El recuerdo del holocausto. “Un día muy triste para la historia de la humanidad” 

Written by Germán Acero

30 de enero de 2024



Lo encontramos en la oficina del imponente “Holocaust Memorial” de Miami Beach. Lucía con la cabeza un poco cabizbaja y sostenía un libro entre sus manos acerca de esta tragedia que hoy nuevamente se ha conmemorado como ‘Un día muy triste para la humanidad’. 

Fue el 27 de enero del 2024 cuando se recordaba en un acto muy solemne en dicho lugar el “Día Internacional del Holocausto Nazi”, ocurrido en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), donde en campos de concentración fueron exterminados más de seis millones de judíos.

Allí como todos los años se recuerda la fatídica fecha porque residen en el área metropolitana de Miami cerca de 123.000 judíos, integrantes de la Federación Judía del Gran Miami (JCRC), que es una de las más grandes de La Florida.

Es Laszlo Selly, quien, junto con su hermano gemelo, nació en Budapest, Hungría, el 31 de diciembre de 1937, en una familia judía secular de clase media. Cuando tenía seis años, recuerda que su madre le cosía una estrella amarilla en la ropa.

Desesperados por mantener a salvo a sus gemelos, los padres de Laszlo tomaron la difícil decisión de esconderlos. Este plan los llevó a un gran peligro y regresaron con sus padres. De alguna manera, el padre de Laszlo obtuvo un certificado de protección Raoul Wallenberg que permitió a la familia mudarse a una casa segura.

En 1944, cuando los nazis obligaron a los judíos de Budapest a ingresar en el ghetto, Laszlo y su familia fueron reubicados en casas judías designadas, conocidas como Casas de la Estrella Amarilla. Desde su ventana, Laszlo presenciaría cómo miles de judíos marchaban calle abajo hacia el tren hacia Auschwitz.

Para los sobrevivientes, volver a la vida como era antes del Holocausto, era imposible. En buena parte de Europa ya no había comunidades judías. Cuando trataban de volver a sus casas desde los campos o sus escondites, en muchos casos se encontraban con que sus casas habían sido saqueadas o tomadas por otros.

Además, volver al hogar era peligroso. Después de la guerra, en varias ciudades de Polonia hubo disturbios antisemitas. El “pogrom” antisemita más grande tuvo lugar en julio de 1946 en Kielce, una ciudad del sudeste de Polonia. 

Después de la liberación soviética, la familia comenzó a reconstruir su vida en Budapest. Los gemelos comenzaron la escuela y pasaron diez años de intenso adoctrinamiento comunista. Mientras Laszlo completaba su formación como fotógrafo profesional, comenzó la Revolución Húngara de 1956. Durante el caos de la revolución, Laszlo y su hermano escaparon de Hungría y se dirigieron a Estados Unidos.

En Nueva York, Laszlo se convirtió en un fotógrafo gastronómico de gran éxito trabajando con agencias de publicidad, cadenas hoteleras y diseñadores de envases. Después de jubilarse, Laszlo y su esposa, Gail, se mudaron a Florida para estar cerca de su familia.

Por eso estaba allí Laszlo acompañado también por la ilustre dama Helen Chaset. Ella inclusive llevaba una hermosa cadena de oro en su pecho con el numero K224446 que fue el que sirvió de reseña a su padre quien fue víctima de ese horrible genocidio.

Presente estaba además Drew Taborda, quien su padre y tío, también sufrieron en carne propia la dolorosa tragedia que marcó a la humanidad.

En el acto de recordación estuvo presente también el sobreviviente y cofundador del Memorial del Holocausto en Miami Beach, David Shaecter, así como el alcalde de la ciudad, Steven Meiner, y el director del JCRC, Josh Sayles.

Ubicado en 1933 Meridian Avenue, Miami Beach, el “Holocaust Memorial Miami Beach” fue diseñado por el arquitecto Kenneth Treister, cuya imponente escultura central de 40 pies de altura ‘Love and Anguish’ (amor y angustia) fue moldeada en Miami en el taller del escultor cubano Tony López en 1989.

La gran pieza central es una enorme representación de bronce de un brazo extendido que se eleva desde la tierra y se extiende hacia el cielo, y está impregnada de figuras de dolientes y víctimas que tratan de ayudarse mutuamente en un acto final de amor.

Después del Holocausto, el mundo ha tenido dificultades para aceptar los horrores del genocidio, recordar a las víctimas y responsabilizar a los autores. Estos importantes esfuerzos continúan hasta hoy.

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