!

Temas similares…

UN MILAGRO SOBRE EL MAR

UN MILAGRO SOBRE EL MAR

Por José D. Cablí (1937) Key West se vistió de júbilo para conmemorar la realización de uno de los acontecimientos...

0 comentarios

Enviar un comentario