El origen de la expresión “En todas partes se cuecen habas” no está demasiado claro. Algunos estudiosos concluyen que el dicho es un derivado proveniente de una frase más larga que aparecía, cuando no, en el Quijote de la Mancha… Concretamente en el capítulo dos, cuando Sancho Panza replica: “No hay camino tan llano, que no tenga algún tropezón o barranco; en otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas”. Sancho, vale decir Cervantes, la tenía clarita: no existen los caminos solamente llanos, como no existen los hogares sin problemas ni disgustos.

Una reportera del Nuevo Herald, cuyo nombre es de tan poca importancia que se me olvidó, escribió del partido Republicano. Comencemos con mi apoyo a su libertad de publicar todas las sandeces que pasen por su mente.  

Básicamente su opinión estriba que no solo el ala Trumpista es nociva, sino toda la ideología de los seguidores del partido Republicano, según ella, nazista, racista, y que, por eso, este debería ser eliminado. ¡¡Fantástico!! 

Todos seremos Socialistas, conocidos como “Demócratas modernos”. Vale la aclaración porque el antiguo partidario de ese partido aspiraba, como muchos todavía, a un sistema social-demócrata, donde los “capitalistas” pagan impuestos para ofrecer programas educativos, de salud, y/o retiros. 

El Partido Republicano por lo contrario deseaba una total libertad, y decisión para el individuo, aunque estas sean perjudiciales para estos.  

Esta era la ideología anti-federalista de Jefferson, que representaba al verdadero Liberal (de Libertad). Los Federalistas de Adams teorizaban que un gobierno “fuerte”, sería el mejor sistema para controlar un pueblo no apto para tomar sus propias decisiones.  

Aunque las dos teorías persisten, las definiciones de los términos se cambiaron en los años ‘20 y a los Jeffersionanos nos nominaron Conservadores y a los que deseaban un gobierno central con amplios poderes, liberales. 

Es por eso que una escritora, de un periódico partidista, escriba su deseo de que este país tenga un solo Partido político el mal llamado Demócrata, que en su mejor momento fue Social Demócrata, pero ahora se acerca más al Socialismo totalitario, y donde muchos como ella, ¡desean como en Venezuela tener siempre el poder! 

Lo viví en Cuba comenzando con el límite a la libertad de expresión que comienza acá. Nada, que como dijo Sancho “en otras casas cuecen habas”.