EL JUEGO DE LA BOLITA

Written by Demetiro J Perez

19 de noviembre de 2024

Por Álvaro J. Álvarez. Exclusivo para LIBRE

En Cuba, la pelota es el deporte nacional, el dominó es el juego de mesa por excelencia entre los vecinos del barrio y ¿La Bolita? pues una forma de probar suerte para gran parte del pueblo cubano.

Contrariamente a lo que a menudo se asume, la Bolita no es de origen cubano, sino francés, llevada a España durante el reinado de Carlos III e introducida poco después en la Isla. 

La Charada Cubana es una tradición popular y como tal, ha calado en el día a día de este pueblo, donde el gusto por las apuestas corre por las venas.

La Bolita Cubana es tan mestiza como Cuba misma, una Lotería que mezcla herencia china y cultura de la Isla, que mantiene vivas las ilusiones y supersticiones y que, incluso siendo prohibida, es un hecho cotidiano en cualquier barrio cubano desde, el cabo de San Antonio hasta la punta de Maisí.

A cualquier situación de la vida cotidiana, revelaciones en sueños y hasta cuestiones del azar el cubano le pude encontrar una relación mística con los famosos numeritos de la charada. 

Un día sueñas con un número, pues te aventuras a jugarlo. ¡Ves a una monja! Lo más probable es que ese día le juegues al 5. ¡Te enteras de alguna persona que fallece! Entonces, viene a la mente jugar el número 8. Y así, millones de cubanos confían en la suerte a diario.

A conocer un poco de la historia del juego prohibido más popular del país, de cómo se juega y del significado de los 100 números que conforman la bolita cubana estará dedicado este artículo.

La bolita cubana tiene su origen en la charada china, también llamada Rifa Chiffá. El juego fue introducido en la Isla con las oleadas migratorias de chinos en el siglo XIX. La charada china solo tenía 36 números. Cada número correspondía a una figura (persona, animal u objeto) representada sobre las distintas partes del cuerpo de un hombre chino dibujado en un impreso. A principios del siglo XX y producto de ese ingenio tan nuestro que no tiene límites, la charada china se asimiló a la Lotería Nacional y se amplió a 100 números incorporando saberes de nuestra cultura. Nace, de esta forma, la Charada Cubana.

Antes de 1959, los juegos de azar, las apuestas y los casinos en la Isla eran muy comunes. Tanto fue así que, de hecho, se decía que La Habana era “Las Vegas de Hispanoamérica”. Con el triunfo de la Robolución, los juegos y apuestas pasaron a ser ilegales. De hecho, en el capítulo 13 del Código Penal cubano, en su artículo 219, referido a los juegos prohibidos, se dice que:

“El banquero, colector, apuntador o promotor de juegos ilícitos será sancionado con privación de libertad de uno a tres años o multa de 300,000 cuotas o ambas”.

Pero el “mal” ya estaba hecho y el juego de la bolita había comenzado a echar raíces en la cultura popular de los cubanos. Desde entonces el gusto nuestro por apostar, aunque sea un peso a unos numeritos no tiene nombre y el resultado fue que aquello de jugar a la charada cubana era imparable.

Como se consideraba extremadamente ilegal en esa época, la bolita solo se jugaba de manera clandestina en algunos lugares calificados de “marginales”. 

Después de prohibir la Lotería Nacional, en la clandestinidad los números ganadores eran aquellos que salían en la lotería de Táchira y Zulia, en Venezuela. Pero a partir del 2000 se empezó a regir por el Cash-3 y el Play-4, de la Loterías de la Florida (dos veces al día).

Con la llegada del internet y los teléfonos móviles, los resultados de la bolita se saben enseguida y se pasan de boca en boca diariamente.

A casi ningún cubano hay que explicarle qué es la charada cubana, pues la mayoría sabe que se trata de un juego de azar en el que se apuesta dinero a varios números que saldrán o no en la lotería. En la bolita cubana hay tres figuras claves: el banquero, el cabeza de banco y el apuntador o listero.

El rol del banquero lo asume una persona que tiene mucho dinero y es quien se queda con la mayor parte de las ganancias. Su identidad es casi siempre un misterio, precisamente por tratarse de una actividad ilícita. El cabeza de banco, también denominado mensajero, es la persona encargada de reunir la jugada de todo un barrio y llevársela al banquero.

El apuntador o listero es quien recoge los números de los jugadores para hacerlo llegar al cabeza de banco y también es quien reparte los premios. En un barrio puede haber varios apuntadores y cada uno tiene su propio modus operandi. 

Está el apuntador que se mueve por el barrio con su libretica recogiendo el dinero y los números que cada uno apostará ese día. Pero también está el apuntador que opera desde su casa, a donde llegan los vecinos dos veces al día para probar fortuna.

Yo recuerdo en mi pueblo había un personaje “Macho Figueredo” que toda su vida fue apuntador o listero de terminales y no usaba papel ni lápiz, solamente su cerebro para saber quién, cuánto y los números al cual apostaba su extensa clientela. A veces la policía lo detenía, pero como no había prueba alguna, lo soltaban rápidamente.

Es toda una jerarquía y organización interna que se mueve en la clandestinidad y que funciona cual reloj suizo, pues ha sido el resultado de tomar precauciones cuando su prohibición se encontraba en los momentos más álgidos.

En la charada cubana solo se premian tres números, uno fijo y dos corridos. El fijo es el más importante, es el primer número de las centenas y su acierto se paga 75 pesos cubanos por cada peso jugado. Por ejemplo, si apuestas 2 pesos a un número y sale fijo, entonces ganas 150 pesos.

Por su parte, los números corridos son aquellos que salen en segundo o tercer lugar. Se paga 25 veces la cantidad de dinero que se puso en la jugada. Es decir, si apuestas 10 pesos a un número y sale corrido, ganas 250 pesos cubanos.

Otras variantes del juego son la centena, que tiene un beneficio de 400 pesos por cada uno invertido y el parlé, que son dos números combinados y se paga entre 800 y 1,000 pesos, por cada peso jugado. Otra variante es “el candado”, que permite jugar seis números, de los cuales pueden salir dos o tres y se paga como parlé.

El Banco, la persona que pone el dinero, limita en ocasiones algunos números, por fechas específicas o porque llevan tiempo sin salir. Cuando esto ocurre, el pago no es el mismo, siempre está por debajo. Hay quien lleva una estadística de todas las tiradas y hace cuentas. Casi se puede decir que son los científicos de la bolita.

Al Banco nunca se le ve la cara, tiene varias personas que se encargan de recoger las apuestas en los barrios. En estos momentos es muy normal ver un recogedor de bolita en el medio de la calle, anotando los números de cualquier persona, con un total relajamiento y sin ningún miedo porque lo estén mirando. Aunque no está permitido, el juego de la bolita sí está tolerado.

La bolita está en las calles y sin miedo.

¿Por qué? La respuesta tiene matices políticos: Es una de las formas que usa el régimen para mantener a la gente entretenida. El que juega, se pasa el día pensando que se va a sacar un dinerito y va a progresar, al menos en algo, quizás podrá comer mejor, la primera preocupación del cubano promedio. Queda claro entonces que en Cuba la política es más fuerte que las leyes.

Se debe tener en cuenta que las cifras de la Charada Cubana pueden variar en dependencia del lugar donde se juegue, del banquero, etc.

Números de la Charada Cubana:

1-Caballo, Tintero.

2-Mariposa, Dinero, Hombre, Cafetera, Raúl Castro

3-Marinero, Niño Chiquito, Taza, Miguel Díaz-Canel

4-Gato, Diente, Boca, Llave

5-Monja, Mar, Carta, Candado

6-Jicotea, Reverbero

7-Caracol

8-Excremento, Muerto, Calabaza

9-Elefante, Lengua, Lira

10-Pescado Grande, Malla

11-Gallo, Fosforera

12-Ramera, Cometa grande

13-Pavo Real, Niño grande, Anafe

14-Cementerio, Gato Tigre, Enamorados, Sartén

15-Perro, Niña bonita, Cuchara

16-Toro, Mujer santa, Vestido

17-San Lázaro, Luna, Camisón

18-Pescado chico, Palma

19-Lombriz, Bandera, Mesa grande

20-Gato fino, Tibor, Orinal

21-Majá, Dinero, Chaleco

22-Sapo, Lirio

23-Vapor, Escalera

24-Paloma, Cocina

25-Piedra fina, Casa Nueva, Sol

26-Anguila, Médico Nuevo, Médico

27-Avispa, Canario

28-Chivo, Político

29-Ratón, Jutía

30-Camarón, Almanaque

31-Venado, Zapato

32-Cochino, Mula

33-Tiñosa, Madre, Santo

34-Mono, Esclavo

35-Araña, Bombillo

36-Cachimba, Bodega

37-Bruja, Gallina Prieta, Hormiga, Carretera

38-Macao, Dinero, Carro

39-Conejo, Culebra, Baile

40-Cura, Sangre, Cantina

41-Lagartija, Jubo

42-Pato, País Lejano, España

43-Alacrán, Puerta,

44-Año del cuero, Guácara con guácara, Mal Tiempo

45-Tiburón, Presidente

46-Guagua, Humo

47-Pájaro, Escolta

48-Cucaracha, Abanico, Barbería

49-Borracho, Percha

50-Policía, Agua, Alcalde

51-Soldado, Sereno

52-Bicicleta, Abogado

53-Luz eléctrica, Beso, Dinamita

54-Flores, Cañón

55-Cangrejo, Murciélago, Isleño a trancazos, Bala

56-Merengue, Reina, Camisa, Piedra

57-Cama, Telegrama

58-Retrato, Cuchillo, Adulterio

59-Loco, Langosta

60-Payaso, Huevo, Cósmico

61-Caballo grande, Arroz, Boticario

62-Matrimonio, Robo

63-Asesino, Bandolero, Policía

64-Muerto grande, Escándalo

65-Comida, Conejo

66-Pareja de yeguas, Beso, Tarro,

67-Puñalada, Hospital

68-Cementerio, Riña

69-Pozo, Piano, Inmigrante,

70-Coco, Camisa, Agua Mala

71-Río, funcionario, Cocodrilo, Florero

72-Buey, Jicotea, Collar, Lluvia

73-Maleta, Edificio, Oso,

74-Papalote, Militar, coronel

75-Corbata, Guitarra,

76-Bailarina, Factoría, Dinosaurio,

77-Muletas de San Lázaro, Billetes, Bandera Italiana

78-Sarcófago, Muerto, Rey

79-Tren de carga, Lagarto

80-Médico viejo, Desesperado, Paraguas

81-Teatro, Ingenio

82-Madre, León, Batea

83-Tragedia, Bastón

84-Sangre, Banquero

85-Espejo, Reloj

86-Tijeras, Manguera

87-Plátano, Piojo, Arbol Grande

88-Miguel Mariano, Espejuelos, Gusano, Vaso

89-Mucha agua, Casa Vieja, Cometa

90-Viejo, Caramelos

91-Alpargata, Comunista

92-Puerco grande, Avión, Globo, Cuba

93-Sortija, Vaca, Leche

94-Machete, Habana

95-Guerra, Corte de Justicia

96-Zapato, Puta Vieja, Maletas

97-Mosquito, Grillo, Preso

98-Piano, Santo,

99-Serrucho, Gallo, Carbonero

100-Inodoro, Automóvil

LA BOLITA EN TAMPA

Cuando pensamos en ciudades con notorias historias de mafias, generalmente nos vienen a la mente Nueva York, Chicago y Las Vegas. Pero Tampa, merece estar en la conversación, gracias a su colección de personajes turbios y nefastos que trabajaron en las organizaciones locales del hampa. 

Durante y después de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) hubo mucha emigración cubana hacia los EE.UU., primeramente, saltó a Cayo Hueso (Key West) y de ahí a Tampa. Esta fue la base sobre la que empezó a levantarse la afición al juego, integrada al principio por españoles y cubanos hasta que lograron entrar al círculo anglos e italianos. Por razones obvias, a diferencia de Nueva York, en Ybor City fundacional no hubo gangas ni de irlandeses ni de judíos, lo cual le imprime una interesante peculiaridad en Tampa solían estar todos mezclados.

La primera mitad del siglo XX vio a la ciudad de Tampa crecer desde un pueblo fronterizo a una metrópolis de tamaño mediano, experimentando desafíos que la diferenciaban de otras ciudades de Florida. La población étnicamente diversa de Tampa, compuesta por inmigrantes cubanos, españoles e italianos, que se establecieron en Ybor City y West Tampa, impulsó una floreciente industria del tabaco que trajo enormes ingresos y reconocimiento nacional a la ciudad. El puerto de Tampa y la conexión ferroviaria apoyaron el crecimiento económico. Los asuntos cívicos estaban dominados por las familias pioneras de Tampa, hombres de negocios blancos, anglosajones que viajaban en un círculo social restringido, tejido por lazos matrimoniales entre sus familias. 

Otra industria que definía la ciudad estaba profundamente entrelazada con la vida política y social de Tampa: el juego. Durante más de medio siglo, la reputación de Tampa creció como una meca del juego, donde la anarquía se toleraba con un guiño y un soborno a los funcionarios públicos.

 En el corazón de la industria del juego había un juego de azar, importado de Cuba. Se llamaba Bolita.  En la esquina noreste de la 8ª Avenida y la Calle 14 en la moderna Ybor City hay un estacionamiento para el Hillsborough Community College. Si bien los marcadores históricos salpican numerosos lugares a lo largo de este histórico distrito latino, no hay ningún marcador en esta esquina, nada que indique que este lugar en Ybor City vio el nacimiento de una industria del juego que daría forma a la identidad y la política de Tampa. 

El historiador de Tampa Tony Pizzo atribuye la llegada de la Bolita a Tampa en 1895 al español Manuel Suárez, conocido como El Gallego. 

Atraído por el crecimiento y la vitalidad de Ybor City, El Gallego abrió un bar en la esquina noreste de la calle 14 y la 8ª Avenida, e introdujo un juego de azar que, al principio, se consideró una diversión para familias de clase trabajadora. 

Pizzo describió que La Bolita se jugaba vendiendo la suerte en números que iban del 1 al 100. Se colocaban pequeñas bolas de madera con los números en una bolsa, que se lanzaba alrededor de un círculo de hombres. Algunos de los presentes alcanzaban la bolsa cuando se lanzaba al aire y agarraban una de las bolas.

 Esta bola se cortaba de la bolsa con tijeras y se declaraba el número ganador. A los que tenían el número ganador se le pagaba a razón de 8 a 1. Las apuestas comenzaban en 5 centavos y hasta un límite establecido por la casa. La Bolita se lanzaba todas las noches a las 9 en punto y dos veces los domingos. La Bolita era ilegal, pero a pesar de ese hecho, su popularidad se extendió rápidamente por toda la ciudad, cruzando líneas raciales, étnicas y económicas. 

Los clientes adinerados compraban sus entradas en el elegante Hyde Park; los negros jugaban en su barrio, una zona al oeste de Ybor City llamada Scrub, mientras que los trabajadores de las fábricas de tabaco de Ybor City compraban números para la Bolita y café con leche con la misma regularidad. Aunque los boliteros cubanos y españoles primero organizaron sindicatos para controlar esta rentable industria, fue un anglosajón de una respetada familia de Tampa quien descubrió cómo formar una sociedad que vinculara los intereses políticos y de juego de Tampa. La historia local escrita de Tampa está llena de referencias a Charlie Wall, conocido como el Rey de La Bolita y la Sombra Blanca, era un elemento fijo en la pintoresca historia local de Tampa, ningún novelista podría evocar un personaje más atractivo. 

Nacido el 10 de marzo de 1880 en el seno de una familia pionera, prominente en asuntos cívicos y comerciales de la ciudad, muy respetada. Su padre, John Perry Wall, fue un exalcalde y un médico muy conocido, su madre Matilda McKay, era hija de otro exalcalde de Tampa, ella murió en 1892 cuando él tenía solo 12 años y su padre le siguió en 1894.

Charlie se quedó solo y supuestamente abusado por su madrastra, desarrolló problemas de salud mental. Hubo un rumor no verificado e inexacto de que le disparó a su madrastra, la tercera esposa de su padre. El 19 de junio de 1895, se peleó con la vieja cocinera de la familia y le disparó en la cabeza con un revólver. Ella sufrió una herida leve y Charlie fue arrestado y encerrado.

Finalmente, un tío, el Dr. HT Lykes, miembro de otra familia rica y prestigiosa de Tampa, tomó a Wall bajo su protección y lo envió a la escuela militar. Fue un experimento de rehabilitación de corta duración; Charlie fue expulsado de la universidad porque visitó un burdel y regresó a Tampa, donde encontró su verdadera vocación: el juego. La nueva carrera de Charlie se vio favorecida por el hecho de que algunos de los ciudadanos más destacados de Tampa eran grandes apostadores. 

Fue arrestado varias veces en 1905 por pelear, usar lenguaje abusivo y profano y administrar una casa de juego.

Charlie Wall fue el primer jefe criminal importante de Tampa, se involucró en la Bolita, un juego de lotería ilegal popular en el barrio de Ybor City, cuando era adolescente. En los locos años veinte, controlaba la mayor parte de los salones boliteros en Tampa y usando su poder para apoyar a los sindicatos y a los políticos locales.

Wall dirigió Tampa desde el vecindario de Ybor City y empleó a italianos, cubanos e irlandeses en su organización. Su socio más cercano fue Evaristo “Tito” Rubio, un mafioso cubano y copropietario del Club El Dorado. Además, Wall estuvo involucrado de manera destacada en la corrupción organizada de jueces, políticos y otros funcionarios del gobierno.

En la década de 1930, Ignacio Antinori y Charlie Wall estuvieron en una guerra sangrienta durante 10 años. 

El 31 de enero de 1937, Eddie Virella, antiguo socio de Rubio en el Lincoln Club fue asesinado a tiros y el propio Rubio fue asesinado por un pistolero en el porche de su casa el 8 de marzo de 1938. 

Ignacio Antinori un siciliano nacido en 1885, en la década de 1930, era uno de los mayores traficantes de drogas del país, con estrechos vínculos con los traficantes de heroína franco-corsos y los jefes de la mafia estadounidense. Había sido reclutado por Santo Trafficante Sr., otro contrabandista, que llegó en 1904 a Tampa y también dirigía los salones de Bolita. Con mayor poder gracias a Trafficante, Antinori pudo desafiar a Wall por el control del raqueterismo en Tampa. Su guerra territorial que comenzó alrededor de 1928 se le llamó la “Era de la Sangre”.   

Antinori estableció una red de tráfico de drogas desde Marsella, Francia, a través de Cuba hasta Tampa. El 23 de octubre de 1940, cuando estaba tomando café en el Palm Garden Inn de Tampa, con un amigo y una joven que lo acompañaba, apareció un hombre armado y le disparó dos tiros de escopeta volándole la nuca.

Las audiencias en Tampa en 1950 cautivaron a la ciudad y el Tampa Morning Tribune dedicó numerosas páginas de cobertura, incluidas las transcripciones de los testimonios de los testigos. La radio WFLA, entonces propiedad del Tribune, proporcionó testimonio en vivo para los oyentes. Gran parte de la atención se centró en el sheriff Hugh L. Culbreath, que se enfrentó a un intenso interrogatorio de los senadores. Culbreath tuvo dificultades para explicar el dramático aumento de su patrimonio neto y los testigos señalaron al sheriff como un funcionario público que recibía hasta $1,000 semanales en pagos de la Bolita. 

Los testigos presentaron una lista de 105 establecimientos protegidos oficialmente que los agentes de la ley no tenían permitido manipular. Un ex ayudante del sheriff testificó que “se nos ordenó no realizar arrestos por juego y vicio”. 

Culbreath fue acusado al año siguiente de corrupción, pero no fue condenado; un gran jurado federal finalmente atrapó al ex agente de la ley con cinco cargos de evasión fiscal en 1953 y lo condenó por tres de esos cargos en 1958.

Una de las estrellas de las audiencias del juego de Tampa, fue Charlie Wall que ya tenía 70 años, y llevaba 10 años fuera del negocio de la Bolita, pero describió el juego de bolita para el comité del Senado, e incluso detalló cómo se podía arreglar el juego cargando algunas de las bolas con plomo para que cayeran al fondo de la bolsa. 

Las audiencias expusieron a la nación vínculos tangibles entre los sobornos a funcionarios públicos y la protección de la industria del juego en Tampa. 

El senador Lester Hunt, que presidía las audiencias en Tampa, dijo que la estrecha relación entre el juego y la política era parte de la cultura de Tampa. En la década de 1950, esta relación se desvaneció, y el asesinato violento de Charlie Wall fue un símbolo de la desaparición del control de la bolita en Tampa.

A medida que el control de la bolita sobre la política de Tampa disminuía, las elecciones se volvieron más ordenadas y bien organizadas. 

Santo Trafficante Sr. surgió como el líder de la mafia de Tampa y posteriormente le prometió a Wall protección contra represalias con la condición de que abandonara el negocio.

Charlie Wall fue golpeado con un bate de béisbol, degollado y asesinado el 18 de abril de 1955, posiblemente por órdenes de Trafficante Jr. Fue enterrado en el cementerio Oaklawn de Tampa.

Santo Trafficante Sr. nació también en Sicilia el 28 de mayo de 1886. 

Ganó poder como mafioso en Tampa y allí gobernó la Mafia desde la década de 1930, estuvo muy implicado en la explotación de loterías ilegales. Durante su reinado, fue un jefe muy respetado con vínculos con Charles “Lucky” Luciano y mantuvo una fuerte alianza con Tommy Lucchese, el jefe de la familia criminal Lucchese en Nueva York.

Lucchese ayudó a formar a su hijo Santo Trafficante Jr. en las tradiciones mafiosas. 

Santo Trafficante Sr. murió de cáncer de estómago el 11 de agosto de 1954 y fue enterrado en el cementerio de Ybor City.

Posteriormente, su hijo, Santo Trafficante Jr. se hizo cargo de la familia criminal. El nació en Tampa el 15 de noviembre de 1914. Fue el más poderoso mafioso de la era Batista en Cuba.

Mantuvo varias casas en Tampa y Miami.

Había estado operando en Cuba desde finales de la década de 1940 bajo la dirección de su padre, después de que este murió se convirtió en el jefe en Tampa y se hizo cargo de los intereses de su padre en Cuba. 

Se mudó a La Habana en 1955, donde entró en contacto con Batista quien recibía todas las noches el 10% de las operaciones de sus casinos en el Cabaré Sans Souci, Hotel Sevilla-Biltmore, el Hotel Comodoro, el Hotel Deauville, el Hotel Habana Hilton y el Hotel Capri.

Trafficante Jr. fue detenido con frecuencia a lo largo de todo el decenio de 1950 por diversos cargos de soborno y de funcionamiento ilegal en las loterías de Bolita en Ybor City. 

Escapó de la condena en todos los casos, salvo una vez, recibiendo una pena de cinco años de prisión, en 1954, por soborno, pero su condena fue anulada por el Tribunal Supremo de Florida antes de que él entrara en la cárcel. 

Meyer Lansky (1902-1983) controlaba los casinos en los Hoteles Riviera y Nacional y en el cabaré Montmartre.

Estos dos mafiosos controlaban solamente los casinos, no los hoteles, porque allí estaba la mordida del 10 % de las ganancias para Fulgencio Batista.

Santo Trafficante Jr. continuó dirigiendo la mafia de Tampa hasta su muerte en Houston el 17 de marzo de 1987. A pesar de todas sus actividades ilegales, nunca pasó una sola noche en una cárcel estadounidense. 

Fue sucedido por Vincent LoScalzo, siciliano nacido en 1937, quien cerró la mayor parte del negocio de la familia Trafficante en Tampa cuando los miembros de toda la vida murieron.

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