DELIA FIALLO: ADIÓS A LA EMPERATRIZ DE LA TELENOVELA

Written by Roberto Cazorla

7 de julio de 2021

Abrió el “mercado” de la telenovela en Europa, comenzando por España, con su inolvidable “Cristal”. Ofreció conferencias y charlas sobre el género de la telenovela en universidades y centros culturales de todo el país. Admirada por Corín Tellado y Guillermo Cabrera Infante, entre otros.

Adiós, pero no un adiós eterno, porque como las grandes que producen una obra “inmortal”, jamás se van para siempre. La señora Fiallo ha aceptado un sustancioso contrato que le ofreció Dios, nuestro Señor, con el fin de que escribiera programas adecuados para los ángeles.

Cuando leí su partida, un escalofrío recorrió cada poro de mi naturaleza: Delia Fiallo fue una mujer que tuvo gran importancia en mi vida. Fuimos amigos. Nos conocimos en La Habana, cuando yo recién llegado al mundo de la actuación, mi coterráneo Armando Pérez Roura me la presentó en la cafetería de C.M.Q y, a la vez, le dijo que cuando tuviera un papel en sus novelas entonces radiales, me diera una oportunidad. Gesto inolvidable del que tuviera la mejor voz radial de la Cuba pre-comunista y de Miami hasta que también tuvo que aceptar un contrato que le propuso nuestro Señor. Estoy seguro que ya se habrán encontrado y, juntos, seguirán siendo los “monstruos sagrados” que fueron entre nosotros.

Tanto Delia como su marido Bernardo Pascual, estarán “alojados” en mi memoria y en mi agradecimiento hasta el momento en que ambos iniciaron el viaje que todos tenemos que realizar.

Podría escribir un libro con las anécdotas que viví en compañía de ambos. Fue Delia la que abrió el mercado de la telenovela en Europa, comenzando por España, y con su inolvidable “Cristal”, protagonizada por otra gran amiga, Lupita Ferrer, Jeannette Rodríguez y Carlos Mata. El impacto que causó en España, fue tan fuerte que, a la hora de su transmisión, la gente dejaba de trabajar para seguir la trama de “Cristal”. Reacción que se repetía con todas sus telenovelas en este país que se llamó España. A partir de entonces, se emitieron decenas de títulos.

CORÍN TELLADO

Fue estrella refulgente en España. Fue invitada varias veces por Televisión Española (estatal) para ser entrevistada de los programas más brillantes, algo que ha desaparecido para darle paso a la televisión que, desde hace varios años estamos padeciendo porque resulta la más “cutre” (ignominiosa). Fue entrevistada en los medios de comunicación más prestigiosos, entre ellos diarios como “ABC”, y revistas como “Diez Minuto”, “Lectura”, “Dígame”, etc. Fue invitada a dar conferencias sobre el género de la telenovela en varias universidades y centros culturales del país. Fue celebrada y admirada por la también “monstruo sagrado” de la novela romántica, Corín Tellado. Guillermo Cabrera Infante le dedicó varios artículos a su obra.

Volviendo a nuestra Cuba pre-comunista, cuando en C.M.Q, Radio Progreso y Canal 4, supieron que yo me iba del país, me prohibieron la entrada a dichos centros, lo que significó mi ruina económica. Delia y Bernardo, en dos ocasiones, hicieron una colecta entre los compañeros con el fin de aportarme algún dinero para poder comer hasta mi partida. Gesto que nunca olvidaré. Ambos, él como director, y ella como autora, siempre me daban un papel en sus novelas, demostrando con ello la amistad y el respeto que sentían hacia Armando Pérez Roura que nos presentó.

Siempre que venían a Madrid yo los agasajaba en mi apartamento, les invitaba a ver algún espectáculo teatral y disfrutábamos de un Madrid cuando se decía: “Desde Madrid al Cielo”. Una de las anécdotas protagonizadas por el feliz matrimonio, fue una noche en que me invitaron a cenar en el Hotel “Palace” (uno de los más lujosos de la capital) y, el refinamiento de los camareros era tan cansino, que no disfrutamos dicha cena porque no se separaban de nuestra mesa esperando que hiciéramos el más mínimo gesto para que nos preguntaran: “¿Desea algo señor?” A ella: “¿Qué desea señora?”. Nos reíamos disimuladamente, pues llegamos a sentirnos incómodos por tanto cumplido. Nunca olvidaré que de postre pedí un helado y me lo trajeron en un plato que tenía el tamaño de la batea en la que mi madre lavaba ropa de militares en mi pueblo natal, Ceiba Mocha. Aquellas bolas de helado se derritieron y tuve que degustarlas como sifuera una sopa. Nos atacamos de la risa. “Mejor que nos vayamos a la calle y nos comamos una buena ración de calamares empanados, que es lo que me apetece”, dijo Bernardo. Y salimos del hotel en el cual estaban alojados, y disfrutamos de los lugares sublimes que entonces ofrecía la ex “Capital del Reino”. Fue la primera vez que ambos conocieron el famoso “Bar Chicote”, el cual la mayoría de sus clientes eran artistas de todas las facetas del arte y periodistas de renombre, y el cual Agustín Lara celebraba en su chotis “Madrid”.

RABIOSAMENTE ANTICOMUNISTA

Siempre que yo visitaba Miami todos los años, me abrían las puertas de su lujosa mansión en Coral Gables, y a la vez invitaban a otros amigos entre los que nunca faltaron Lupita Ferrer y la gran amiga de todos los artistas, Olga Caballín.

Está de más hablar aquí de los centenares de novelas que escribió de su inspiración, así como adaptaciones de grandes obras de autores de renombre. También que sus novelas triunfaron en todos los países del continente americano y gran parte de Europa, siendo España la que le abrió las puertas a su triunfo en el viejo continente.

Era una señora en toda la extensión de la palabra. Culta e inteligente hasta sorprendernos. Tenía un gran sentido del humor. Vivió tremendamente enamorada de su marido Bernardo Pascual que, dicho de paso, fue uno de los hombres más bellos y deseados de la farándula cubana. Fue madre y abuela amantísima. Su familia era lo máximo, intocable; siempre la mantuvo alejada del “mundillo” de la farándula. Era elegante y hubiese podido ser una modelo de pasarela impresionante, porque le sobraba clase, estilo, señorío.

Había nacido en La Habana, el 4 de julio de 1924, y estudió Filosofía y Letras en La Habana, llegando a recibir un doctorado en 1948, y comenzó a escribir novelas en 1949, siendo su primera adaptación la novela “Soraya”, que se emitió en Cuba en 1957, resultando un “bombazo” de éxito, lo que se repitió en decenas de países. En 1966 se exilió con su familia en Miami, donde escribió gran parte de sus obras, aunque visitó en diferentes ocasiones Venezuela para supervisar las producciones. “Entonces logré contactar con los propietarios de Venevisión a través de nuestro amigo y compatriota Enrique Cuscó, a quien siempre le estaré agradecida”, dijo en una de las entrevistas que le hice para la Agencia Efe. 

Como lo fueron muchas de las estrellas cubanas, encabezadas por la Reina del Bolero, Olga Guillot, Delia Fiallo también fue una luchadora incansable por la libertad de Cuba, rabiosa anticomunista, desde lo más profundo de su alma. Siempre que la entrevistaban, lanzaba dardos encendidos contra los dictadores Castro y su retahíla de sicarios.

Delia Fiallo salió de gira interminable desde Miami, el pasado 29 de junio de 2021.

¡Sé feliz también escribiendo para los Angeles, añorada amiga!

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