La directora del Centro  Coalición Hispana, Rosa E. Kasse, admitió que el 26 de julio de 1953 fue como toda una preparación de la traición que venía montando Fidel Castro para subirse al poder aprovechando que había una dictadura gobernando.

Con el argumento de que había que deponer al general Batista, Castro le dijo al pueblo que la revolución era la que tenía que subir al poder en Cuba para que vinieran mejores tiempos políticos para el futuro de la isla.

“Pero ninguna tesis de las que esgrimió Fidel se cumplió y, al contrario, lo que confesó luego descaradamente al pueblo, era que había que tener un gobierno revolucionario ante la crisis de las instituciones políticas cubanas”, dijo.

“Planificó todo su aparato de mentiras y traiciones en el hecho de que el Asalto al Cuartel Moncada también se había ejecutado para superar supuestos y gravísimos problemas sociales existentes en aquel entonces en Cuba”, afirmó.

“Fidel sabía que la situación le brindaba en una bandeja la oportunidad para subirse al poder en la isla alegando también que todo se había agravado debido al ilegal golpe de estado del 10 de marzo de1952”, opinó Kasem.

“Y la astucia de Fidel también se hizo sentir cuando asumió el control, la amenaza y la represión policial, en todos los lugares de Cuba, sumiendo al país en el comienzo de la peor dictadura que jamás haya vivido esta nación”, sostuvo.

 “La crisis política apuntaba aceleradamente a un callejón sin salida porque, poco a poco, Fidel dio su brazo a torcer confesando que el comunismo era la única tabla de salvación que tenía la isla para salir de la crisis”, añadió.

“Todo fue como un caldo de cultivo para la revolución porque la situación del país era precaria en temas tan vitales como la salud, la educación y el trabajo”, insistió la dirigente  hispana.

 “Posteriormente sucedió el asalto al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, cuyo objetivo era apoyar el asalto al Cuartel Moncada y desviar la atención de los adversarios, para evitar el envío de refuerzos desde esta ciudad hasta la ciudad de Santiago de Cuba, donde precisamente estaba ubicado ese bastión militar”, recordó.

“Pese a que Fidel prometió que en menos de diez años Cuba tendría mejor vida que Estados Unidos, ninguno de sus objetivos se cumplió, porque Cuba nunca ha producido absolutamente nada, fuera de ron y cigarros”, aseguró.

“Además ha tenido un nivel de vida y de ingresos muchas veces inferior al de Estados Unidos o cualquier país desarrollado, y no ha tenido en muchos años, una salida económica para lograrlo aún con toda la ayuda soviética”, recalcó.

“Y todo ocurrió como en las primaveras árabes, en un momento sorpresivo, cuando la población estaba harta del mismo gobierno y existían movimientos políticos, que nunca acertaron en sacar al país de esta crisis”, enfatizó.

“Entonces, en ese preciso momento hay quien logra apoderarse del movimiento, ese fue Fidel Castro y su combo. Lástima que fuera para peor y después de más de 62 años en el poder, el comunismo no ha tenido nada que mostrar”, concluyó.

“Ha sido, una potencia mundial en entrenar y exportar guerrillas, en ir a guerras donde no han sido invitados, en enviar sus médicos a donde no los solicitan, ya que su único propósito ha sido tener sumido a todo un pueblo en la mera desgracia”, sintetizó.