Si con la práctica del ‘fitness’ tradicional entrenamos nuestros músculos haciendo movimientos corporales para mantener o mejorar nuestra forma física, cuando practicamos los ejercicios del sistema de ‘Neurofitness’ de la terapeuta Catalina Hoffmann, estamos entrenando nuestras neuronas para mantener nuestro cerebro y sistema nervioso en la mejor forma posible.
Hoffmann es terapeuta ocupacional, especialista en estimulación cognitiva y experta en entrenamiento cerebral, y aloja en su página web su propia plataforma de formación, el Club ‘Neurofitness’, donde miles de personas entrenan su cerebro a diario gracias a sus ejercicios.
Ha creado e imparte dos sistemas innovadores para el cuidado del cerebro: los métodos Hoffmann
(rehabilitación mediante la actividad física, cognitiva y psicológica en el envejecimiento) y ‘Neurofitness’ (entrenamiento del cerebro activando y creando nuevas rutas neuronales en cualquier etapa de la vida).
Los ejercicios y técnicas para mejorar la salud cerebral que ha desarrollado a lo largo más de veinte años proporcionan a quien los aplica con regularidad un mayor autoconocimiento de su mente y de su cuerpo y le permiten enfrentarse a los retos cotidianos en el mejor estado y forma posibles, asegura.
Hoffmann sostiene que con estos ejercicios y técnicas podemos entrenar a nuestro cerebro para de ese modo aprender a buscar la calma y la felicidad cuando las necesitemos, disponer de herramientas para contrarrestar la ansiedad y el estrés, controlar los pensamientos obsesivos y mejorar nuestra agilidad mental y reserva cognitiva.
Son “herramientas que nos ayudan a activar nuevos núcleos de neuronas, tomar decisiones, tener un mejor control mental, gozar un mayor rendimiento cognitivo, salir de pensamientos en bucle y a transformar las emociones negativas en positivas”, apunta.
Todo ello “equivale a vivir con mayor bienestar y plenitud”, según explica Hoffmann, en su nuevo libro ‘Neurofitness aplicado’.
La autora comparte tres de sus “ejercicios prácticos para cuidar y poner en forma el cerebro”, uno para cada uno de los tres momentos clave del día: antes de comenzar la jornada de trabajo, estudio o actividades, durante la pausa para comer y dar un paseo o después de la cena, antes de irnos a dormir.
POR LA MAÑANA
Hoffmann recomienda comenzar el día con una técnica para trabajar la alegría, “que nos ayudará a
encarar la jornada mejor predispuestos, y para lo cual utilizaremos el espejo en el que nos miramos cada mañana”.
Este ejercicio consiste en “colocarse frente al espejo y decirnos cosas positivas a nosotros mismos, en lugar de fijarnos en aquello que no nos gusta, como solemos hacer habitualmente”, explica.
“Podemos hablarnos mirando directamente a nuestros propios ojos, y preguntarnos “¿cómo estoy?, ¿cómo me siento?, ¿qué puedo hacer hoy para ser un poco más feliz?”, añade la experta.
“Decirnos cosas buenas frente al espejo y fijarnos en aspectos positivos, nos hace cambiar nuestro diálogo interno y encarar el día con mejor predisposición, más amor propio y mucho ánimo” destaca.
AL MEDIODÍA
“Si a mitad del día disponemos de un rato para descansar o caminar, podemos aprovechar esos instantes para poner en marcha un ejercicio de meditar caminando”, propone Hoffmann.
“Mientras andamos, primero pondremos el foco de atención durante un tiempo en nuestras manos, concentrándonos en las sensaciones que percibimos, su posición y otros aspectos”, señala.
“Después nos detendremos, respiraremos profundamente y seguiremos caminando, pero centrándonos ahora en nuestro pie izquierdo. Entonces volveremos a parar, respiraremos y continuaremos nuestro camino poniendo atención al pie derecho”, prosigue.
Practicar este ejercicio durante nuestro trayecto a pie nos ayudará a trabajar con el cerebro de forma profunda, ya que “no solo estaremos cambiando la rutina y saliendo del modo `piloto automático´, sino que también estaremos realizando una actividad física, que es saludable para el cerebro”, según señala.
AL ANOCHECER
“Antes de irnos a dormir es muy importante entrar en un estado de calma”, según esta especialista. Para calmarse recomienda aplicar la “técnica del silencio neuronal”.
El primer paso consiste en buscar una música binaural (que utiliza dos frecuencias sonoras
ligeramente diferentes, una para cada oído, debe escucharse con auriculares), en las principales plataformas de Internet, incluida la que ella ha compuesto.
El siguiente paso es “escucharla con los ojos cerrados y poniendo toda la atención en los sonidos que se van produciendo”
“Esto irá introduciendo poco a poco a nuestro cerebro en un estado de relajación y calma que, acompañado de una reducción paulatina de la luz, nos ayudará a descansar mejor”, enfatiza.
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