El grave problema de la contaminación ambiental en una zona residencial de Doral se decidirá probablemente este 6 de septiembre en una audiencia en la junta de comisionados del condado Miami- Dade.
En dicha reunión, presidida por todos los comisionados y la alcaldesa Daniella Levine Cava, se decidirá si la planta de basuras y reciclaje que allí funciona será traslada a otra zona de la Florida.
Así lo confirmó a este periodista el vicealcalde del Doral, Rafael Pineyro, quien reiteró la buena voluntad que hay entre los comisionados para resolver este grave problema ambiental que afecta a una zona exclusiva de apartamentos y casas.
La mayoría de las residentes añoran que se traslade a otro sitio del condado la procesadora de basura de la ciudad, pero es una decisión que está en manos del condado Miami-Dade que tiene un contrato con una empresa privada para manejar esta planta.
Son, por ahora, muchos los que se preguntan qué pasará con el predio donde está Covanta, la planta de reciclaje de basura de Doral, que estuvo prendida en llamas por varios días.
Y es que crece la incertidumbre sobre cuál será su destino, pues Doral no la quiere en la ciudad y sus vecinos tampoco, por lo que la decisión está en manos del condado que es el único con potestad para decidir sobre este asunto.
Lo único cierto es que, por ahora, tampoco hay más olores en el vecindario, porque la planta, tras el incendio, fue apagada en su totalidad.
“Que la cierren definitivamente. Pero que tampoco construyan otra nueva en este mismo lugar. Porque eso no sería una solución para nosotros”, dijo Rolando Cabrera, quien reside en un apartamento cercano.
“O sea, es otro de los planteamientos, que nos quedáramos sin ninguna otra planta de tratamiento de basura en Doral”, consideró Raúl Undrenga, residente de la ciudad.
“Olor, calidad del aire y exceso de camiones por las calles de Doral, es el largo reclamo de los vecinos. El tráfico vehicular en este sitio es insoportable”, agregó este vecino.
“La altura de la loma de cenizas donde queman la basura ya está por encima de las casas”, dicen algunos, quienes insisten en tener una comunidad, pero sin planta de basura, mientras las autoridades de la ciudad dicen apoyar este pedido.
Christi Fraga, alcaldesa de Doral, asegura “tener muy presente que, como ciudad, quisiéramos que la movieran del área. “Pero eso lo decide la alcaldesa condal y sus comisarios” aseguró.
En estos días la coalición de vecinos de Doral recordó en un webinar, que el año pasado discutieron alternativas para evitar que el condado le dé a la planta una nueva ubicación, en un terreno al otro lado de la calle donde funcionaba hasta ahora, pero dicen que los comisionados no atendieron su pedido.
Ivette González Petcovich, abogada de la coalición de vecinos de Doral, explica que “la Comisión no tenía el derecho de votar sobre un tema del que estaban publicando un reporte y tampoco podían tomar una decisión del tema del reporte en el mismo meeting, y que tenían que hacer otro”.
Por eso en septiembre de 2022 la coalición presentó una demanda contra el condado porque consideran que ese voto de la Comisión fue ilegal.
“Con el apoyo de la comunidad, y con un juez que tome esto como un tema legal, no político, pienso que tendremos victoria”, advierte González Petcovich.
Hasta el momento la coalición reunió la firma de 6,400 personas que piden sacar la planta de Covanta fuera de los límites de la ciudad. Postura que apoya el comisionado Juan Carlos Bermúdez, ex alcalde de Doral, y residente de la comunidad.
Para el comisionado de Miami-Dade todo “fue mal gobierno en mi opinión”, refiere Bermúdez. “Primero no es democracia, no le dio la oportunidad a la comunidad de expresarse y en mi opinión no les dio el derecho a algunos de mis colegas de expresarse sobre una decisión tan complicada como la de, si vamos a tener un sitio nuevo a un costo de un billón de dólares, eso no se toma en dos minutos”.
El comisionado Bermúdez también afirmó que la decisión sobre la nueva planta merece un debate profundo en la comisión del condado y que Doral tiene sectores donde se podría construir sin que esto represente un problema para los vecinos, como dijo, es algo que “sucede desde hace mucho tiempo”.
“No queremos que haya algún tipo de concesión donde se indique que se va a reabrir la planta temporalmente, porque sabemos lo que significa temporalmente, sobre todo a nivel de gobierno”, afirmó.
Si esa fuera la decisión de los comisionados del condado, un estudio mostró que reconstruir y volver a poner en operación la planta tendría un costo cercano a los 110 millones de dólares. Esto tomaría entre ocho y 10 meses para trabajos de diseño y entre 12 y 15 meses en tareas de construcción.
El vicealcalde Pineyro sostuvo que “la opción de la reconstrucción, es decir, reabrir donde está ubicada en estos momentos, no debería estar en la mesa, aunque obviamente sé que es un punto que los comisionados van a considerar”.
Después del siniestro ocurrido el 12 de febrero, las instalaciones operadas por la firma privada Covanta se encuentran fuera de servicio, por lo que Miami-Dade está enviando basura hacia el vertedero de South Dade y a otros en Florida Central.
Doral para ponerle seriedad a este asunto tendrá la representación en dicha reunión de la compañía de lobby contratada por la Ciudad para llevar y defender el mensaje de que quieren el centro de acopio fuera de esa municipalidad, según expresó Pineyro.
La firma contratada se llama Southern Group, dijo el vicealcalde, y su función servirá —de acuerdo con Pineyro— para apoyar las gestiones que emprenda el comisionado del distrito 12 y exalcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, también partidario de situar la planta en otro lugar.
Para el vicealcalde, “no son solo los malos olores, sino también las partículas, los químicos que hemos estado respirando durante muchos años y por esto no sabemos que reacciones tendremos con el paso del tiempo”.
“Nuestra lucha es para que esa planta sea sacada de nuestro vecindario
para así preservar la salud de los residentes de este sector que por años han tenido que inhalar esos malos olores”, recalcó Pineyro.
Durante los varios días que duró el incendio y posteriormente, en las oficinas municipales se recibieron “muchas quejas” de residentes que habrían resultado afectados por la exposición a las cenizas que cubrieron una buena parte del perímetro cercano al basurero.
“No hemos recibido demandas legales”, aseguró Pineyro. Organizaciones como Florida Rising han respaldado las manifestaciones de la comunidad en contra de la continuidad del incinerador en Doral.
“Que haya una participación ciudadana en esta decisión y que no se tome a las espaldas de la ciudadanía”, apuntó Pineyro, quien dijo que en ningún momento se debe politizar este delicado asunto que afecta a la comunidad.
Expertos en la purificación del aire dijeron que en la atmósfera de esta área se encontraron concentraciones de material particulado 2.5, un contaminante tóxico del aire, en niveles considerados «no saludables» por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
La exposición al material particulado 2.5 está relacionada con una serie de condiciones de salud, que incluyen asma, disminución de la función pulmonar y orgánica y latidos cardíacos irregulares, según la investigación.
La concejal Maureen Porras de la ciudad del Doral dijo que siempre apoyará una campaña y una decisión que favorezca a la comunidad afectada por esta planta de procesamiento de basuras.
“La salud de estos residentes es lo más importante para las autoridades del Doral y, créamelo, que siempre vamos a luchar porque se tome la mejor decisión en esa reunión de la junta de comisionados y la alcaldesa condal”, concluyó.
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