Cuando menos lo pensó el padre “Chucho”, quien ha estado en varios oficios religiosos en Miami, quedó atrapado con 94 feligreses en un refugio de Jerusalén donde a cada segundo suenan las sirenas anunciando nuevos bombardeos con misiles super poderosos de aire y tierra.

Jesús Hernán Orjuela, como es su nombre real, dijo que acababan de llegar del Sinaí a Jerusalén y fue cuando tuvieron que meterse en un refugio, donde vivieron horrores porque no tenían alimentos ni medicinas, para sobrevivir en medio de las sirenas que anunciaban nuevos bombardeos.

La ofensiva del grupo Hamás contra Israel mantiene las tensiones en Medio Oriente. Con las acciones militares que se han desplegado, varios buscan abandonar el país, como es el caso del Padre Jesús Hernán, quien estaba con peregrinos colombianos en un viaje a la Tierra Santa.

“No nos dejaban pasar”, dijo el Padre “Chucho”, “me tocó calmar, sobre todo, a las mujeres que entraban en pánico cuando comenzaban a sonar las sirenas de las alarmas”, afirmó Orjuela.

Algunos pudieron hablar a través de video llamada con sus familiares en Colombia quienes no hicieron otra cosa que llorar y pedir para que ellos pudieran regresar a su país.

El conflicto se acentuó tras los ataques que perpetró el grupo Hamás, asentado en la Franja de Gaza, contra comunidades en el sur de Israel. Las milicias, desde que se fundaron hace varias décadas, tienen como objetivo “destruir el Estado de Israel”.

Jesús Hernán Orjuela, quien es conocido como el Padre “Chucho”, se había embarcado hace algunos días con alrededor de 94 peregrinos colombianos, mexicanos y ecuatorianos, en un viaje a Medio Oriente. Justo habían cruzado la frontera de Egipto con Israel cuando conocieron que había cruentos enfrentamientos en la región.

“Quieren que todos los colombianos podamos regresar», señaló el pasado 10 de octubre en charla telefónica con este periodista, el sacerdote, quien es conocido en Miami, donde incluso, ha oficiado varias misas en la Pequeña Habana y en Weschester. 

En los refugios, estos peregrinos, vivieron momentos de zozobra por cuenta de los bombardeos. De hecho, el cura lloró en varias entrevistas con medios de su país cuando una de las peregrinas del grupo quiso clamar por ayuda ante las cámaras, ya que no tenían medicinas, para aliviar sus males físicos.

“No tenemos medicamentos, es terrible la situación”, dijo la mujer, visiblemente afectada. El Padre ‘Chucho’ le dio un abrazo; ambos no lograron contener las lágrimas. Y así le pasa a la mayoría de estos peregrinos que lograron salir.

“Estas personas son adultos mayores. Yo pasé de ser el guía espiritual a cuidarlos. No solo había colombianos, también mexicanos, estadounidenses… Hasta que no saliera el último, yo no me iba”, sentenció este sacerdote colombiano.

El sacerdote criticó fuertemente que las aerolíneas con las que tenían boletos comprados hubiesen cancelado los vuelos sin brindarles ayuda para alimentación y demás: “Nos dejaron a la deriva”.

Según reveló el sacerdote, Margarita Manjarrés, la embajadora de Colombia en Israel estuvo en comunicación directa con él.

En entrevista con el periodista Germán Acero, la embajadora Manjarrés dijo que: “Lo ideal sería que todos los colombianos que estaban en Israel regresaran, pero tenemos limitaciones. Estamos haciendo una prioridad con los turistas, que tienen problemas de salud, los adultos mayores y las familias con niños”, precisó.

Se sabe que 230 colombianos han recibido acompañamiento y orientación para reprogramar sus vuelos de regreso al país, según informó la Cancillería de Colombia. También 42 connacionales salieron en las últimas horas de Israel en un vuelo con destino a Turquía.

“La Embajada ha estado en contacto con las familias de los dos colombianos que fueron reportados como desaparecidos”, sostuvieron, refiriéndose a Antonio Macías Montaño e Ivonne Rubio, pareja de colombianos que desapareció cuando participaban en un festival de música electrónica cerca de Gaza.

“Papi, estamos en guerra. Estoy corriendo hacia un búnker”, dijo Ivonne Rubio a su papá durante la mañana del sábado, cuando Hamás atacó a Israel e ingresó a la zona donde se realizaba el festival de música. Desde entonces no han tenido información sobre ellos.

A pesar de la situación, el oficiante manifestó que su papel también fue el de animar a las personas que lo acompañaban “en la fe porque estábamos en la tierra de Dios y esto nos hizo caminar, fortalecer, de que Dios peleará por nosotros y que no tengamos miedo. Dios está delante de nosotros, aunque cuando suenan las alarmas, tengamos que correr para los rincones de los refugios”.