Uno de los mayores genios mundiales de la construcción de gigantescos rascacielos en concreto reforzado, el cubano Ysrael Abraham Seinuk, fue objeto de un sentido homenaje en el Museo de la Diáspora Cubana en el Exilio que contó con la presencia de familiares e invitados especiales.

 Beatríz Seinuk y Fanny Seinuk, hija y madre, estuvieron en la presentación oficial y hablaron acerca de la gran obra profesional que construyó Ysrael no sólo en Cuba sino también en los Estados Unidos y que también trascendió en todo el mundo.

“Mi padre (ya fallecido) fue un verdadero genio cuya obra más grande quedó plasmada en los enormes rascacielos de Nueva York”, dijo orgullosa su hija Beatriz, quien resaltó el ideario profesional de Ysrael durante la presentación del acto donde hubo una exhibición del legado que dejó Seinuk.

Ysrael, quien recibió con honores un título en ingeniería en la Universidad de La Habana, llegó a la cúspide luego de implementar y desarrollar la construcción antisísmica en edificios elevados que se inició en la ciudad de México. En Nueva York también construyó la Torre Trump.

Hoy aún se mantienen en pie enormes rascacielos no sólo en Nueva York sino también en Manhattan que tuvieron el ideario de Ysrael, quien recibió cientos de honores y galardones en esta metrópoli, por su genial obra de construcción de hormigón en concreto reforzado.

También la Universidad George Washington lo destacó como asistente de ingeniería y recibió el Premio Herencia Hispana en el 2004 de ingeniería dadas sus obras en la capital del mundo donde revolucionó toda la reconstrucción de los rascacielos siendo ellos una mole de más de 50 pisos.

Marcel Felipe, quien ocupa un alto cargo en este museo de Miami, resaltó la genialidad de Ysrael en el campo de la construcción y no dudó un solo momento en advertir que fue uno de los grandes personajes de esta labor en el mundo.

“Para nuestra familia es un honor muy grande. Hemos trabajado con mucha intensidad para mantener el legado de mi padre. Fue, además, un hombre de principios. Siempre amó a su Cuba y deseó para la isla la libertad”, insistió su hija.

“Su Cuba siempre la tuvo dentro de su corazón. En Alamar un arquitecto Martín Domínguez diseñó la Torre de la Libertad, pero llegó la dictadura a Cuba y no se pudo concretar este proyecto, pese a que mi padre había puesto empeño en esa gigantesca obra”, recordó Beatriz

“Él, increíblemente, trajo para Estados Unidos todos sus conocimientos adquiridos en Cuba. Lo llamaban de todo el mundo para desarrollar obras de gigantescos edificios”, reiteró tras revelar que el periódico New York Times describió a Ysrael como “uno de los grandes sucesos de la ingeniería mundial”.

“Él llegó muy alto en esta profesión porque, como cubano, desarrolló esa inteligencia y talento que tienen los isleños para realizar obras de mucho prestigio en el mundo en diferentes campos mediante un estudio concienzudo y práctico”, enfatizó.