En memoria de mi esposo Tomás García Fusté (Q.E.P.D.)

Por: Yurina Fernández Noa 

Tomás nació con un micrófono en la mano. Lo conocí en el canal de televisión Miami Latin TV. Él ya estaba divorciado, y comencé ayudándolo en la producción del programa, inicialmente, sin recibir honorarios. Luego, regresó al canal Telemiami, lugar que consideraba su casa. 

No fue un amor a primera vista. Yo me fui enamorando de él poco a poco. ¿Y cómo no enamorarse de Fusté? Un hombre lleno de cualidades: disciplinado, honesto, inteligente, justo, imparcial. Para mí, con un solo defecto: muy enamorado. Pero yo pasaba con él las 24 horas del día, y no lo di chance. 

Su rutina mientras estuvo al aire 

“Buenos Días Miami” 

Se despertaba a las 4:00 am. Caminaba una milla en su estera mientras veía el espacio noticioso que estuviera al aire en ese momento. Se bañaba, se vestía siempre de traje, corbata, y con su banderita de Estados Unidos en la solapa del saco. Y después de desayunar con leche, cereal, frutas picadas y un huevo hervido, ya estaba listo para salir a comprar los periódicos y revisar todas las noticias. 

Escribía su editorial con el que abría el programa siempre en vivo. Hacía el noticiero, para continuar con tres horas de entrevistas con micrófono abierto sin censura ninguna. Impresionaba su increíble capacidad de reaccionar, ya sea para apoyar o discrepar sobre lo que decían sus invitados o sus televidentes. Y cuando necesitaba decir una mala palabra, lo hacía. 

Tomás, un ser humano único 

Poseía una fuerte convicción de la verdadera democracia. Supo ganarse la admiración y el respeto de republicanos, demócratas e independientes. Aunque siempre militó en el Partido Republicano y fue amigo personal de los expresidentes Ronald Reagan (Q.E.P.D.) y George H.W. Bush, Bush padre (Q.E.P.D.). 

Defendía toda causa que entendía justa. Hace años, en Miami, hubo una fuerte campaña contra el homosexualismo. Él respondió brindándole a esa comunidad un espacio para expresarse. 

El cantautor Oscar D’ León le agradeció, públicamente, a Fusté el haber sido el único periodista del sur de la Florida que le permitió presentarse en un medio de difusión para explicar los motivos que lo llevaron a cantar en Cuba. 

No por eso dejó de ser un opositor ferviente de la dictadura cubana desde sus inicios. En 1959, encontrándose cumpliendo con sus labores como presentador y modelo de publicidad televisiva, dentro del edificio de CMQ, en La Habana, coincidió con Fidel Castro, quien acudía allí para sus interminables discursos de adoctrinamiento masivo. 

Cuando el dictador Castro llegaba, no podía entrar ni salir nadie del edificio. Entonces, Castro no perdió la oportunidad de invitar a Fusté a una reunión, argumentando que necesitaba personas como él para formar el nuevo cuerpo diplomático. De esa reunión, salió convencido de que la democracia en Cuba había recibido una estocada mortal, y así se lo hizo saber a Amelia, madre de sus hijos (Q.E.P.D.). “De aquí, tenemos que irnos”. 

Pero no llegó al exilio para cruzarse de brazos. Ya en 1960, estaba en Radio Swan, emisora radial nacida de la necesidad de informar al pueblo cubano sobre la invasión por Bahía de Cochinos. 

 La cubanía le brotaba por 

los poros 

Me parece estar escuchando su manera de saludar: “¿Cómo estás, compadre?” “¡Oye, negro!”. La dictadura cubana lo ha tildado de ser parte de “la mafia cubana de Miami”. Sin embargo, él nunca lucró con la causa cubana. 

Utilizó el poder del micrófono para informar a los cubanos en la Isla, donde era escuchado clandestinamente. Y así, se lo hicieron saber en innumerables ocasiones. “Fusté, lo escuchábamos en Cuba. Poníamos la radio con el volumen bien bajito para que los vecinos no se enteraran”. Recuerdo a una madre emocionada que lo paró en la calle para decirle: “En su voz oí, por primera vez, el nombre de mi hijo aquí, en los Estados Unidos”. 

Después de los sucesos de la embajada de Perú y del éxodo del Mariel, diez mil cubanos quedaron en terceros países. En el caso de Perú, el entonces alcalde de Lima con ideas comunistas ordenó que los refugiados cubanos (hombres, mujeres y niños) debían desalojar el campamento donde se encontraban. Todos quedaron, literalmente, en la calle. 

Tomás recolectó dinero a través de la radio, y viajó en aquellas navidades a Perú y a Costa Rica para entregarle cincuenta dólares a cada uno de esos cubanos, quienes no habían podido llegar a los Estados Unidos. 

Con la caída del Muro de Berlín, hubo cubanos intentando salir de países de la antigua Europa Socialista. Por iniciativa de Fusté y con el apoyo de sus amigos de la Fundación Nacional Cubanoamericana, llegó hasta donde se encontraban para brindarle su respaldo y que pudieran salir hacia los Estados Unidos. 

  Ninguna tragedia ni injusticia 

le eran ajenas 

Por el año 1972, un terremoto destruyó Managua, Nicaragua. Él, utilizando las ondas radiales, recolectó cerca de un millón de dólares para llevárselo a los damnificados. También, mantuvo un vínculo muy especial de solidaridad con Israel y su pueblo.

Los anhelos de justicia y libertad de hondureños, venezolanos, colombianos siempre encontraron en Fusté un fiel aliado. 

A mí, me llamó la atención que tuviera tantos reconocimientos de la Cruz Roja. Entonces, me explicó que, en tiempos de guerra, las donaciones de sangre eran masivas. Algo que no ocurría en tiempos de paz. Por eso, estando en la radio, la Cruz Roja acudió a él con el fin de motivar a la gente para donar sangre tan necesaria en los hospitales. Siempre el primer donante fue él, logrando que Miami se convirtiera en la ciudad de los Estados Unidos que más donaciones tuvo en un día. 

  Un trabajador incansable 

Mi esposo, después de salir en vivo con “Buenos Días Miami”, dedicaba las tardes a sus patrocinadores. Él, también, se encargaba de las ventas. Yo lo ayudé tanto con la producción del programa como con la búsqueda del respaldo financiero para mantenerlo en el aire. Estábamos en función del trabajo los siete días de la semana. 

Sus grandes pasiones 

Sus grandes pasiones: Cuba, el periodismo y su familia. Gracias a Dios, su familia encabezada por Amelia, madre de sus hijos (Q.E.P.D.), me adoptó como un miembro más de ese núcleo familiar, que ya incluye a nietos y bisnietos. 

Ese fue el hombre del cual me enamoré. 

R.I.P. Tomás García Fusté 

“My father, second father, and stepfather” 

Dad, I know who you are.

Dad, you are a visit to Versailles and the early morning newspaper.

You are a comrade’s shout upon seeing a good friend.

You are the voice of free and honest thought, whether on the radio or television.

You are Santiago de Cuba and the definition of love for the homeland that saw you born.

You are a father, grandfather great -grandfather, and husband to two women so close in tenderness and gentleness, that you enchanted their souls and hearts.

You are family, unity, principles, and unconditional loyalty.

You are one of those men that God created and then “broke» the mold because talent, humility, charisma, respect, and affection are a formula impossible to duplicate.

You are a great love in the lives of your daughters and sons, and the only love for your lady.

Thanks to you, I now truly understand that death is only a stage of life, and mourning is a bitter but necessary drink. 

Now we will not have your physical presence, and you have no idea how much we are going to miss you; but souls as beautiful as yours are light and energy, so in one way or another, you will always accompany us.

I love you very much Dad, Laura.

D.E.P. Tomás García Fusté

“Mi papá, segundo papá y padrastro.” 

Papá, yo sé quién eres tú.

Papá, tú eres una visita al Versailles y el periódico temprano de la mañana.

Tú eres un grito de compadre al ver a un buen amigo.

Tú eres la voz del pensamiento libre y honesto, ya sea en la radio o la televisión.

Tú eres Santiago de Cuba y la definición de amor a la patria que te vio nacer.

Tú eres papá, abuelo, bisabuelo y esposo de dos mujeres tan cercanas en ternura y suavidad, que les enamoraste el alma y el corazón. 

Tu eres familia, unión, principios y lealtad incondicional. 

Tú eres uno de esos hombres que Dios creó y después “rompió” el molde, porque talento, humildad, carisma, respeto y cariño son una fórmula imposible de duplicar.

Tú eres un gran amor en la vida de tus hijas e hijos, y el único amor para tu señora.

Gracias a ti, ahora comprendo verdaderamente que la muerte es solamente una etapa de la vida, y el luto es un trago amargo pero necesario.

Ahora no tendremos tu presencia física, y no tienes idea de cuánto te vamos a extrañar, pero almas tan bellas como la tuya son luz y energía, así que, de una forma u otra, siempre nos vas a acompañar.

Te quiero mucho papá, Laura.