Habla “Influencer” que organizó mítin en el Vaticano. “El Papa traicionó a Dios y al sufrido pueblo cubano”

Written by Demetiro J Perez

10 de noviembre de 2021

El “influencer” Dariel Fernández, quien fue uno de los principales organizadores del mítin de las protestas cubanas en el Vaticano, advirtió tajantemente que “El Papa traicionó a Dios y al sufrido pueblo cubano”, que quiso darle a conocer la situación difícil que atraviesa el pueblo isleño por el comunismo”.

Fernández, ampliamente, narró toda la experiencia que sufrieron los seguidores políticos cubanos, que “intentaron entrar a la plazoleta del Vaticano, la semana pasada, con avisos, consignas y banderas de la isla, con la esperanza de que les diera el Papa una voz de aliento”.

“Había como unos 200 cubanos. Quise vivir una gran experiencia, como católico, con la esperanza de que nos diera un aliento el Papa, en momentos en que más lo necesitaba el pueblo cubano, que lucha en las calles por la libertad”, afirmó Dariel.

“Lo que vivimos en el Vaticano fue como cuando tú cruzas una frontera y, para nosotros era alegría ver a a un cubano que había traspasado esa muralla, para estar allí mostrando su inconformismo contra el comunismo que gobierna a Cuba”, relató.

“Cuando los cubanos emigran lo que tratan es de cruzar la frontera. Llegamos muy por la mañana, pero lo primero que hicieron los guardias, fue frustrarnos el paso hacia la plazoleta del Vaticano. Nos pidieron la identificación. Y allí supieron, entonces, que éramos cubanos”, afirmó.

“Nos demoraron más de 30 minutos. Nos pusieron una persona que nos guió.  Quisimos entrar a la basílica. Hacia el interior. Fuimos los primeros en estar allí. Aún no había comenzado la misa. Pero queríamos también oírla. Pero cuando íbamos a subir las escaleras aparecieron los guardias”, sostuvo.

“Vengan acá ustedes”, nos dijeron. Nos enseñaron las placas de seguridad. Les entregamos la identificación. Y nos trataron como lo peor. Como los más malos que había dentro del Vaticano. Nos escoltaron totalmente. Nos sentimos frustrados. Teníamos más seguridad que en un país comunista”, contó.

“Eran como doce guardias, a lo menos, detrás de mí. Eran como quince atrás de nosotros. Estábamos como unos quince o veinte cubanos. La concentración grande de cubanos, lógicamente, estaba afuera sin poder entrar. Habíamos viajado cientos de horas para estar allí”, señaló.

“Cuando quisimos entrar a la misa, fuimos, impedidos. Algunos se cambiaron la ropa blanca para intentar entrar sin ser identificados. La policía nos reprochó porque estábamos grabando. Cuando mostrábamos la bandera de Cuba, inmediatamente, nos llevaban para otro sitio”, agregó.

“Fue impresionante y humillante todo.  Vestidos de blanco, era totalmente un impedimento, para ingresar al Vaticano. Y menos portando una bandera. Fuimos reprimidos y sacados a la fuerza. Tampoco se podía gritar algo. Y menos consignas”, aseguró.

“Nos concentramos para unirnos y tratar de mandar un mensaje al Papa Francisco. Nos quitaron algunos papeles. Y nos intimidaron para guardar las banderas. Yo dije, para mis adentros, que de aquí no me muevo. Estoy con Jesucristo”, afirmó visiblemente molesto Fernández.

“Intentaron dejar entrar a algunos, pero, todos, dijimos, que, si no lo hacíamos en grupo, no íbamos a admitir esto. ¡Todos o ninguno! Éramos en aquellos momentos como 4,000. Estábamos decididos a todo”, insistió.

“Nos pusieron, entonces, más seguridad, cuando se anunció allí la presencia del Papa. Nadie pudo entrar. Ni siquiera Otaola. Cuando vino el Angelus se vio como una imagen, como la de un Ángel debajo de la bandera de Cuba. Era el día 24. El día que el Papa dedicaba a las misiones”, aseguró.

“Todos los cubanos que fuimos allí, en todo momento, fuimos muy respetuosos.  Nadie fue arrestado. Solo hubo palabras de aliento entre nosotros. Algunos se tiraron al suelo y se acostaron sobre las banderas cubanas. Ellos no pudieron impedirlo. Aquello fue maravilloso”, sintetizó.

“El Papa Francisco no nos dejó entrar al Vaticano. No se unió tampoco a los cubanos allí. Cuando terminó el Angelus, el Papa comenzó a saludar. A todos los allí presentes.  Y menos refiriéndose a los cubanos, Pese a que habló del amor de Dios y de la palabra divina”, insistió otra vez.

“Nosotros íbamos a dar un mensaje que necesitaba el pueblo de Cuba en estos momentos. Ese mensaje que el Papa Juan Pablo dio una vez al pueblo cubano. Que Cuba se abra al mundo. Y el mundo que se abra a Cuba”, reiteró.

“Pero este Papa no supo darlo en este día al pueblo de Cuba, afirmó una y otra vez Dariel.  “El Papa saludó a todos los misioneros. Menos a nosotros que, en aquel momento, éramos misioneros de la lucha por la libertad en Cuba”, concluyó.

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