Elia Kassem, la presidenta de los Municipios de Cuba en el Exilio recordó el legado del general Antonio Maceo de que “no hay que dejar de luchar”, en alusión a las batallas que deben de continuar por parte del exilio de Miami y el pueblo de Cuba para lograr pronto la libertad de la isla.

Kassem y varios líderes exiliados de Miami asistieron al acto convocado por Ángel González en el Parque Maceo de Flagami para recordar al insigne patriota que se unió a la lucha por la libertad en la isla en tiempos que arreciaban imposiciones y ambiciones políticas por parte de España en la isla.

“Hoy en este acto debemos recordar ese legado porque no hay que desfallecer en la lucha por la libertad de Cuba ante el asentamiento del poder en la isla por parte del régimen comunista de los Castro”, opinó Kassem.

“Maceo, cubano de origen humilde, nos enseñó y nos dejó el legado de que hay que ser persistentes en esa lucha, hasta lograr la libertad”, reiteró Kassem, luego de que han pasado más de 60 años de que el comunismo se ha mantenido en el poder en Cuba.

“Hay que ir hasta el final. Hasta que Cuba sea totalmente libre y soberana. No importa todo lo que haya sucedido porque, primero, está lograr que el comunismo se vaya del poder en la isla, con el apoyo y esfuerzo del exilio y del pueblo cubano”, reiteró Elia.

“Nuestra lucha no cesará nunca. Es una meta y un ideal político. Si no podemos hacerlo, ahora, los dejaremos en manos de las nuevas generaciones como un gran propósito político, de que llegará algún día, en el futuro, ese gran anhelo porque los cubanos quieren vivir en libertad”, apuntó.

En el mismo acto, el pasado miércoles, habló Antonio Calatayud, quien, en una extensa improvisación, se refirió a toda la vida y obra del general Maceo, que se constituyó en un gran legado para la historia política de Cuba por las repercusiones que tuvo durante muchos años.

Este 7 de diciembre los cubanos conmemoraron los 126 años de la muerte del prócer independentista Antonio Maceo, quien falleció a la temprana edad de 51 años, recordó Calatayud, quien con exiliados celebró tan histórica fecha de recordación de la vida del extinto Mayor General.

Y Calatayud, asimismo, expresó que “El Pacto del Zanjón, firmado  por varios luchadores independentistas, proponía entregar las armas para alcanzar una paz, pero sin independencia. Maceo se opuso a ello y, en entrevista con el General español Arsenio Martínez Campos, afirmó: “No acepto deponer las armas sin haberse proclamado la independencia de Cuba ni la abolición de la esclavitud”, surgiendo así la Protesta de Baraguá.

“Y no aceptó. No claudicó. La lucha armada continuaría en Cuba. “En el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar, surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada”, enfatizó Calatayud, en medio del fragor patriótico de los allí presentes.

“Luego de fracasar la guerra por falta de unidad entre las entonces fuerzas combatientes, además de otros factores, Maceo viaja a Jamaica. Luego lo hace a Costa Rica, donde se encuentra con Martí en 1893 para reanudar la lucha en Cuba. El Apóstol sabía, y así lo expresó, que Maceo tenía “tanta fuerza en la mente como en el brazo”, concluyó.