M i hermano Magdiel Juvier, residente en los cayos de la Florida ha encontrado esta semana dos embarcaciones rústicas de cubanos que intentan alcanzar su libertad. Ambas embarcaciones vacías, una incluso tenía dentro zapatos, y la otra flotaba en alta mar con vómito fresco, pero sin algún tripulante.

Me cuenta mi hermano: «Cuando vi aquella embarcación flotando sabía que era una balsa de cubanos. Mi amigo quien navegaba junto conmigo no se quería acercar porque tenía miedo de encontrar cadáveres, pero insistí porque sabes que es nuestro deber. Nos acercamos despacio porque en realidad teníamos miedo de encontrar muertos, pero teníamos la esperanza de rescatar a alguien también. Cuando nos acercamos solo vimos el vómito fresco de alguien, pero no habían tripulantes. Me dio mucha tristeza, el mar estos últimos días ha estado muy revuelto y violento. No sé si fueron rescatados, o si han caído al agua.»

La otra embarcación rústica la encontró hace cinco días. En esta se podía ver que habían botas de algún tripulante. No se sabe si han sobrevivido o si han muerto. Esta incertidumbre es agobiante y apunta a una nueva ola de balseros que en su desespero arriesgan sus vidas por el sueño de una vida mejor.

Es obvio que el hambre y la miseria continúan empujando a los cubanos al exilio. Seguimos perdiendo a cubanos.

¡Muerte al comunismo!, ¡¡¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA CUBA !!!!

«Y cuando el Sol se ponía

Detrás de un mar dorado,

Una balsa callada,

Por las mareas venía.»

Léo Juvier-Hendricks

Cubanos Libres de Bélgica