El ‘triángulo de oro’ del exotismo asiático

Written by Libre Online

23 de enero de 2024

En el continente asiático hay tres lugares exóticos situados en los imaginarios vértices de un triángulo geográfico: Mongolia, India y Tailandia. Son destinos con características llamativas y muy diferentes a las de los ámbitos americano y europeo, que abren la puerta a experiencias fascinantes y transformadoras. Parecen sacados de un sueño.

Por Daniel Galilea

Los viajes abren la puerta a experiencias nuevas, que se vuelven fascinantes y transformadoras cuando el lugar de destino es muy lejano, o tiene unas características diferentes de las de nuestro propio país. En Asia hay tres lugares donde el entorno, la cultura y las personas están cargados de magia.    

Allí, le esperan al viajero infinidad de maravillas por descubrir: aventuras a cada paso; espacios abiertos espectaculares; playas paradisíacas: templos milenarios; vegetación exuberante; culturas singulares. Allí la realidad adquiere una dimensión mágica y onírica, donde es fácil sentir que se está viviendo en una película, o incluso dentro de un sueño.

Son lugares exóticos, con formas de vivir, paisajes y ambientes muy diferentes de aquellos a los que estamos habituados, y de los cuales el viajero suele regresar siendo diferente de cómo era al partir. Vuelve positivamente transformado por las bellezas únicas y experiencias emocionantes que allí ha descubierto y vivido. 

Lugares que quedan grabados a fuego para siempre en los recuerdos y en el corazón de quien los conocen, como algunos de los países seleccionados por los especialistas de la prestigiosa editora de guías de viajes Lonely Planet (LP) e incluidos en la edición 2024 de su lista anual ‘Best in Travel’ de mejores destinos para viajar. Los describimos a continuación:

MONGOLIA

Encajada entre Rusia y China, Mongolia podría parecer inaccesible debido a la situación geopolítica, pero sus puertas están abiertas y una reciente campaña de turismo ha suavizado las anteriores restricciones de visados, según informa LP.

Bares, restaurantes y locales nocturnos mongoles bullen de actividad, y los urbanitas del país salen al campo para disfrutar de los espacios abiertos, lagos y ríos, tras los difíciles años pandémicos que paralizaron la economía y el turismo.

El gobierno mongol quiere que también lleguen los visitantes extranjeros y ha declarado 2024 como “año para visitar Mongolia”, con iniciativas como eximir a ciudadanos de 34 países de visado obligatorio para estancias inferiores a 30 días hasta finales del 2025, y añadir a las conexiones aéreas directas con Europa, un vuelo sin escalas desde EE. UU..

En la capital, Ulán Bator, se puede visitar el Museo Nacional Gengis Kan, que abarca toda la historia de Mongolia y culmina con el reino de ese guerrero mongol del siglo XIII, que fundó en Eurasia el mayor imperio terrestre del mundo.

Para vivir una aventura fuera de lo común se puede asistir a la Fiesta de las Águilas Doradas (14-15 septiembre), a 1.600 kilómetros al oeste de Ulán Bator, en el cual los kazajos que cazan presas simuladas con águilas, compiten en un concurso que se hizo famoso gracias al documental ‘La cazadora del águila’ (2016).

Cenar empanadillas al vapor preparadas por una familia nómada en la estepa; asistir a una competición de tiro con arco, carreras a caballo y lucha libre en un ‘naadam’ (festival) campestre; o cabalgar a lomos de un caballo mongol, son otras experiencias tan sostenibles como inolvidables, según LP. 

INDIA

Con nuevas rutas aéreas desde Europa y América que facilitan el acceso a Delhi, Bombay, Goa y Kerala; nuevas conexiones a los estados del noreste del país; y trenes flamantes que renuevan la red ferroviaria, es un momento ideal para viajar a India, disfrutar de sus deliciosas ‘dosas’ (crepes típicos) y descubrir los espectaculares templos de este colorido país.

Hay pocas experiencias comparables a amanecer en un coche cama cruzando las llanuras del país, o disfrutar de un trayecto a bordo del barco MV Ganges Vilas, que surca el río Ganges, el Brahmaputra y otras grandes vías fluviales a lo largo de casi 1.600 kilómetros a través de la India y Bangladés, siendo el crucero fluvial más largo del mundo, según LP.

En 2025 será más fácil visitar los pueblos de montaña, las cascadas atronadoras, los puentes y las 145 comunidades tribales de los siete estados del noreste indio, que marcan la frontera ‘salvaje’ del país, mediante las nuevas rutas aéreas y ferroviarias que conectarán Delhi con dichos estados: Assam, Meghalaya, Arunachal Pradesh, Nagaland, Manipur, Mizoram y Tripura.

Visitar los templos, desde las tallas de Khajuraho hasta las ‘gopurams’ (torres ornamentales) del sur; hacer una ruta senderista por los valles del Himalaya, llenos de monasterios budistas; recorrer los mercados y luminosos bazares en Delhi, como el de Chandni Chowk; conocer las paradisíacas playas de Goa; y descubrir los bosques tropicales y sus palafitos con techos de paja, son experiencias que nadie debería perderse, según LP.

SUR DE TAILANDIA

Desde Lonely Planet destacan que la Tailandia musulmana, situada al sur del país asiático, podría considerarse como “otra Tailandia”: un lugar con una cultura rica y fascinante con varios siglos de historia, leyendas de santos milagrosos y sultanes conquistadores, kilómetros de playas desérticas, pueblos pesqueros tradicionales y parques nacionales cubiertos de jungla.

El sur de Tailandia continental, hogar espiritual de la segunda comunidad religiosa del país, y sobre la que rara vez se leen noticias, alberga un mundo de mezquitas eclécticas y singulares, de cocina deliciosa y de festivales pintorescos, según LP.

Cuanto más al sur del país se viaja, más se nota el cambio en la cultura y en la gente. En esta región que se nutre de un patrimonio rico en influencias persas, árabes e indo-asiáticas, todo empieza a parecerse más a la vida del otro lado de la frontera, en la limítrofe Malasia, puntualizan.

Es una zona de santuarios dedicados a los santos sufíes hacedores de milagros, venerados por budistas y musulmanes, y donde en las noches sagradas flota en el aire el canto hipnótico de los devotos y suena cinco veces al día la llamada a la oración, desde mezquitas construidas con un estilo que mezcla armoniosamente lo tradicional tailandés y lo islámico clásico.

Desde LP recomiendan participar en un ‘iftar’ abierto (comida nocturna que rompe el ayuno diario durante el Ramadán); pasear por la jungla virgen en Singha Nakhon, en busca de las ruinas del sultanato de Singora; saborear deliciosos platos locales en el mercado de Nakhon Si Thammarat; y tumbarse en una playa desierta e intentar ver el bello delfín rosa, cerca de Ao Khanom.

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