Líderes de la comunidad de Miami, como la señora Edilia Sánchez Crespo, no podrán faltar a la celebración del mes de José Martí, ya que ella considera que “el pensamiento del apóstol debe construirse ahora más firme que nunca para construir un futuro mejor de libertad”.
Sánchez Crespo dijo que “no hay que olvidar que el pensamiento pedagógico de Martí se fundamentó en la educación para las ideas modernistas de finales del siglo XIX, lo cual se ha mantenido, igualmente, como un gran legado de libertad para las nuevas generaciones”.
“Martí, por eso hay que recordar, que siempre pensó en que cada ciudadano debía prepararse y educarse para así ser el progreso de su país. Esta fue una frase simbólica de Martí acerca de la educación “, insistió.
“Y, como lo dejó bien cimentado el apóstol, declaró que “Ser culto es el único modo de ser libres”.
“Estas palabras profundas y con una connotación visionaria han trascendido fronteras. Y hasta el día de hoy son necesarias para librar a los pueblos del analfabetismo”, expresó Sánchez.
“Porque un pueblo sin educación jamás verá la libertad del pensamiento, debido a que la ignorancia predomina y será lo suficientemente maligna, para extinguir cualquier movimiento de libre pensamiento”, recalcó Edilia.
“Entonces, ese esfuerzo constante de llegar a tener una educación para todos debe ser una meta del gobierno, tal y como lo dejó bien consolidado el apóstol ya que es la única solución que existe para acabar con las injusticias sociales que prosperan en la sociedad cada día”, agregó.
“Por eso Martí observó en un ensayo, que guardo como un tesoro, que la “Educación Popular al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago él debe de contribuir a la educación de los demás”, destacó Edilia.
Martí -según Edilia-percibió la educación a finales del siglo XIX , expresando que “Debía ajustarse a un programa nuevo de educación, que empezara en la escuela de primeras letras y acabara luego en una Universidad brillante”.
“Para Martí, el analfabetismo en la sociedad, conllevaba a traicionar sus propios principios políticos, y a mantener la mentalidad colonial. Entonces sin tener un pueblo preparado, la economía y la política de un país jamás podrán ser interpretadas objetivamente y por ende no se desarrollarán”, destacó Sánchez.
Martí rechazó, como si fuera poco, la idea de quedar en el amparo del poderoso o clases elitistas. Porque esto conducía a la explotación del hombre común, además de venderle al extranjero los bienes de la patria”, resaltó.
“Martí, por eso, deseaba prevenir que el pueblo trabajador no buscara la educación como salida de su condición y males sociales. Así el poderoso no iba a aplastar el esfuerzo y el sacrificio de los marginados para convertirlos en esclavos de sus ambiciones”, explicó.
“La educación en mayor o menor medida para una nación es una táctica segura y positiva para alcanzar el desarrollo, ya sea en lo económico, en lo político o en lo social. Para Martí la preparación pedagógica podía romper las barreras de la ignorancia, y a independizarse de la educación europea”, afirmó Sánchez.
En “Nuestra América” dice: ¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes si no hay universidades en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? , agregó.
“Adivinar salen los jóvenes al mundo, con antiparras yankees o francesas, y aspiran a dirigir a un pueblo que no conocen. Igualmente, según Martí, la juventud debe aprender a conocer su historia y su cultura. Cada individuo tiene el derecho de determinar qué quiere y qué desea aprender”, añadió.
“Ilustrarse libremente es una base sólida para formar una nación poderosa democráticamente. Los nuevos políticos tendrán que conocer su país, y a su pueblo para así poder dirigirlos. Esto se logra en sistemas de enseñanza libres, donde todos tengan la oportunidad de estudiar y aprender de su propio “vino”, enfatizó Sánchez al recordar el pensamiento de Martí en este campo.
“Por eso, él planteó que desde la edad temprana , corresponde aprender sobre el derecho a ser libre, y la educación y la cultura son el camino para encontrar el porvenir. Según Martí, el aprendizaje debe salir de nuestras propias escuelas, y de las de los países donde supuestamente existe un desarrollo pedagógico”, sintetizó.
“Porque sí se sigue mirando hacia atrás, lo único que se realiza es obstaculizar el espacio y el tiempo. Martí mediante su lucha por la soberanía de la educación quiso ser capaz de motivar a la juventud para que se diera cuenta de la realidad y así estableciera su propio camino”, señaló Edilia.
“Martí, siempre pensó que fuera de innovar una novedosa política educativa con los conceptos europeos, sería mejor cultivarse en su propia idiosincrasia. Porque esta identidad propia jamás permitirá fomentar el amor por el conocimiento de lo foráneo, sino de lo conforme a la necesidad de cada país”, concluyó.
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