El maestro De Mendive, fue el “eje del éxito”, en la vida del prócer cubano José Martí

Written by Germán Acero

20 de octubre de 2021

Conte Agüero habla de la relación Mendive-Martí

Definitivamente el maestro Rafael María de Mendive fue el “eje del éxito” en la vida del prócer José Martí ya que aplicó su vasta experiencia y sabiduría   a los elementos básicos que  sirvieron de sustento al apóstol para lograr éxitos en sus batallas por Cuba y, claro está, por su vida personal.

“Rafael María de Mendive (1821-1886), el maestro del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, fue un gran patriota, y por, sobre todo, un excelente pedagogo que en su magisterio aplicó conceptos pedagógicos revolucionarios para su época”, explicó el Dr. Luis Conte Agüero a LIBRE.

“Me refiero, en síntesis, a talentos   como la enseñanza práctica que rompió con el escolasticismo reinante y forjó en sus alumnos (como José Martí) profundos valores humanos y patrióticos, y una amplia cultura de la cual era un profundo conocedor”, explicó Conte Agüero.

“De su admirable labor pedagógica quedan entre los mejores testimonios los escritos por su discípulo, y posteriormente Héroe Nacional cubano, así como la propia obra dejada por Martí en su labor de maestro y como mentor espiritual de todos los cubanos”, añadió Luis.

El guía de Martí

“En síntesis se podría decir además que fue el mejor y más capacitado maestro y guía espiritual que tuvo José Martí a lo largo de su vida ya que, por ejemplo, los memorables escritos de Mendive le sirvieron de soporte al prócer para desarrollar sus amplios éxitos en la prensa mundial”, reiteró Conte.

“Rafael María de Mendive, fue también un destacado intelectual, comprometido de palabra y de hecho con la justa causa liberadora de la segunda mitad del siglo XIX en Cuba. Literato, poeta y eminente educador de vasta cultura. Todo ese bagaje de experiencia fue vital en la vida de Martí”, agregó.

“Además sus grandes raíces, ya que fue hijo de Mariano Mendive, comerciante vizcaíno y de Dolores Daumy, natural de La Habana, sirvieron de apoyo a todas las iniciativas de Martí, en el campo de la poesía por todo el sentimiento cubano”, recalcó.

 De Mendive en “San Carlos

“Contaba 13 años de edad, en 1834, cuando De Mendive comenzó a despuntar en el Seminario San Carlos en el campo inmemorable de la poseía, ya que tenía buen dominio de la literatura española, el inglés y el francés, lo cual fue absorbido por Martí como una experiencia en su vida cultural” , sostuvo.

“Pero De Mendive era, en el fondo, un superdotado ya que en «San Carlos» estudió Derecho, Filosofía y latinidad, a cargo de los más renombrados profesores de la época, lo cual luego inculcó con paciencia y complacencia en Martí”, aseveró Conte Agüero.

“Su bagaje cultural, que le dieron excelentes resultados académicos, más el apoyo económico de su familia, le permitieron a Mendive ingresar, en 1838, contando con 17 años de edad, en la Real y Pontificia Universidad de La Habana,”, recordó Conte.

Abogado

“Allí culminó la carrera de Derecho en 1844. Llegado este momento, a los 23 años de edad, con una sólida formación académica, así como una febril inclinación hacia la poesía y lo bello en general, decidió realizar un prolongado viaje al extranjero, dicho proyecto que se materializó gracias al apoyo económico de su tía Mercedes, quien lo aprecia como a un hijo”, relató.

“Esta estancia en el exterior, que se extendió hasta 1852 y que fue la más productiva, le permitió conocer a gente de renombre político y literario como como Félix Varela, José Antonio Saco y Domingo del Monte entre otros, los cuales por diversas razones, contrarias a la política colonial imperante en Cuba, habían tenido que abandonar la patria”, sintetizó.

“Todos estos conocimientos y relaciones, desde luego, le fueron inculcados también por Mendive a Martí, quien gestó y engrandeció también en sus cientos de viajes por varios países del mundo, sus relaciones internacionales cuya causa principal era la libertad y la democracia para Cuba”, aseguró.

Sus versos

“Al igual que Martí, sus versos fueron incluidos en la antología “Poetas españoles y americanos del siglo XIX”. Después de visitar Italia regresó a Cuba en 1852. Cuatro años después ingresó en la Sociedad Económica de Amigos del País y colaboró con diferentes publicaciones”, acotó.

“Durante sus años de profesor, protector y maestro de José Martí, su casa fue centro de reuniones literarias y fervor patriótico. En 1864 ocupó la dirección de la Escuela Superior Municipal de Varones, y más tarde funda el colegio San Pablo, instalado en su propia casa, en Prado 88, la cual constituyó, para todos sus discípulos como Martí, un seminario cívico donde encuentran calor de hogar”, resaltó Conte.

“Martí se formó, por así decirlo, en las manos de Mendive. Los conceptos fundamentales de la prédica martiana: amor a la libertad, decoro, dignidad, prestigio, justicia, preocupación por los humildes, pureza de pensamiento, eran virtudes atesoradas por Mendive, las cuales supo transmitir a su discípulo”, resaltó.

“Después de toda una época azarosa en las cosas de su vida, como su arresto en una prisión inhumana, donde estuvo cinco meses, fue luego sentenciado a cuatro años de confinamiento en España, desde donde paso a Nueva York y finalmente retornó a Cuba”, sintetizó.

Diario de Matanzas

“De Mendive, básicamente, regresó a la isla a firmar la Paz del Zanjón ,y  luego dirigió el periódico liberal Diario de Matanzas— desde diciembre de 1878 hasta marzo de 1879 —  continuando escribiendo para importantes publicaciones internacionales, y en 1883 apareció la tercera edición de sus Poesías”, señaló.

“La perfección formal y el sentido de la musicalidad caracterizaron la obra lírica de Mendive, a veces más recordado por haber sido maestro de José Martí, que por su legítimo valor como poeta. En ese campo hizo famoso sus versos de “La gota de rocío”, que fue uno de sus poemas más característicos de él”, finalizó Conte Agüero.

Poeta transicional

“Tal vez lo que más se le admiró a De Mendive, fue que sus   refinados y plenos matices, lo hicieron ver como a Martí, como todo un poeta transicional entre la primera y la segunda generación románticas. Con él se abandonaron las tendencias más facilistas del criollismo, sin dejar de reflejar en su poesía una sensibilidad íntimamente cubana, al igual como lo sintió Martí”, concluyó.

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