A 231 años dEl primer Periódico de Cuba que da razón al Día del Periodista que se celebra este domingo 24 de octubre

Curiosidades del “Papel Periódico”

Ya en 1790, aunque creados en ese año, los anuncios en periódicos daban resultado. En el primer número del “Papel Periódico” (Octubre 24 de 1790), se publicó este anuncio: “Al capitán Diego de la Barrera se le ha extraviado el primer tomo de la obra del Marqués de Santa Cruz; si la tuviere alguno de sus amigos, sírvase avisárselo”.

Y en el cuarto número del propio “Papel Periódico” se dijo: “El tomo primero de la Obra del Marqués de Santa Cruz se entregó a su dueño a los tres días de anunciada la noticia de su extravío”.

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El primer anuncio comercial apareció en el “Papel Periódico” en su quinto número y decía así: “En el Almacén nuevo Calle de la Cárcel Vieja número 100 se venden vinos, el de Málaga a real la botella; el tinto de Cataluña a medio; el de San Lúcar seco a real y la de Mariposa de Castilla a medio; todo superior”.

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En el número siete, el comerciante del 100 de la calle de la Cárcel Vieja anunció de nuevo de esta guisa: “En la calle de la Cárcel Vieja, casa número 100, están las botellas de polvo de Rapé de Nueva Orleans de la fábrica de Pierre Nicolai Aubray a cuatro reales y la de vino tinto de Burdeos a dos”.

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El éxito de ese comerciante movió el celo de un competidor de la propia calle que en la edición de Dicembre 26 de 1790 anunció de esta manera: “En la calle de la Cárcel Vieja, accesoria 126 de la casa del Márques del Buen Agrado cerveza superior de Santander por barriles de cincuenta limeras a cinco y mediopesos la docena y por menor a cuatro y medio reales la botella”.

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El 20 de febrero de 1791 se publicó este anuncio: “Carne de Buenos Aires bien acondicionada a seis reales; arroba y alpiste a ocho en la casa de D. Carlos Recaño junto al Cuartel de Artillería”.

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Don Antonio Bachiller y Morales al escribir en sus Apuntes para la Historia de las Letras sobre el “Papel Periódico” dice que del importe de cada suscripción el impresor recibiría un tercio y el repartidor otro tercio, el impresor tenía además el derecho a dos tercios del producto de la venta de ejemplares que se hacía en su propia imprenta. En 1805 se modificó la primer tarifa de anuncios establecida años antes y que era según rezaba en una tablilla puesta a la vista del público en la imprenta “medio real por anuncio sin distinción de persona”, estableciéndose lo de un real por anuncio de venta de esclavos y ocho reales por venta de fincas rústicas o urbanas.

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El conductor embrión del repórter de las noticias de la administración pública percibía, según Bachiller y Morales, seis pesos al mes como sueldo, el repartidor y él fueron los únicos que aparecieron en la nómina del “Papel Periódico” por muchos años.