El arte del siglo XXI ¡pasen y vean!

Written by Libre Online

16 de abril de 2024

El Día Mundial del Arte se celebró el 15 de abril -y desde 2019- con el fin de promover su desarrollo, su difusión y su promoción. Pero si en ocasiones nos preguntamos ante tanta perplejidad, al menos estética, qué es eso que «reverenciamos» como arte o por qué el actual en algunos casos nos parecen meras ocurrencias, no nos faltaría razón, ya que el arte es en sí mismo algo subjetivo porque su esencia, su razón de ser varía en cada época, en cada cultura, según cada sociedad y hasta su momento político.

 Por Amalia González Manjavacas  

El arte se nutre de la creatividad, de la innovación, de la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, «y desempeña un papel esencial en el intercambio de conocimientos y en el fomento cultura entre países» -señala la UNESCO-, cualidades que el arte ha tenido, y seguirá manteniendo, «si se promueve y protege a los artistas y la libertad creativa». 

 No existe un único y definitivo concepto de arte, su definición forma parte de las exploraciones que el mismo arte suscita y se plantea a lo largo del tiempo. Si nos remitimos a su origen, proviene del latín ars-artis -que se refiere mucho trabajo y mucha creatividad- y del griego téchne, “técnica” por lo que atendiendo a ello su definición:  “manifestación o expresión de “cualquier” actividad creativa y estética por parte de los seres humanos, donde se plasman sus emociones, sentimientos y percepciones sobre su entorno, vivencias o ilusiones sobre la realidad con fines estéticos, simbólicos, sociales, de entretenimiento… Para ello, utiliza diferentes recursos plásticos y sensitivos, lingüísticos, corporales o sonoros con determinados criterios, reglas y técnicas”.

Para el gran historiador y crítico de las ideas estéticas, E. Panofsky, el arte designa la capacidad consciente, e intencional del hombre, de producir objetos del mismo modo que la naturaleza produce fenómenos, es algo artificial que trasforma la naturaleza.

El filósofo italiano Dino Formaggio, lo extiende a “Arte es todo aquello que los hombres llaman arte” (pero qué hombres y qué mujeres lo deciden, artistas, comerciantes, marchantes de la cultura, lo deciden) porque como dijo el historiador de arte austriaco Ernst Gombrich, uno de los historiadores del arte de cabecera: “No existe el arte, solo los artistas ”

 El concepto de arte cambia en cada momento, antes se les consideraba a todos meros artesanos; la actividad de un arquitecto, escultor o pintor del renacimiento era en su época reconocida igual que el trabajo de un tejedor o apicultor pero siempre ha habido interés por coleccionarlo, mientras que ahora comprobamos que todos podemos ser agentes, creadores de algo distinto o al menos, personal. En el siglo XVIII surge el concepto de Bellas Artes para distinguir artes con mayúsculas y las artes con minúsculas para las artesanías y las manifestaciones populares. Las artes mayores, arquitectura, escultura, pintura, música, poesía, teatro y danza. En el siglo XX se incorpora el cine, la fotografía y el cómic.

EL ARTE NO ES, SUCEDE

Lo que antes se asociaba a la belleza humana, rigiéndose por las leyes de la naturaleza, ha sido sustituido por una serie de ideas que se acercan a lo conceptual y requieren la participación del espectador como sujeto activo frente a la obra. 

El arte del XX tiene como punto de unión el rechazo del academicismo y las sucesivas innovaciones. De la admiración por el arte primitivo, que une a Matisse y Picasso con los expresionistas, surge la revolución del cubismo y la pintura abstracta. 

Por otro lado, las dos guerras mundiales vienen a enriquecer, cada una a su manera, la visión de la contra-cultura artística con movimientos como el dadaísmo y el surrealismo, pero también con los trabajos de Dubuffet o Bacon. Después de los años 70, frente a las conquistas y la renovación del arte moderno, se multiplica la ruptura en cualquiera dirección. 

 El teórico del arte británico, John Ruskin definió el arte como “la expresión de la sociedad”, para el arquitecto austriaco Adolf Loos “el arte era la libertad del genio”, para el historiador del arte Max DvoraK , “el arte es el estilo”, para el dadaísta Marcel Duchamp, lo reduce a la “idea” mientras que para Jean Dubuffet queda reducido a “la novedad”. 

Con la llegada, en los noventa, de la era digital y la globalización, el arte contemporáneo ha experimentado una nueva transformación. El arte postmoderno se caracteriza por una mezcla de estilos y técnicas, así como una ruptura con las convenciones tradicionales del arte. Todo resulta ya antiguo y desfasado.

Entre los movimientos de esta época se encuentran el arte urbano, el arte digital, el arte transgresor incluso lo que se denomina arte participativo. Y más recientemente los artistas de hoy en día se enfocan en temas relacionados con la identidad, la diversidad cultural, la tecnología y la relación del ser humano con su entorno. El arte es susceptible de cambio de soportes incluso de la eliminación de los soportes tradicionales, que son características de una obra de arte contemporáneo.

RENUNCIA AL BINOMIO 

ARTE Y BELLEZA

Nuestra época ha heredado la definición de que el arte es la producción de belleza, que imita a la naturaleza, al canon de la belleza clásica; lo que promueve a instar a nuevas definiciones pues la belleza es una noción ambigua y puede significar cualquier cosa que agrade. 

Esta idea surge porque hay conceptos que cuesta ser definidos con exactitud. El arte no solo adopta formas diferentes según las épocas, países y culturas, también desempeña funciones diferentes. El arte tiene funciones diferentes, trata de cosas que son externas al hombre, estimula la vida interior del artista, emociona e impresiona, no puede ignorarse. Y no puede reducirse a una sola de sus funciones. 

En la definición de arte entra una confluencia de varios conceptos. Uno es la novedad. La esencia del arte es la novedad. Vivimos en una época de búsqueda de novedad. Beneficia al arte es la revolución permanente. La historia enseña que todo cambia así que puede suponerse que la necesidad de cambiar pueda hacer morir ese mismo cambio también bastante pronto.

Antonio García Villarán, artista plástico sevillano, crítico y divulgador del arte muy activo en Youtuber, creador del término “hamparte”, con el que critica algunas corrientes artísticas contemporáneas y también a artistas consagrados, sobrevalorados por la Historia del Arte, como Warhol, Miró o Tapiés, dice “El arte está en todos los sitios, sin él nos moriríamos de hastío. Dependiendo de nuestra mirada, desde nuestra perspectiva personal porque el arte nace en el cerebro, yo puedo hacer una cosa artística, y otra persona la percibe como tal o no”. 

Cita el artista sevillano con su peculiar estilo directo y sin tapujos en su canal de Youtube a Duchamp cuando presentó su orinal en una afirmación “esto es arte”, y lo fue porque así lo dijo. Eso sigue ocurriendo, todo lo que es expuesto y admirado por un público, lo es. Nadie se atreve a poner reparos para empatar con “los expertos”. 

 También se necesita imaginación -dice Villarán- la unión de conocimientos previos ya que si has visto muchas cosas sumas para crear…. Pero su definición está sobrevalorada y nos lo explica didácticamente recordado el mejor ejemplo: el impresionismo, un movimiento de finales del siglo XIX, uno de los más aplaudidos, reconocidos y valorados, pero que al principio no lo fue, no los consideraban ni dignos de exponer en muestras colectivas de arte tradicional. 

  Un estilo que produjo primero: Rechazo al ver algo nuevo, no lo querían lo rechazaba, se alejaba al arte tradicional, clásico. Después: Resistencia: no quería a estos artistas en sus grupos, ni estaban bien vistos. Hasta que llegó después la Aceptación y los fueron incluyendo poco a poco socialmente, y empezaron a exponer. Considerados y aceptados como arte, llegó el Reconocimiento por su novedad. Y finalmente el Asentamiento e imitación.

  Y al igual que el Impresionismo, al final todos los ismos de principios de siglo pasado terminaron admitiéndose y así sucede con todos los nuevos que tras suponer cierto cambio, al final se asimila. Del rechazo pasamos a la aceptación, al reconocimiento y el asentamiento.   

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