Difícil temporada

6 de octubre de 2021

La tarea de analizar, registrar y estudiar a los ciclones tropicales pasados, presentes

y futuros con nombres de personas, santos, plantas, etc., ha sido y será de gran ayuda tanto para ingenieros, historiadores, e incluso para los propios predictores y público en general.

HISTORIA DEL NOMBRE DE LOS HURACANES

El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio para referirse a un huracán fue un australiano en los primeros años del siglo XX.

 Durante la segunda guerra mundial (1939-1945) las tormentas tropicales recibieron, informalmente, nombres de mujeres por los meteorólogos de la Armada de los Estados Unidos de América.

En 1950 un Comité Internacional decidió que las tormentas tropicales deberían tomar solo nombres de mujeres ordenados alfabéticamente y también que las tormentas tropicales del Océano Atlántico norte se identificarían utilizando el alfabeto fonético.

En 1953, el Departamento Meteorológico de  los EEUU decidió aceptar dichas listas internacionales pero siempre con nombres femeninos.  La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978 cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental.  En 1979 la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos -National Weather Service- incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.

Los nombres se eligen en reuniones internacionales convocadas por la (MOM) Organización Meteorológica Mundial y se conserva el proceso de género. Se omiten las letras Q, U, X, Y y Z debido a la escasez de nombres que inician con dichas letras.

Podemos recordar por ejemplo la estación de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico, del 2005, fue una de las más intensas en, intensidad, número y en los daños causados. Más de 21 perturbaciones y superó los nombres previamente asignadas para ese año,  desde Arlene a Wilma, pasando por los terribles y devastadores Dennis, Rita, Katrina y Stan. Seis ciclones tropicales tuvieron que ser nombrados usando las primeras letras del alfabeto griego: Alpha, Beta, Gamma, Delta, Epsilon y Zeta.

ESTRUCTURA DE

UN HURACÁN

En la densa pared de nubes que rodea el ojo se localizan los vientos más fuertes del huracán. Las partes principales de un huracán son las bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro. El ojo es un sector de bastante calma, poca nubosidad y, aproximadamente de 30 a 65 Km de diámetro. La pared del ojo está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más intensos del huracán.

QuÉ es un huracÁn

El huracán es un fenómeno meteorológico conocido como ciclon tropical. Es un sistema de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan anti-horariamente en el hemisferio Norte. Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 km/h  es llamado depresión tropical.

Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 km/h se llama tormenta tropical y, al exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se convierte en huracán.

Leyenda

La palabra huracán deriva del vocablo Maya “hurakan”, nombre de un Dios creador, quien,  según  los  mayas,

esparció su aliento a través de las caóticas aguas del inicio, creando, por tal motivo, la tierra.

La Temporada de Huracanes en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre.

La Cuenca del Atlántico comprende el Mar Caribe, el Golfo de México y el Océano Atlántico.

Cuando un ciclón se convierte en una tormenta tropical recibe un nombre predeterminado.

Las listas –con 21 nombres- son reutilizadas cada seis años, suprimiéndose de las mismas los nombres de los huracanes que, por una u otra razón se recuerdan por sus fatales consecuencias, manteniéndose en los registros históricos.

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