La llamada embajadora de la tiranía de Cuba en los Estados Unidos, Lyanis Torres Rivera, nunca se imaginó que durante una reunión social con empresarios de Tampa se fuesen a aparecer exiliados de la isla residente en esta ciudad que le reclamaron por la liberación de los presos políticos.

Roberto Pizano, quien asistió sorpresivamente a dicho encuentro junto con su hijo, le hizo un reclamo airado a la diplomática cubana en el sentido que mientras ella comía en lujosos restaurantes de norteamericana, en Cuba la gente se moría de hambre por la falta de alimentos.

Otros exiliados, que fueron alertados sobre la visita intempestiva de esta diplomática a Tampa, la incriminaron fuertemente acerca también de la falta de libertad en la isla y de los miles de presos políticos que aún siguen en las cárceles de la isla.

Los manifestantes con banderas de Cuba y consignas contra la dictadura castrista interrumpieron la cena de la embajadora de Cuba en Tampa que, según testigos, no tenía otro fin que abrir negociaciones con empresarios de esta ciudad.

Otro grupo de manifestantes cubanos se apostaron y se declararon molestos por la presencia de Lianys Torres Rivera, embajadora de la tiranía de Cuba, durante la cena llevada a cabo en Mise en Place, restaurante francés ubicado frente a la Universidad de Tampa.

Los allí presentes gritaron mensajes y consignas en contra de la tiranía encabezada por Miguel Díaz-Canel y arremetieron ante la diplomática por la situación que vive el país caribeño donde se vive una crítica situación social y política que ha provocado la emigración de miles de isleños.

Tanto Torres Rivera como Albertis Monterrey se reunieron con Guido Maniscalco, Representante de West Tampa; Karen Pérez, Miembro del Consejo Escolar del condado Hillsborough; y Cindy Stuart, Secretaria judicial e interventora de Hillsborough.