LOS ACONTECIMIENTOS MÁS DESTACADOS DE 1853
La Conspiración de Vuelta Abajo. Perdón al pie del cadalso. Abandona el mundo el primero que nos enseñó a pensar. Nace el pueblo de Cruces. Gobierna a Cuba un traductor de Dante. Toma posesión Franklin Pierce. Diplomáticos sin casaca. A España con 15 millones en una mano y una espada en la otra para adquirir la isla de Cuba. Periódicos cubanos en Nueva York. Presidente constitucional que cae y dictador que sube: otra vez el cojo Santa Ana. Alteza Serenísima. Retornon los jesuítas. Cambio de poderes en Colombia. Nueva constitución liberal. Asonadas. Revuelta y terremoto en Cumaná. Constitución sobre las Bases de Alberdi. Buenos Aires, estado independiente. Fufa presidencial y triunvirato de dictadores en Uruguay. Proclama característica. Presidente desterrado y nuevo jefe del estado en Santo Domingo. Tres gabinetes en un año. Voto de desconfianza contestado con la violencia. Clarividencia de Soulé: Rusia y los Estados Unidos. No Vayas a decir que me he malogrado. El entierro de un torero. La muerte de una reina. Bodas imperiales. El cólera en Europa. “Les Chati ments”, de Víctor Hugo. Wagner en París: La Muerte de Sigfrído y Cosina Listz. Deceso de un poeta romántico. Revuelta en Milán. Anticlericalismo en Turín. Dos estrenos de Verdi: éxito ruidoso de “II Trovatore” y fracaso lamentable de “La Travista”. Libros en el Índice. Victorias montenegrinas. La Guerra de Crimea. Derrota de una escuadra turca. Los cañones bomberos y los buques de madera. Notas diplomáticas. El primer ferrocarril de la India. Fundación de Mandalay. Triunfos de los Tai Pings. El comodoro Perry en el Japón. Viruela y agitación anexionista en Hawaii. Tierras baratas en Nueva Zelandia. El hijo de la reina Pomaré.
Por J. Z. TALLET (1953)
“Para estudiar las posibilidades de la vida futura de los hombres, es necesario dominar el conocimiento de las realidades de su vida pasada”.
José Martí.
Nuestra América.
Como todos sabemos, el 28 de enero se conmemora el centenario del nacimiento de nuestra máxima figura, aquella que ocupa y debe ocupar eternamente el primer puesto en el corazón de todos los cubanos: José Martí. El año que le vio nacer tiene que ser siempre una fecha venerada en ésta la tierra por la cual dio lo mejor de sí, y generosamente, la vida misma. Vamos a celebrar el acontecimiento tan trascendental para nosotros, pero que, en el momento de su ocurrencia para nadie, fuera de la tierna madre y el recto padre tendría importancia alguna. En cambio, sí llamaron de seguro la atención ese año otros sucesos que, para nosotros, han de ser ahora muy subalternos al que se produjo en una modesta casa de la calle de Paula, en la ciudad de San Cristóbal de La Habana, el 28 de enero de 1853.
Por estimarlo una nota curiosa vamos a relacionar sin detalles, someramente, los principales sucesos acaecidos en Cuba y el resto del mundo durante el año que nació Martí.
En nuestra isla que aún experimentaba los efectos de los fracasados intentos libertarios de Narciso López, Agüero y Armenteros, se descubrió este año, por un accidente impensado, la llamada Conspiración de Vuelta Abajo. Detenidos, entre otros, Eduardo del Cristo y Juan González Álvarez, fueron condenados a muerte y conducidos al lugar del suplicio donde, en el último momento el gobernador y capitán general de la Isla, Don Valentín Cañedo, mandó suspender la ejecución, indultando a los reos.
En agosto se fusionaron las compañías del Ferrocarril de Cárdenas y la del Ferrocarril de Júcaro, bajo la razón social de Empresa Unida de los Ferrocarriles de Cárdenas y Júcaro, uniéndose las dos con un ramal de Cárdenas a Júcaro, en agosto del siguiente año. En septiembre de 1853 tomó posesión de la Tenencia de Gobierno de Guanabacoa, Don Ramón Flores de Apodaca, cuyo mando duró hasta abril de 1857. La administración de Apodaca en la villa de Pepe Antonio fue “justa y honesta”, acometiendo “muchas obras públicas: puentes, edificios, reforma del alumbrado, escuelas, mercado, hospital, cuerpo de bomberos, caminos”, dice Gerardo Castellanos. El telégrafo entre La Habana y Jaruco se inauguró en noviembre; y en diciembre tomó posesión del cargo de Gobernador y Capitán General de la Isla de Cuba, Don Juan de la Pezuela y Ceballos, Marqués de la Pezuela y Conde de Cheste, que más tarde había de ser miembro de la Real Academia Española y traductor en verso de Dante y otros clásicos. Fue Pezuela uno de los gobernantes mejor intencionados que mandó España a Cuba. Persiguió la trata de negros, intentó gobernar en beneficio de los gobernados, ideó mediante un decreto lo que pudiera llamarse el embrión de una escuela de periodismo y, naturalmente, siendo buen gobernante, duró poco. Los españoles de Cuba no le querían”.
En terrenos de la propiedad de Faustina Bermúdez de Pedraza, según nos informa el ya citado historiógrafo Castellanos, nació en 1853, poblado de Cruces. Y vieron la luz por vez primera en la isla ese año varias publicaciones periódicas: Anales y Memorias de la Real Junta de Fomento y Real Sociedad Económica de La Habana. Era un semanario que bajo la dirección de Jacobo de la Pezuela, se tiraba en la imprenta de A. Dávila. Casaseca tenía a su cargo la Sección Científica, José Q. García, Materias Diversas y el propio Pezuela la Sección Histórica. También las Memorias de la Real Sociedad Económica de Santiago de Cuba, editada en la imprenta de M. A. Martínez, siendo su director Juan B. Segarra; la Revista de La Habana, publicación quincenal, editada en la imprenta “El Tiempo” y dedicada a ciencias, literatura, modas, teatros, etc. con litografías y grabados. Eran los editores Rafael María de Mendive, (que luego fuera maestro de Martí) y Jesús García Valdés. y colaboraban en ella las mejores firmas. Y por último “El Tiple”, en Guanajay, impreso por Evaristo Valdés y redactado por Ramón Vélez Herrera.
El diez de febrero fallecía en San Agustín de la Florida el gran cubano, presbítero Don Félix Varela, “el primero que nos enseñó a pensar”. Y en Madrid otros dos cubanos de relieve: Domingo del Monte y Aponte y Claudio Martínez de Pinillo, Conde de Villanueva, superintendente eficientísimo de la Hacienda que fuera en otros tiempos amigo de Fernando VII contemporáneos de Martí por haber nacido este mismo año fueron: el gran tribuno y político autonomista José Antonio Cortina; el más tarde coronel y honesto rector de nuestras finanzas, Manuel Despaigne; el después célebre médico, mambí y político, Eusebio Hernández y la niña prodigio Inés Vasseur, hija del pianista y flautista camagüeyano, Carlos Vasseur. Habiéndose dado a conocer como pianista en la Sociedad Filarmónica de Villaclara “sin abandonar la música” cultivó mediocremente las letras. Emigrada a México fue profesora de su arte allí, muriendo en Puebla a la temprana edad de 25 años.
En marzo de ese año juró su cargo en Matanzas, donde se hallaba tratando de reponer su quebrantada salud, el vicepresidente de los EE.UU. electo el año anterior, William Rufus de Vane King, quien regresó a su país poco después.
En la dicha vecina república del Norte se promulgó en febrero la ley de Acuñación de Moneda que reducía la cantidad de plata en todas las monedas menos el dólar y autorizaba la acuñación de monedas de oro de tres dólares; en marzo quedaba formado el Territorio de Washington (después estado), segregándolo de Oregón, y el Congreso aprobaba una ley apropiando la suma de $150,000 para hacer un estudio de las rutas transcontinentales más practicables para vías férreas, bajo la dirección del Departamento de la Guerra.
En marzo tomaba posesión de su alto cargo el nuevo presidente de los Estados Unidos, electo el pasado año, Franklin Pierce, quien en su discurso inaugural instaba a la anexión de la isla de Cuba a su país. El mes siguiente moría el vicepresidente King, quien, como dijimos arriba, juró su cargo en Cuba. El gobierno norteamericano prestó ayuda a la segunda expedición ártica de Grennell, zarpando de Nueva York al mando de la misma en el bergantín “Advance”, el doctor Elisha K. Kane.
A mediados del año el gobierno del presidente Pierce nombró ministro en Madrid, al francés naturalizado norteamericano, Pierre Soulé, paradójica figura, esclavista furibundo y republicano intransigente así como decidido partidario de la anexión de Cuba a los Estados Unidos. Soulé, uno de los arquitectos del Manifiesto de Ostende, era, según decía el 16 de octubre el New York Herald “…el hombre que —con quince millones en una mano y la guerra en la otra —ha sido enviado a negociar con el gobierno de España la adquisición de Cuba”. Su misión duró hasta 1855, habiendo, desde luego, fracasado. Por cierto que hubo cubanos anexionistas que celebraron en Nueva York su partida para la Península con esa encomienda mientras otros emigrados revolucionarios cubanos tales como Gaspar Betancourt Cisneros, Domingo Goicouría, Porfirio Valiente, José Elías Hernández, miembros prominentes de la Junta Cubana, al enterarse de los “preliminares de una negociación diplomática mediante la cual los Estados Unidos comprarían la isla a España”, levantaron su voz enérgica y firme contra la consumación del contrato en proyecto… por el cual se pretendía “adquirir a los cubanos, como salvajes esclavos, vendidos a la manera de hombres bárbaros a las orillas del África” habiendo dirigido una exposición en tal sentido al gobierno de Pierce. Entre tanto, la Junta Cubana se entendía con el general norteamericano Quitman para enviar una expedición a Cuba.
Y hablando de diplomáticos, el ocho de julio el Secretario de Estado Marcy dio instrucciones a los agentes diplomáticos de la Unión en el extranjero para que se presentaran en las funciones oficiales “en el simple traje del ciudadano norteamericano” ¡Adiós casacas rameadas para ellos! Se concluyó también este año un tratado con México para la llamada compra Gadsden, por haberla negociado James Gadsden, mediante la cual los Estados Unidos adquirían por diez millones de pesos el valle de Manila, de 44,000 millas cuadradas, situado al sur del río Gila, que contenía mejor ruta para vía férrea entre Texas y California, habiendo obtenido también el derecho de tránsito por el istmo de Tehuantepec con el derecho de protección al mismo. Por medio de este tratado se solucionó la disputa fronteriza con México y se evitó un nuevo peligro de guerra.
Prodújose también este año el incidente internacional Kostza, con el imperio austrohúngaro, debido a la actitud del marino norteamericano capitán Ingraham, ante la detención en Turquía por orden del cónsul austríaco de un refugiado húngaro nombrado Kostza, que viajaba con pasaporte de los Estados Unidos. El pleito lo ganaron éstos y a las protestas de Austria a las cortes europeas y a los propios Estados Unidos, el Congreso replicó votando una medalla para el protagonista del incidente, capitán Ingraham.
En la Convención Constituyente de Massachusetts. Mrs. Amos Bronson Alcott encabezó una petición de 74 mujeres, solicitando de dicha asamblea el sufragio femenino. En Wisconsin unos noruegos organizaron la Iglesia Evangélica Noruega de América. El ferrocarril de Baltimore Ohio llegó hasta Wheelin en Ohio y el New York Central Railroad formó una unión de diez cortas vías férreas entre Albany y Buffalo.
El día 14 de julio se inauguró en Nueva York la exposición internacional del Crystal Palace, una de las tres ferias mundiales que se abrirían en el mundo este año. Y uno de los meses de él se obligó a la policía de Nueva York a usar uniformes y gorras oficiales, exigiéndose pronto lo mismo a las de Boston y Filadelfia. Joseph Grever Baldwin publicó su Flash Times of Alahama and Mississippe. El novelista inglés Thackeray, como el año anterior, dio este año una serie de conferencias en los EE.UU.
Entre los norteamericanos ilustres Beaumont, médico distinguido que hizo extraordinarios estudios de la digestión gástrica; el ya mencionado vicepresidente King; Abigail Powers, esposa del presidente saliente Millard Fillmore; el clérigo, novelista y poeta, Sylvester Judd; S. Greenfield, conocido jurisconsulto; y el médico y anatomista William E. Honer, descubridor del tensor del tarso, hoy más conocido por músculo de Horner. Y nacieron: el dibujante y autor Howard Pyle, famoso ilustrador de libros; el novelista y diplomático Nelson T. Page: Philander C. Knox, líder político, abogado, senador, y secretario de Estado que inició la “diplomacia del dólar»”; el cirujano Jospeh Price y el pintor Thomas Alexander Harrison, notorio por sus marinas.
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