Escenas de dolor de los familiares frente al edificio

Written by Germán Acero

30 de junio de 2021

En el centro de reunificación familiar, habilitado por el Condado Miami Dade, solo se escuchan gemidos y llantos de las familias que incesantemente están allí en espera de recibir alguna información sobre el paradero de sus seres queridos ,que habitan en el Champlan Towers Sotu que se derrumbó e l jueves.

Uno d e ellos es el colombiano Gerardo Feldman, quien constantemente acude a la información sorpresiva que les da el encargado de este centro oficial y que ,por lo regular, éste viene a cualquier hora a darles noticias sobre el rescate de algunas personas que habitaban allí.

Alli repican , a cada momento, los teléfonos celulares, ya que son el único y más efectivo medio de comunicación q e tiene los familiares, para saber sobre el paradero de sus seres queridos y que están habilitados con el centro de información condal habilitado por la policía y los bomberos y FEMA.

Gerardo, no para de llorar, cuando recibe comunicación de Colombia, ya que su familia que está allí en ese país, constantemente lo vive llamando para saber alguna información sobre la familia Feldman que estaba residiendo en una de las torres que se desplomó el jueves.

“Es una angustia dolorosa. Increíble. Que no me ha dejado dormir en estas últimas 24 horas. Perdí la paciencia. Pero no el entusiasmo y la esperanza de que ,de pronto ,los encuentren  vivos en las cientos de toneladas de escombros”, afirmo Gerardo con los ojos rojos de tanto llorar.

Los antioqueños Luis Fernando Barth, de 51 años; su esposa, Catalina Gómez, de 44, y su hija, Valeria Barth, de 14, se hospedaban desde hace un mes en el edificio Champlain Towers South, en Miami Dade, que se derrumbó parcialmente en la madrugada de este jueves.

La última comunicación con la familia fue el miércoles a las 8:30 de la noche. Sergio Barth habló con su hermano, Luis Fernando, y le dijo que se encontrarían al siguiente día (jueves). La familia pensaba entregar el apartamento y quedarse en la casa de Sergio antes de regresar a Colombia, el 3 de julio.

“Guardamos la esperanza de hallarlos vivos. Será difícil encontrarlos, pero mientras haya una luz de esperanza debemos esperar y confiar”, repite una y otra v ez Gerardo ,quien prácticamente vive las 24 horas del día en este centro,  ubicado a pocas cuadras del lugar del siniestro.

«El plan era vernos hoy y que estuvieran en mi casa, cuadramos para ir a recogerlos y que pasaran a mi casa. Mi mamá viajó de Colombia el lunes y queríamos estar en la casa en familia, pero lastimosamente pasó esto», cuenta Gerardo.

” Era un plan de vacaciones y también aprovecharon para vacunarse contra el covid-19. Estábamos muy entusiasmados con este viaje de placer. Pero todo cambio. Y ahora estamos viviendo todo un suplicio y martirio que     no sabemos hasta cuándo tendrá  su fin” ,expresó agotado y sudoroso

“El siniestro se registró sobre la 1:30 a. m. (hora local). La caída de los 12 pisos del edificio provocó una gran nube de polvo que se extendió por varias calles de la zona, según algunos testigos, que aterrados han vuelto al sitio de la tragedia mientras llueve copiosamente en esta área del norte de la playa.

Hasta el momento, las autoridades reportan más de un muerto y al menos 99 desaparecidos, entre los cuales, que se encuentran 18 latinoamericanos provenientes de Uruguay, Paraguay, Argentina, Venezuela y Colombia.

La familia se hospedaba en el segundo piso, apartamento 204. «El apartamento es de un gran amigo de mi hermano y él siempre se lo presta. No era la primera vez que se quedaban ahí», cuenta Sergio Barth. Agrega que el edificio es viejo, pero que estaba en proceso de remodelación y en obras.

“Estuve a unas cinco cuadras del edificio, allá se armó como una zona de acopio para atender a los familiares. Se ven muchos escombros, máquinas de calor, perros y ultrasonidos. Todo es dolor y muerte. Y angustia”, recalcó Gerardo

Sergio Barth, por su parte, sostuvo  que lo más difícil ha sido el proceso de búsqueda. «Lo único que se sabe es que están desplegando todos los equipos de rescate y de búsqueda desde la madrugada, pero no hay mucha información que entreguen a los familiares”

“ Simplemente se sabe por censo que eran aproximadamente unas 150-155 personas. De estas, 53 lograron salir por sus propios medios o fueron rescatados y enviados a los hospitales», añadió Sergio quien todos los días va a la zona del desastre.

Sergio vive a 40 minutos de la zona y estuvo todo el día en el lugar del siniestro esperando una respuesta positiva sobre sus seres queridos: «Estuve a unas cinco cuadras del edificio, allá se armó  una zona de acopio para atender a los familiares.

«Yo les había facilitado un celular de acá, pero timbra y timbra y nadie contesta. Sus celulares tienen última conexión», puntualizó Gerardo Feldman, quien en algún momento, tuvo esperanzas de que repicara el teléfono de su hermano y se hubiera entonces podido vivir una especie de milagro.

«Guardamos la esperanza de hallarlos vivos. Será difícil encontrarlos, pero mientras haya una luz de esperanza debemos esperar y confiar», agrego Gerardo, quien no para de llorar y contestar el teléfono para hablar con su familia que esta en Colombia.

.Luis Fernando Barth (51 años) y su esposa, Catalina Gómez, son abogados. Luis ha estado vinculado a proyectos públicos y de innovación en Medellín. Anteriormente había venido a Miami y  ,siempre por lo regular , se había hospedado en hoteles de la playa.

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