La activista Rosa María Payá estuvo de acuerdo en que “Martí nos enseñó que siempre hay que vivir en libertad” y debido a ese legado que nos dejó tenemos que mantener siempre viva y activa esta lucha hasta logra derrocar algún día a la tiranía castrista que gobierna a Cuba”.

Payá, quien vivió en carne propia la persecución e intimidación del régimen tras la muerte en una accidente de su padre atribuido al régimen comunista, expresó que “ya hay conciencia en el pueblo de que se debe finiquitar esta lucha como se demostró  en las últimas protestas en Cuba”, afirmó.

“Poco a poco la gente allí se ha concientizado de la necesidad de vivir en libertad y de que cada día es mucho más difícil vivir en una nación donde no hay alimentos para sobrevivir porque la miseria es total  y el régimen arrecia la persecución  contra el pueblo que exige soluciones sociales”, sostuvo.

“Es necesario entonces volver al pasado y recobrar ese legado de Martí que en lo único que siempre pensó, fue en buscar la libertad para su patria, aún a costa de su propia vida, porque lo que más quería era que sus compatriotas   vivieran sin ataduras ni opresiones”, indicó.

“Soy muy optimista, como siempre lo demostró Martí, en que la libertad de Cuba vendrá pronto porque la gente ya se cansó y, prueba de ello, son los miles de cubanos que día a día están abandonando la isla ya sea por mar o por tierra porque se cansaron de vivir bajo el comunismo”, dijo.

La activista cubana Rosa María Payá se mostró satisfecha de su trabajo en tal sentido porque  está inmersa en una gira para sumar apoyos al proyecto de un plebiscito en Cuba con el que busca “elecciones libres, plurales y justas en la Isla”.

Payá inclusive hace algún tiempo  en Miami presentó su plataforma “Cuba Decide”  junto con el apoyo de ex presidentes de España y Latinoamérica esperanzados en lograr en que por fin se siente la democracia en la isla después de más de 60 años de tiranía comunista.

No es la primera vez que surge la idea de hacer reformas electorales en Cuba ni la única iniciativa que las promueve. De hecho, su padre Oswaldo Payá, fallecido después de un accidente de tráfico de dudosas circunstancias, y el Movimiento Cristiano de Liberación que él fundó, ya promovieron el proyecto.

“La dictadura cubana amenaza la paz en el continente y brinda santuario a terroristas y que por eso es fundamental mantener a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Cuba es como “el Muro de Berlín de nuestro hemisferio”, y se ve su influencia negativa “en países como Nicaragua y Venezuela”, comentó Payá.

La activista le pidió a la administración Biden que detenga cualquier intento de apaciguamiento del régimen cubano y que, en cambio, exija la liberación incondicional de todos los presos políticos, el fin de la represión, y el respeto en la ley y en la práctica de las libertades de expresión, asociación y en lo económico.

Alentó además a la aplicación de sanciones individuales de la Ley Global Magnitsky, dirigidas a funcionarios y personas involucradas en abusos a los derechos humanos, y a que se impulse un esfuerzo internacional con una coalición de naciones, en apoyo a un plebiscito vinculante para que los cubanos puedan decidir un cambio hacia la democracia pacíficamente.

Rosa María Payá también le pidió a la administración Biden y al Congreso que recuerden que las empresas estadounidenses adoptaron los principios Globales Sullivan de Responsabilidad Social para poner fin al Apartheid en Sudáfrica y alentó a que se solicite a las empresas el mismo comportamiento hacia el pueblo cubano.

“Apoyen la ejecución de un plebiscito sobre la realización de elecciones libres y plurales en la isla”, fue la más contundente petición de  Payá, cuyo padre fue  fundador de este grupo opositor cubano, insistiendo en  que se castigue al régimen por la extraña muerte de su progenitor.

“Hoy la  solidaridad mundial es efectiva fundamental. No solo para ayudar a promover una transición a la democracia en los casos críticos que tenemos en la región, si no, para ayudar a preservar la libertad y el bien común en toda Iberoamérica”, aseguró.

“Si algo ha demostrado el totalitarismo cubano es su capacidad de pervertir y de deteriorar el estado de derecho de los países hermanos. Venezuela es un triste ejemplo”, expresó Rosa María quien quiso participar en el mes de Martí en Miami.

La joven igualmente pidió apoyo para reclamar la liberación de los presos políticos en Cuba y en Venezuela, y la “detención de la violencia contra los interlocutores libres que en los sistemas totalitarios son llamados ‘disidentes’. Cada acción represiva debe tener una consecuencia internacional”.

Rosa María Payá, activista de la plataforma Cuba Decide, pidió asimismo a la administración de Biden no levantar las sanciones que pesan sobre el régimen de la Isla por considerar que sería un alivio unilateral que le daría más fondos a las fuerzas de la represión.

Censuró que recientemente Biden le haya enviado una ayuda de millones de dólares a Cuba tras el pasado de varios huracanes que dejaron destrozos en al isla y a miles de cubanos sin techo ni comida y ahora viviendo en la calle.

Payá exigió  asimismo “no hacer concesiones unilaterales que beneficien al régimen, porque entonces, nunca podremos ver el fin de la dictadura comunista en Cuba donde cada día el país está en peores condiciones económicas y sociales”.

“Levantar las sanciones contra el régimen cubano es dar fondos a la policía y a los militares que oprimen al pueblo obedeciendo a los generales”, expresó finalmente Paya, quien es optimista de que los días finales del comunismo en Cuba están por llegar.