EL PODER DE LA GRATITUD

Written by Germán Acero

21 de noviembre de 2022

El jueves 24 del mes de noviembre estaremos celebrando en Estados Unidos el Día de dar gracias a Dios. Esta histórica fecha se remonta a los días iniciales del nacimiento de nuestra amada nación, que es hoy luz y faro que iluminan al mundo. La celebramos espiritualmente arrodillados ante la santa presencia del Creador.

Hay personas que no saben qué hacer para sentir el poder de la gratitud y convierten el cuarto jueves de noviembre en un simple día feriado para disfrutar de una cena especial, alegrarse con el consumo variado de incontables copas de buenas  bebidas y escuchar música a toda voz para bailar y alegrarse sin pensar que la fecha ha sido reservada para expresar gratitud a Dios.

Una joven de manera casual se me acercó para saludarme en el restaurante en el que coincidimos y hablando de Thanksgiving me confesó que no sabía orar. Le ofrecí varias opciones y me dio emocionada las gracias. Se me ocurrió que sería una oportuna ayuda crear una lista de los motivos que nos impulsan a ser agradecidos ante Dios y en este modesto artículo expondré una lista de temas que adoptados pueden ser una orientación oportuna.

Antes de iniciar mi lista quiero ofrecer una simple explicación: “Orar es hablar con Dios”. Las personas que no visitan la iglesia, ni leen la Biblia se desorientan, y apropiado es orientarlas. Benjamín Franklin escribió en uno de sus libros estas sabias palabras: “La tragedia de la vida es que nos hacemos viejos demasiado pronto y sabios demasiado tarde”. Para los que lean esta próxima página posible será el disfrute a plenitud del Día de dar Gracias.

Lo primero es darle gracias a Dios por su amor y su permanente presencia en nuestra vida.

Agradecer la vida de nuestros padres, los que residen en el cielo bajo el amparo de Dios y los que felizmente viven entre nosotros.

Dar gracias por nosotros mismos y por nuestra vida, reconociendo los cinco sentidos que palpitan en nuestro cuerpo como seres humanos.  

Gracias porque vemos, oímos, olemos, tenemos disfrute de nuestro tacto y un agradable sentido del gusto.

Gracias por tu generosa compañía que mitiga nuestra soledad.

 Gracias por tu consuelo en nuestra enfermedad y gracias por la restauración de nuestra salud.

Gracias por la memoria que nos habilita para regresar a nuestro pasado y nos facilita el proceso actual de nuestros estudios y en nuestro proceso de aprendizaje.

Gracias, Señor, por el hogar en el que residimos con nuestra familia felices y en armonía.

Gracias por nuestro trabajo y nuestra profesión.

Gracias, Padre amado, por nuestra esposa o nuestro esposo. Concédenos mantenernos siempre en paz y disfrutando del amor que juramos el inolvidable día de nuestra boda. 

Gracias, Señor, por los hijos todos, los que se han establecido criando a su familia y los pequeños que queden entre nosotros.

Señor, gracias por la amable y bella presencia de los atributos naturales que nos rodean, el sol que nos premia con su luz y calor y por la luna y las estrellas que embellecen las alturas del cielo.

Gracias por los amigos con los que compartimos agradable tiempo y con quienes intercambiamos nuestras impresiones y nos entrenemos en gratas y agradable compañía.

Gracias Padre celestial, por poner en tus piadosas manos el bendito control de nuestra vida. Haz que vivamos sin miedo a lo desconocido, sin preocupaciones por el mañana y por el mantenimiento de nuestro sentido de seguridad y valor ante las pruebas que se nos presenten.

Señor te ruego que ampares a las personas de avanzada edad que  aprendan a aceptar tu voluntad.

Al desear a nuestros queridos y respetados lectores de LIBRE un bendecido y feliz día de dar gracias a  Dios, queremos publicar un  modelo de oración que puede ser usado antes de comenzar el disfrute de un espléndida mesa bien servida: 

“Amado Padre celestial, en este día nos postramos ante tu Divina presencia para agradecerte por todas y cada una de las  bendiciones que recibimos de tus manos, por todos los retos que tu nos ayudas a superar, por nuestra familia, por nuestros amigos, por esta hermosa nación que nos acogió y donde hemos podido establecer nuestro hogar. ¡Gracias por todo Señor!. Amén.

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