A 60 AÑOS DE AQUEL HORRENDO CRIMEN DE LA TIRANía CASTRISTA
CÓMO REACCIONÓ LA dictadura ANTE ESTE OTRO asesinato
A raíz de LA PROCESIÓN DEL DOMINGO 10
Para las 5:30 de la tarde del domingo 10 de septiembre se anunciaba la procesión de la Virgen de la Caridad desde los púlpitos de las distintas iglesias en su culto dominical de la provincia de La Habana.
El Obispo Eduardo Boza Masvidal estuvo muy activo en las tareas organizativas junto a los religiosos jesuítas Fernando Alvarez Arango, Silvio González, Alberto Villaverde, Baltazar de Madrigal y los dirigentes de Acción Católica y de la Juventud Obrera Católica, Dr. José Ignacio Lazaga, Alberto Cao, José de Jesús Planas, Reinol González, Jesús Cabriella, Dr. Mateo Jover y Andrés Nazario y su propio secretario el padre Agnelio Blanco.
Desde las 3:00 p.m. en adelante empezaron a acudir a la Iglesia de la Caridad numerosos feligreses dispuestos a participar en la procesión de las 5.30, viéndose en esta gráfica la primera fila de la marcha provocadora orquestada por la titulada Federación de Mujeres Cubanas que encabezaran Vilma Espín y las llamadas «Organizaciones Revolucionarias Integradas» (ORI), en respuesta a la procesión del domingo y para atribuir a la iglesia la muerte de Arnaldo Socorro.
Presididos por esta bandera cubana, un enorme público confuso acompañó después el cadáver del joven Arnaldo Socorro Sánchez, de 17 años, natural de Unión de Reyes y vecino de Merced # 267 altos, en La Habana, en su camino al Cementerio de Colón, no quedando duda sobre la fatídica intervención castrocomunista en el asesinato de Socorro, cuyo sepelio lograban acaparar los comunistas en el poder
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