Día del Amor y la amistad en LIBRE

Written by Libre Online

13 de febrero de 2024

Si me quieres, quiéreme entera 

Dulce María Loynaz

Si me quieres, quiéreme entera,

no por zonas de luz o sombra…

Si me quieres, quiéreme negra

y blanca, y gris, verde, y rubia,

y morena…

Quiéreme día,

quiéreme noche…

¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:

¡Quiéreme toda… o no me quieras!

Amor verdadero

William Shakespeare

No, no aparta a dos almas amadoras

adverso caso ni cruel porfía:

nunca mengua el amor ni se desvía,

y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramadoras

con inmóviles rayos desafía;

estrella fija que los barcos guía;

mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente

de la edad, que deshace los colores

de los floridos labios y mejillas.

Eres eterno, Amor: si esto desmiente

mi vida, no he sentido tus ardores,

ni supe comprender tus maravillas.

Ven, camina conmigo

Emily Brontë

Ven, camina conmigo,

sólo tú has bendecido alma inmortal.

Solíamos amar la noche invernal,

Vagar por la nieve sin testigos.

¿Volveremos a esos viejos placeres?

Las nubes oscuras se precipitan

ensombreciendo las montañas

igual que hace muchos años,

hasta morir sobre el salvaje horizonte

en gigantescos bloques apilados;

mientras la luz de la luna se apresura

como una sonrisa furtiva, nocturna.

Ven, camina conmigo;

no hace mucho existíamos

pero la Muerte ha robado nuestra compañía

-Como el amanecer se roba el rocío-.

Una a una llevó las gotas al vacío

hasta que sólo quedaron dos;

pero aún destellan mis sentimientos

pues en ti permanecen fijos.

No reclames mi presencia,

¿puede el amor humano ser tan verdadero?

¿puede la flor de la amistad morir primero

y revivir luego de muchos años?

No, aunque con lágrimas sean bañados,

Los túmulos cubren su tallo,

La savia vital se ha desvanecido

y el verde ya no volverá.

Más seguro que el horror final,

inevitable como las estancias subterráneas

donde habitan los muertos y sus razones,

El tiempo, implacable, separa todos los corazones.

Amor tardío

José Ángel Buesa

Tardíamente, en el jardín sombrío,

tardíamente entró una mariposa,

transfigurando en alba milagrosa

el deprimente anochecer de estío.

Y, sedienta de miel y de rocío,

tardíamente en el rosal se posa,

pues ya se deshojó la última rosa

con la primera ráfaga de frío.

Y yo, que voy andando hacia el poniente,

siento llegar maravillosamente,

como esa mariposa, una ilusión;

pero en mi otoño de melancolía,

mariposa de amor, al fin del día,

qué tarde llegas a mi corazón…

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