Gatos, compañeros de la Noche de Brujas

Written by Libre Online

25 de octubre de 2022

La popularidad de los felinos domésticos crece especialmente en fechas cercanas a Halloween, pero hay que saber diferenciar mito de realidad para velar por su bienestar.

Por Nora Cifuentes

Gatos. Son los animales favoritos de internet y sus vídeos son de los más buscados, a pesar de que fuera de la red los perros sigan siendo la mascota preferida. Sin embargo, conforme se descubre más sobre estos felinos, su popularidad sigue creciendo.

Ahora en Halloween son muchos los que recuerdan todo el misticismo y las creencias espirituales que rodean a los gatos, y son uno de los animales predilectos en estas fechas. Aunque las protectoras y refugios advierten que, en esta época, los mininos cobran tanto visibilidad como peligro.

DIOSES, CRIATURAS DIVINAS Y SERES SAGRADOS

Rodeados de mitos y fábulas, a los gatos siempre se les ha asociado con la espiritualidad y la energía. Los hay que dicen, incluso, que estos animales tienen un sexto sentido y son capaces de ver más allá del ojo humano, en otros planos o dimensiones.

Esto no es de extrañar teniendo en cuenta todas las culturas y religiones, tanto antiguas como todavía vigentes, que les atribuyen algún papel a esos felinos. El caso que más fácilmente acude a la mente, pero no el único, es el de los egipcios.

Y es que en el Antiguo Egipto se veneraba a estos animales, que libraban a los humanos de las plagas protegiendo así ciudades y cosechas. E incluso había deidades como la diosa Bastet, que era representada con cabeza de gata.

Se creía, además, que los mininos estaban estrechamente relacionados con el dios Ra. Y así, los gatos eran una especie protegida y atentar contra ellos podía penarse con la muerte. Además, cuando uno de ellos fallecía, era embalsamado como parte de los ritos fúnebres.

En otras mitologías, como la nórdica, estaban relacionados con la Diosa Freya como regalo de Thor, y por eso seguían su carro junto a las valkirias. En la cultura celta creían en los Cait Sidhe o “gatos hada”. Y en la mitología de la India eran animales sagrados, solo por debajo de las vacas.

En la vieja China los gatos también se ganaron el entusiasmo de los ciudadanos al proteger las cosechas, por lo que se debe a ellos la existencia de la deidad Li-Shou. Y existía también una leyenda en la época de Confucio en la que se consideraba que los dioses habían encargado a los gatos de supervisar la creación.

En la cultura nipona, a su vez, se creía en la existencia de los Bakenekos, unos felinos espirituales o fantasmas que podían adoptar forma humana y camuflarse así entre nosotros. Además, para los japoneses los gatos eran sinónimo de buena suerte y fortuna.

DE LA RELIGIÓN A LA MODERNIDAD

De hecho, ¿han visto alguna vez esas figurillas, habitualmente doradas, de un gato sentado que balancea una de sus patitas alzada? Suelen colocarse cerca de las puertas para atraer la buena fortuna.

Pues, aunque sean típicos de los bazares chinos con el nombre de “Gatos Chinos de la Suerte” o “Zhaocai Mao”, se discute también si su origen podría estar en Japón y en los Maneki-neko, gatos blancos que suelen colocarse en las entradas de los sitios.

En las historias de las religiones actuales los gatos también han tenido un fuerte protagonismo. En el budismo se les cree capaces de comunicarse con el plano espiritual, y se dice que el propio Buda cortó la tela de su túnica para no molestar a un gato que se había dormido encima mientras él meditaba.

Una historia similar se cuenta sobre Mahoma, profeta principal del Islam, pues una gatita se durmió en la manga de su ropaje y él prefirió cortar la tela para no despertarla al levantarse para hacer sus oraciones.

Además, en la religión musulmana los gatos son considerados animales muy limpios, bienvenidos en los interiores de hogares y mezquitas. Y otra de las leyendas dice que un gato atigrado salvó la vida de Mahoma al ahuyentar a una serpiente que acechaba al profeta mientras rezaba y que en agradecimiento este acarició su pelaje, dando lugar a la característica “M” que tienen estos felinos en su frente.

En los evangelios apócrifos del cristianismo, se atribuye el patrón en forma de esa letra en los gatos atigrados a la virgen María, que acarició la frente de un gatito después de que este consolase al niño Jesús cuando lloraba en el pesebre, calmando su llanto. Se le conoce como el gato navideño.

Desgraciadamente, en épocas posteriores, la estrecha relación entre los gatos y las mujeres acusadas de brujería, y su asociación como animales paganos; llevó a que gran parte de estos animales fuesen exterminados. Se cree que la merma en el número de felinos aumentó las plagas de roedores y facilitó la expansión de enfermedades como la peste.

COMPAÑEROS EN HALLOWEEN 

Y TODA LA VIDA

Y es que en el imaginario colectivo ya existe un vínculo entre gatos y brujas. Es fácil imaginarse a cualquier bruja moderna junto a sus cartas del tarot o sus infusiones, y con un minino cerca.

Por eso, en Halloween el interés por los gatos crece, y son muchos los que se animan a darle un hogar a alguno de ellos. Aunque no es oro todo lo que reluce: multitud de protectoras de animales advierten que también los hay que en estas épocas adoptan gatos, especialmente negros o blancos, para torturarles o sacrificarles en ritos de supuesta magia negra.

“Hay que tener mucho cuidado con a quien se le da un gato en adopción, sea en Halloween o en cualquier otro momento, y asegurarse de que el animal estará bien cuidado… Pero es cierto que las asociaciones, protectoras y rescatistas vemos cómo aumenta el interés por adoptar gatos de estos dos colores justo en estas fechas”, dicen a Efe desde la pequeña protectora Catrrusel (https://www.instagram.com/catrrusel/).

En la misma línea se posicionan desde Gatitud (https://gatitud.org/), una protectora con una casa refugio para gatos: “el tema no es ‘no dar gatos negros o blancos en estas fechas’, es darlos con cuidado”.

¿Y cómo se tiene cuidado? “Exigiendo requisitos que una persona que querría un gato solo para matarlo no se va a molestar en cumplir, como las protecciones en ventanas y balcones, el cuestionario de adopción o la tasa de adopción”, entre otras que explican desde Gatitud.

Así que ya saben, si quieren la compañía de un gato en Halloween, recuerden que después estará junto a ustedes toda su vida. Y, quién sabe, dadas las creencias, quizá los acompañe mucho más allá.

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