De un gran vigor patrio han sido las fiestas nacionales en celebración de la independencia y de recordación entusiasta de los héroes.
Una gloriosa solemnidad tiene cada año esta sublimación de recuerdos venerados.
Laten los corazones con la expontaneidad poética que tiene todo sentimiento inspirado en la grandeza nacional.
Los emigrados y revolucionarios cubanos han ofrendado al inmortal Martí las flores y la bandera que pedía.
Igualmente lo hicieron en la Cabaña y en los fosos. También depositaron ramos al pie de la lápida de los mártires lo niños de las escuelas públicas de la Cabaña con su maestra la Srta. Mercedes Herrera.
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