El relato histórico por entrega: El Clandestinaje en Cuba

Written by Enrique Ros*

23 de junio de 2021

Un estudio minucioso de la lucha clandestina cubana, a cargo del historiador Enrique Ros (†)

Una obra que reconoce la valentía, entrega y sacrificio del pueblo cubano en la batalla por su libertad

1962: Año de Acciones comandos. Arrestos y lucha clandestina (IX de XI)

Horas después el Coordinador Nacional del MRP tenía frente a sí a Fernando Rojas Penichet a quien le explicó la proposición que le habían hecho. «Yo aceptaré, me dijo Fernando, cualquiera que sea tu decisión pero creo que no tienes otra alternativa que aceptar. Comprendo lo duro que será para ti».

Le dieron un cuestionario del que Reinol podría eliminar las preguntas que no deseaba contestar. Repasaron el libreto una y otra vez. Ya se encuentran en el estudio de televisión donde están, también, los micrófonos de las radioemisoras. Ramiro Valdés ordena a Malmierca que trajera a los periodistas entrevistadores. El primero en entrar y tomar asiento fue Raúl Valdés Vivó. Lo acompañaba el columnista del diario «El Mundo». Luis Gómez Wanguemert que actuaría como «moderador». del programa. Le siguió Gregorio Ortega que en aquel momento dirigía la emisora radial CMQ del Canal 6 de televisión expropiados ambos por el gobierno. Finalmente tomó asiento Carlos Franqui, fundador-director del periódico «Revolución».

Ramiro Valdés, Ministro del Interior, explicó a todos las reglas acordadas y les pidió que no se salieran del marco establecido para no provocar respuestas que, fuera de control, resultaran incómodas o dañinas a la Revolución. Pero el programa no iba a salir en vivo. Sería grabado, sería ampliamente anunciado para que toda la población pudiera verlo y escucharlo.

COMPARECE REINOL GONZÁLEZ ANTE LA TELEVISIÓN Y LA RADIO

El 6 de noviembre de 1961, sorpresivamente para tantos, aparece en la televisión y la radio cubana, Reinol González, Coordinador Nacional del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), ofreciendo información sobre los hechos aquí narrados. Sólo mencionará el nombre de aquellos que ya no están en la isla o de sus compañeros ya presos y procesados.

Luego de describir varias de las acciones en que participaron, relaciona los nombres y las posiciones que ocupan sus compañeros de lucha:

En noviembre de 1961 se encontraban en las «Cabañitas», entre otros, Pedro Forcaris, Coordinador Nacional del 30 de noviembre, que había sustituido a David Salvador, y Armando Ferrer, Jefe de la Sección de Acción y Sabotaje de esa organización. También Ángel de Fana, uno de los más altos dirigentes del Movimiento Demócrata Martiano.

Antonio Veciana: Responsable de Acción y Sabotaje; Manuel Izquierdo Díaz: Coordinador Provincial de Acción y Sabotaje; Fernando Rojas Penichet: Coordinador General de La Habana;  Orlando Castro García: Responsable de Acción y Sabotaje; Ernesto Amador del Río: Coordinador Provincial, La Habana; Dalia Jorge Díaz: Financiera Nacional;  Griselda Noguera: Responsable del Sector Artístico; Roberto Jiménez: Coordinador Estudiantil; Raúl Fernández Trevejo: Coordinador Provincial Operaciones Militares;  José Antonio Martínez Mariño: Organizador Obrero Nacional;  Henry Martínez: Coordinador Obrero;  Regla María Orama Roque: Coordinadora de Asistencia Social;  Francisco León: Coordinador de Resistencia Cívica;  Jorge Pérez Vázquez: Coordinador del Grupo de Profesionales. Héctor René López Fernández: Coordinador Provincial; Rolando Martínez Leal: Coordinador de Resistencia Cívica, La Habana; Domingo Zabala: Coordinador del Sector Bancario. Eduardo Camejo Cabrera: Financiero de Acción y Sabotaje; María Amelia Fernández del Cueto: Enlace de Acción y Sabotaje.

Rogelio Cisneros es mencionado como el representante en el exterior.

Como miembros de Acción y Sabotaje aparecen Ángel Teherán Galán, Rafael Madruga, Francisco Pla, Estela Madruga, Bernardo Paradela, José Antonio Jiménez Caballero, Rodolfo Valdés Rodríguez, Gerardo Domínguez. También Heser David, Héctor Laffite, Jorge Nápoles Agramonte, José Rodríguez Reboso, Ibrahim Torres y muchos más.

Carlos Pérez Carrillo, fue responsabilizado con planear el sabotaje de 15 cines de La Habana. La organización estudiantil aparece formada por Raúl Fernández (Iván), Benito Díaz Parets, Julio Miranda, y Germán Figueroa (Tobby). Mencionaba también a Amparo Ruiz Salas, como auxiliar de la Coordinación Nacional de Propaganda y a Hilda Campo Blanco y Lidia Pino Cabrera como asistentes de la Financiera Nacional.

Amador Odio será señalado como Responsable de Suministro de Asilos Políticos. A Sara del Toro se le menciona como su auxiliar.

Termina el dirigente del MRP su extensa comparecencia afirmando que ya resultaba imposible conspirar; que «era estéril y suicida». que se mantuviese la lucha interna.

Posición distinta asume Julito Hernández Rojo al ser detenido con otros dirigentes nacionales del Directorio. Así lo narra uno de sus compañeros de causa:

«A Julito le dicen que si habla por televisión no cumplirían la pena de muerte que han decidido aplicar a cuatro arrestados (a él y a Raúl Cay Gispert, Juanito Valdés de Armas y Laureano Pequeño). Julito se niega, y así nos lo informa cuando lo tiran de nuevo en el patio de La Cabaña».

La posición asumida públicamente por Reinol es objetada por otros combatientes:

«Lo que nosotros no aceptamos es que se diga que la lucha está perdida. Que hay que recoger todas las banderas; que tenemos que retirarnos; que la Revolución ha cumplido parte de lo que ha prometido. No. Eso no es correcto. Se muere usted, se muere su compañero pero la lucha debe seguir».

 EL INFORME DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO

El 3 de noviembre de 1961 el Departamento de Seguridad del Estado, del Ministerio del Interior, estaba redactando un informe sobre los planes del MRP «para actos de terrorismo, sabotaje y atentados al Comandante Fidel Castro y otros representativos del gobierno revolucionario, frustrado por la vigilancia del pueblo y por la acción del DSE».

En el informe se detalla la organización del plan de sabotaje que estaría a cargo del Coordinador Nacional de aquella organización, Reinol González. Todas estas acciones eran previas al atentado que proyectaban en Palacio al regreso del Presidente Osvaldo Dorticós el 4 de octubre.

El plan para atentar contra Castro y Dorticós lo describen en el mismo informe. Coinciden, en gran parte, con lo que uno de los organizadores, Antonio Veciana, le manifestó al autor en una extensa entrevista. El plan consistía en disparar con una bazuka desde el apartamento 8-A del edificio ubicado en Avenida de las Misiones #29 contra la terraza Norte del Palacio Presidencial, en ocasión del acto que se celebraría el día 5 de octubre de 1961 con motivo del regreso de Dorticós.

Participarían Veciana, Reinol González, Reinaldo Paradela, Juan M. Izquierdo y otros.

EL ATENTADO DEL 5 DE OCTUBRE VERSIÓN DE ANTONIO VECIANA

«El atentado se había planeado para realizarlo cuando el astronauta Gagarín llegara a La Habana y Castro, muy probablemente, estaría con él en la Terraza Norte del Palacio. Bernardo Corrales pensó que no había seguridad de que Castro estuviese en la terraza ese día, aunque Bernardo Paradela, Orlando Castro y yo considerábamos que ese era el momento oportuno. Efectivamente Castro y Gagarín estuvieron en la Terraza pero no estuvimos preparados».

La nueva oportunidad se presentó con el regreso de Osvaldo Dorticós de su viaje a Moscú. Trazaron el plan de realizar asaltos, colocar bombas incendiarias en varios importantes establecimientos para provocar un acto de concentración frente a palacio, pero la persona que iba a colocar una de las petacas, que era Dalia Jorge, que había trabajado en la Compañía de Teléfono y –nos dice Veciana y confirma Reinol González– era una muy activa militante y conocía todas las casas de seguridad, fue detenida. Pero ella no sabía del atentado. «Por eso continuamos con los planes. Habíamos acordado con un dirigente del Segundo Frente del Escambray (Ramiro) que al eliminar a Fidel nos alzaríamos en el Escambray. Yo tenía en Miami una persona de confianza de Carlos Prío (Fernando Álvarez Barrero y Zenaida Marrero) y les pedimos que tuvieran preparado un buen alijo de armas».

(Continuará la semana próxima)

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