El relato histórico por entrega: El Clandestinaje en Cuba

Written by Enrique Ros*

7 de julio de 2021

Un estudio minucioso de la lucha clandestina cubana, a cargo del historiador Enrique Ros (†)

1962: Año de Acciones comandos. Arrestos y lucha clandestina (XI de XI)

EL ATAQUE DEL DRE AL «ROSITA DE HORNEDO».

En 1962 los cubanos siguen combatiendo a la tiranía. Dentro de la isla y con ataques comandos. Uno de éstos, frente a las costas de la capital.

El 24 de agosto de 1962 un grupo de estudiantes del DRE parten, de un puerto en el Caribe, hacia las costas de La Habana. Van en dos barcos. El buque madre será un P.T. uno, entre otros, que se acercarán a las costas cubanas, el Juanín, realizará la temeraria acción. Al frente de ellos estará Juan Manuel Salvat y junto a él, Bernabé Peña, Isidro Borja, Leslie Nóbregas, José Basulto, Alfredo Fontanils y otros.

En pocas horas lo realizado por aquel grupo de estudiantes será noticia mundial. Han ametrallado el hotel en que se encuentran alojados funcionarios y militares soviéticos.

Desde La Habana la agencia cablegráfica A.P. da a conocer que «el ataque desde el mar provoca pánico. Uno de los disparos dañó el salón de recepciones del hotel; otro dañó seriamente una de las paredes que, horas después fue cubierta con numerosas banderas para ocultar el daño. Un tercer disparo hizo blanco en el salón de recepción del hotel destruyendo sus paneles de cristal. Cundió el pánico en todo el hotel».

Los estudiantes, dirigidos por Juan Manuel Salvat utilizaron un cañón de 20 milímetros y los ocho hombres que iban en uno de los barcos, en el «Juanín», varios rifles automáticos. El otro barco lleva 15 estudiantes con seis carabinas M-1 y 3 rifles Browning automático. Iban en el P.T. que se mantuvo más alejado con sus 15 tripulantes.

Por supuesto, Castro inmediatamente responsabilizó a los Estados Unidos de aquel ataque. Nada tuvieron que ver el gobierno ni las agencias norteamericanas con aquella acción que el Directorio había planeado durante los últimos 40 días. El DRE, con aquella riesgosa operación, quería demostrar a todos que Castro era vulnerable a pesar del respaldo que le ofrecían tropas soviéticas en suelo cubano. Declaraba el dirigente estudiantil que «el exilio no podía ni puede continuar esperando la liberación de manos extrañas que no sienten ni quieren sentir el dolor de un pueblo oprimido».

Al día siguiente el propio Fidel Castro admitió que «barcos armados habían cubierto con disparos de cañón toda la zona portuaria”, admitiendo que el cañoneo había ocurrido como a las 11:30 de la noche, dañando varios edificios: el Hotel ICAP, el Teatro Chaplin y otros que fueron blanco de varios proyectiles blindados.

LA PRENSA MUNDIAL DESTACA LA NOTICIA

Los cables describiendo la temeraria acción procedían de La Habana, Londres, Lima, París, Washington y otras capitales. El ataque se realizó en un lapso de 7 minutos. De acuerdo a cables de la AFP de La Habana «los agresores abrieron fuego con ametralladoras pesadas de 20 milímetros y cañones de repetición de 57 milímetros, según reveló el primer examen de los proyectiles».

El Departamento de Estado no demoró en responsabilizar al Directorio Revolucionario Estudiantil de aquel hecho declarando que «no podían aprobar que se utilizase el territorio de Estados Unidos como base de acción naval». (Cable de la UPI, de agosto 25, enviado desde Hyannis Port, Massachussets).

El domingo agosto 26, el «Sunday News». destaca en grandes titulares que «Los Estados Unidos denuncian el bombardeo a Cuba». En titulares menos escandalosos: «Amonesta a Exiliados Sobre Nuevos Ataques».

El New York Post en su edición de agosto 26 da a conocer en su titular «Barcos Ametrallan La Habana». El Herald Tribune, de Nueva York, informa, también en la primera plana, la acción del Directorio la que califica de una posible causa de una crisis internacional. Por supuesto, para Castro sólo hay un responsable. Hace declaraciones, similares a las formuladas cuando meses atrás se había producido la invasión de Bahía de Cochinos:

«Nosotros hacemos responsable a los Estados Unidos por este nuevo y cobarde ataque a nuestro país y denunciamos ante el mundo los planes agresivos del imperialismo que se preparan contra Cuba».

Otro periódico de Perú despliega en su primera plana: «bombardeo a La Habana crea tensión bélica». El Sunday Star, de Washington,

D.C. es otro de los tantísimos periódicos, que resaltan la noticia:«Grupos de Exiliados de Miami atacan La Habana». y, por supuesto, el Miami Herald en su edición del domingo 26 de agosto destaca la noticia del día: «La Habana Ametrallada por Exiliados de Miami». Aparece en aquella edición una foto de la zona que había sido atacada por el Directorio. Igual lo hace el Miami News. Otros calificativos recibe el ataque de la prensa cubana: «La Agresión Filibustera a La Habana». Y otro titular «Cínica Confesión de los que Realizaron el Hecho». Así describe Revolución, dirigida por Carlos Franqui el sorpresivo ataque de los miembros del Directorio Revolucionario Estudiantil. La Estrella de Panamá cubre declaraciones de alguno de los miembros del Directorio. Y la Revista Time, en su edición de septiembre 7 publica foto y descripción de aquel hecho. Aparece también, con información bastante distorsionada, en el Excélsior de México D.F. del lunes 27 de agosto. Jules Dubois en columna para el Diario Las Américas habla de la acción de los heroicos estudiantes. Publican artículos elogiosos Sergio Carbó «Cañonazos Gloriosos y Argollas Humillantes». y Humberto Medrano: La Operación «Pitirre». La Bohemia Internacional, que ya se publicaba en Nueva York, le da amplia cobertura.

(Continuará la semana próxima)

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