La destitución del  presidente de la Cámara de Representantes,  Kevin McCarthy,  dejó un preocupante  precedente de la crisis que se vive en el Congreso,  ya que detrás de este caos político  estarían autores comprometidos seriamente, miembros de los dos partidos.

Con sobrada razón el congresista Carlos Giménez advirtió que ocho republicanos se unieron con un ala fuerte del Partido Demócrata para buscar la salida abrupta de  Kevin McCarthy, quien siempre abogó por la unidad bipartidista en el Congreso Federal, en los últimos meses.

“La destitución de Kevin McCarthy de su cargo como presidente de la Cámara de Representantes, considerado un hito en la política de EE.UU., representa un dilema para el Partido Republicano”, expresó Giménez.

Ahora la Cámara de Representantes tiene 45 días para que republicanos y demócratas vuelvan a negociar el presupuesto -en resolución continua desde el 1º de octubre-, lo que obligaría a ponerse de acuerdo para designar a un nuevo presidente que sea capaz de tender puentes, entre los congresistas.

“Son asuntos de la democracia y en una semana habrá un nuevo presidente de la Cámara y el trabajo continuará”, señaló el exsubsecretario de Estado y analista republicano Otto Reich en su análisis sobre las implicaciones de la destitución del congresista, decisión que no cuenta con el apoyo de republicanos en el estado de Florida.

Como se recordará hace algunos días, Matt Gaetz en abierto desacuerdo con McCarthy, pidió su destitución el que fue apoyado por otros siete legisladores republicanos y la bancada demócrata que le habría cobrado su apoyo a Trump, después de los hechos en el Capitolio.

Eduardo Gamarra, un analista político de FIU, dijo que la salida de Kevin McCarthy de la presidencia de la Cámara de Representantes “es un fiel reflejo de lo que ocurre en EE.UU., donde los partidos también están polarizados”.

Y opinó que  el episodio se convierte en un dilema para el Partido Republicano. “Es el partido de Trump y el problema es que unos son más “trompistas” que otros, y esa tendencia está dejando ver la posibilidad de que el expresidente podría presidir la Cámara de Representantes y hacerlo aparecer como el gran conciliador”.

“Es muy lamentable porque el “speaker” McCarthy había logrado la reducción del déficit  por más de tres billones de dólares y la ansiada y necesaria  seguridad de la frontera y para bajar precios de las mercancías en favor de los norteamericanos. Esto va a ser una lucha restaurar el orden en la Cámara para el pueblo norteamericano”.

Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar  estuvieron de acuerdo en desaprobar la moción del legislador Matt Gaetz, quien  condujo a la salida de Kevin McCarthy, lo cual provocó un caso político dentro de esta rama del poder legislativo.

La destitución del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, días después de haberse producido, aún sigue causando polémica en el entorno político de Florida, de donde surgió la moción de remoción que presentó el congresista del estado, Matt Gaetz.

Casi que la mayoría de los legisladores republicanos del estado de Florida han expresado su descontento con la decisión tomada por el congresista Gaetz, de Fort Walton Beach, quien desde antes venía mostrando su malestar sobre la presidencia de McCarthy.

Trascendió que los demócratas de Florida estuvieron a favor de la destitución, mientras que Gaetz fue el único de los republicanos de Florida que votó afirmativamente la moción, en tanto que la congresista Anna Paulina Luna no votó porque se encuentra con licencia de maternidad.

Mario Díaz-Balart, Elvira Salazar y Carlos Giménez,  republicanos de Florida, se mostraron molestos tras la salida de Carthy ya que fue una muestra de los malestares que hay dentro del ala republicana dentro de la Cámara Federal.

María Elvira argumentó que algunos miembros del Partido Republicano no estaban alineados con lo que representa esa agrupación política, y que esto había sido objeto de debate en las últimas semanas, en un clima bastante acalorado.

La congresista Salazar señaló igualmente que McCarthy hizo lo que pudo en ocho meses, y que era importante centrarse en los problemas de la frontera y del gasto, este último el cual amenazó con paralizar la administración del gobierno de los Estados Unidos.

 Mario Díaz-Balart, por su parte publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que criticó a un “pequeño grupo de miembros” que, según él, estaban tratando de perjudicar la agenda conservadora del Partido Republicano.

Díaz-Balart, asimismo, elogió a McCarthy por su capacidad para unir al partido y su compromiso con la seguridad fronteriza y la reducción del gasto, calificándolo como un gran conciliador dentro del seno de la Cámara de Representantes.

El representante Carlos Giménez, republicano de Miami-Dade, afirmó que “Kevin McCarthy ha sido un defensor del sueño americano durante toda su carrera”. Y Giménez dijo: “perdí mi patria natal, Cuba, a causa de una brutal tiranía comunista; todo lo que soy se debe a Estados Unidos”.

“Necesitamos, por eso, conservar al ex presidente McCarthy y seguir luchando para proteger nuestras libertades. El es un hombre que siempre ha estado a favor de defender la democracia y censurar a los gobiernos tiranos”, recalcó.

Otros republicanos de Florida, como el congresista Neal Dunn, se opusieron a la destitución de Kevin McCarthy. Dunn argumentó que McCarthy ha sido útil en la obtención de fondos para desastres y otros temas prioritarios para los ciudadanos de Florida.

 Dunn instó a los republicanos de la Cámara de Representantes a centrarse en servir a las personas y aprobar los 12 Proyectos de Ley de Asignaciones antes del 17 de noviembre, lo cual, redundará en beneficios y soluciones para el pueblo norteamericano.