Los nicas aún mantienen viva la fe a la Virgen María y, por eso, nuevamente como tradición volvieron a salir a las calles de la ciudad de Sweetwater, para clamar por la libertad de Nicaragua, en cuyo poder político actualmente se encuentra el dictador Daniel Ortega y su esposa.

La mayoría de las asistentes a este acto religioso, el pasado domingo, inclinaron sus cabezas ante la estatua de la Virgen María en señal de petitorio para que vuelva la libertad tanto religiosa como política a Nicaragua. El evento se denomina “quién causa tanta alegría. La concepción de María”.

Ángel Lacayo, quien vino con su familia a este desfile de la gritería, reiteró que “no volveremos a ser felices mientras esté en el poder el dictador Ortega, porque desde que asumió el poder, no hemos podido volver a nuestros país y tampoco sabemos sobre la suerte de nuestros familiares”.

Pese a la lluvia, hacia el anochecer, volvieron a salir los feligreses a las principales calles de la ciudad, que fueron acordonadas por la policía, para que la gente pudiera visitar a los distintos monumentos instalados en la vía vehicular durante el acto de la gritería chiquita.

Lo más significativo, como todos los años, fue que los feligreses y adoradores de esta virgen, pudieron recibir en la difícil situación económica en que se encuentran, víveres y otras viandas para llevar a casa, y así poder resolver en parte su comida diaria.

En la mayoría de los comercios, asimismo, los dueños repartieron comida y refrescos a los visitantes, que se declararon satisfechos, por la solidaridad humana que reinó en este acto popular callejero, que por estos años celebra “la gritería a la Virgen María”, que es tradicional en Nicaragua.