DR. MANUEL MARTÍNEZ CURBELO, prestigioso anestesista cubano

Written by Alvaro J. Alvarez

5 de diciembre de 2023

Por Álvaro Álvarez

El primer acto anestésico de toda América Latina se realizó en La Habana el 11 de marzo de 1847, si se tiene en cuenta que el primero del mundo aconteció apenas cinco meses antes.

Al doctor Luis Raúl Hevia Díaz, que nació en la calle Industria en 1893 le 

corresponde la gloria de ser el primer galeno cubano dedicado a la anestesiología como única y exclusiva especialidad, fue tal su capacidad y empeño que se le registró como delegado al V Congreso Médico Nacional, efectuado en 1921, donde presentó su experiencia con el óxido nitroso.

El 13 de enero de 2023 se conmemoró el 76 aniversario de la administración de la primera Anestesia Epidural Continua en La Habana y en el mundo, realizada por el más universal de los anestesiólogos cubanos del siglo XX, el Dr. Pío Manuel Martínez Curbelo, este universitario brillante e infatigable investigador llegó a ser el anestesiólogo cubano con más aportes a la anestesiología mundial en el siglo pasado. Los anestesiólogos cubanos deben conocer acerca de la vida y la obra de este médico como 

ejemplo a seguir. Su constante dedicación ante la especialidad es un digno ejemplo para imitar, por las futuras generaciones de anestesiólogos cubanos.

Manuel Martínez Curbelo nació el 20 de junio de 1906 en la ciudad de Nueva Paz el pueblo de la provincia habanera más lejano de la capital, porque está al Sureste, al borde con la provincia de Matanzas y muy cerca de la costa sur. Su padre Atanasio Martínez Álvarez y su madre Mercedes Curbelo Russi.

Se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras a los 17 años, el 24 de septiembre de 1923 en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. A partir de entonces su vida emerge con un desarrollo vertiginoso, tanto en la casa de altos estudios como en su vida profesional. 

Fue un universitario brillante, con grandes rendimientos académicos. Sus notas y premios muestran su enorme aprovechamiento docente en cada curso escolar en la carrera a la cual se entregó en la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana. 

Sus estudios universitarios comenzaron en 1923 y se graduó en 1929. En total examinó 29 asignaturas obteniendo 2 Aprobados, 4 Aprovechados, 3 Notables y 20 Sobresalientes. 

Eso le valió para obtener siete premios que contribuyeron a exonerarlo de pagos de matrículas y para elevar su prestigio entre sus colegas. 

Su internado médico lo obtuvo por concurso el 28 de noviembre de 1928 y el 2 de julio de 1929 el nombramiento de alumno ayudante de la cátedra de Clínica Quirúrgica. Al término de esta fecha realizó el examen de los ejercicios de grado con nota de sobresaliente y obtuvo el título de Doctor en Medicina el 12 de julio de 1929.

Todo estaba listo para que se convirtiera en el más universal de los anestesiólogos cubanos por sus contribuciones en el desarrollo de la anestesiología.

En 1933 a solo 4 años de graduado de Doctor en Medicina, describió y propuso una modificación de la técnica para abordar el plexo braquial descrita por el Dr. Diedrich Kulenkampf en 1911 con la cual permitió un mejor acceso a la vaina peri neurovascular y disminuyó así la incidencia de puncionar el pulmón y causar un neumotórax.

El doctor Martínez Curbelo hizo una pasantía por la Clínica Mayo en noviembre de 1946 para observar cómo Edward B. Tuohy realizaba la técnica de Anestesia Raquídea Continua con catéter empleando la aguja diseñada por el dentista de Seattle, Ralph Huber que 

diseñó una aguja con el orificio final totalmente opuesto al descrito por Quincke con el propósito de que al perforar la piel no arrastrara micro fragmentos al interior de los vasos sanguíneos. 

Tuohy advirtió las ventajas direccionales que en ese sentido ofrecía la aguja de Huber a la que añadió el mandril o estilete interno para evitar arrastrar piel al espacio subaracnoideo y empleó una aguja de trocar calibre G 15 para introducir catéteres 4F en el espacio subaracnoideo.

El 13 de enero de 1947 fue un día de júbilo para la medicina cubana al lograr intervenir quirúrgicamente en el Hospital de Emergencias General Freyre de Andrade (Carlos III entre Espada y Hospital) a una paciente de 40 años, aquejada de un quiste de ovario gigante con anestesia epidural continua a través de un catéter ureteral de seda, lo cual constituyó un hito histórico en la historia de la anestesiología nacional y mundial.

Del 8 al 11 de septiembre de 1947 se celebró en el Hotel McAlpin en Broodway, Nueva York un Congreso de Anestesiología y el jueves 11 le tocó al Dr. Martínez Curbelo la exposición de su técnica sobre la anestesia epidural continua.

En 1948 realizó una gira que lo llevó a diferentes ciudades de la Estados Unidos dando conferencias y demostraciones en varios hospitales norteamericanos.

Volvió a la Clínica Mayo, en 1949, donde le mostró al prestigioso Dr. Edward B. Tuohy su técnica, entonces éste le animó y colaboró con él para la publicación de sus trabajos en el “Current Research in Anesthesia & Analgesia” 

A partir de ese momento fue reconocido mundialmente como pionero de la anestesia peridural continua segmentaria. La aplicó exitosamente en la analgesia del trabajo de parto en el Hospital Maternidad Obrera de Marianao desde que este inició sus servicios el 1ro. de septiembre de 1941 y en su práctica privada. 

La anestesia epidural se puede realizar sentado o en posición 

lateral en todos los segmentos de la columna vertebral mediante el abordaje mediano o paramediano. Los diferentes ángulos fuera del eje plantean el desafío de aprender la técnica.

En el año 1956 en el marco del III Congreso Latinoamericano de Anestesiología la Asamblea General de las Sociedades afiliadas dio fe de que la técnica de anestesia epidural continua con catéter uretral fue realizada por primera vez en el mundo con seguridad y eficiencia en La Habana por Manuel Martínez Curbelo el 13 de enero de 1947. 

Su prestigio como anestesiólogo y su meritoria labor en el ámbito gremial, lo condujeron a ser vicepresidente y luego presidente desde 1954 de la Sociedad Nacional de Anestesia de Cuba, fundada el 12 de septiembre de 1950. Es digno destacar la admiración que sentían hacia su persona fuera de Cuba, por su personalidad y por los aportes a la especialidad. Fue un enérgico y entusiasta participante en todo tipo de eventos científicos. 

A continuación, se muestran algunas evidencias de ello: 

En septiembre de 1955, en ocasión de celebrarse el I Congreso Internacional de la Especialidad en Schveningen, Holanda, a iniciativa de Robert Monod y con el auspicio de la Reina Juliana, se fundó la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos con la presencia de delegados de 26 países. Cuba fue representada por el Dr. Martínez Curbelo quien, por su prestigio, fue elegido en el cargo de primer vicepresidente junto a los colegas Ritsema Van Eck y A. Goldblatt de Holanda y Roger Frey de Alemania. 

Allí se produjo el insólito hecho que el Comité Organizador del Congreso no tenía la bandera cubana y él la consiguió en la Embajada cubana y tuvo que escalar el asta destinada a Cuba para colocarla.

La empleó con éxito también en el tratamiento de la enfermedad arterial oclusiva periférica y expresó sus evidencias en la conferencia titulada: “Bloqueo simpático lumbar con anestesia epidural continua como tratamiento de las enfermedades vasculares de los miembros inferiores”, en el 51 Congreso de la Asociación Médica del Sur, en Miami Beach en 1957.

Durante la reestructuración de la Sociedad Colombiana de Anestesiología, se propusieron y se eligieron miembros honorarios, anestesiólogos nacionales o extranjeros de acuerdo a sus merecimientos científicos. Ellos fueron: José Delorme, Zairo E. G. Viera, Manuel Martínez Curbelo, Benjamín Banderas y Roberto J. de Lucca Escobar, los cinco fueron aprobados por unanimidad. 

El Dr. Vicente García Olivera, en su Obituario de abril de 1971, al Dr. Sansores Manzanilla, distinguido anestesiólogo mexicano, describió particularidades de la personalidad del Dr. Martínez Curbelo que se citan a continuación: “Recordamos con nostalgia y con profundo afecto aquel I Congreso Mexicano de Anestesiología, en el recinto de la Sociedad de Cirugía del Hospital Juárez, en donde numerosísimos asistentes llenaron el salón para escuchar las informaciones de médicos destacados de Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica y Las Antillas.

 De entre todas las voces cordiales, de acentos fuertes y de tonalidades latinas, destacaban las de Ricardo Méndez Peñate, su entrañable amigo y maestro, las de Manuel Martínez Curbelo, pausado, metódico y parco, frente a la eclosión rápida de Méndez Peñate y los intervalos para preguntas, la voz amable de acento yucateco de nuestro recordado Sansores Manzanilla. Alejados temporalmente de nuestro lado son nuestra inspiración constante, Manuel Martínez Curbelo y Ricardo Méndez Peñate, fueron los pioneros, los visionarios, que se consumieron persiguiendo un ideal y para ellos pido un minuto de silencio y recordación”.

Cuando Martínez Curbelo se encontraba investigando en nuevos aportes a la especialidad, el 10 de mayo de 1962 y a solo 41 días de cumplir los 56 años, falleció de una hemorragia cerebral intraparenquimatosa en el Hospital Universitario Calixto García de La Habana. 

En octubre del mismo año se creó la Confederación Latinoamericana de Sociedades de Anestesiología (CLASA), cumpliéndose así uno de sueños más anhelados. 

Se concluye que esta semblanza sirva de homenaje al universitario brillante y sea ejemplo a todos los estudiantes de Medicina y alumnos de la especialidad que vean en él a un paradigma que, con bases sólidas y consagración en el estudio, forma parte indiscutible en la historia de la anestesiología cubana y mundial.

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