El Templo Hebreo Cubano Beth Shmuel de Miami Beach fue testigo de todo un acontecimiento teatral la noche del sábado 7 de agosto.

Dos géneros que no se relacionan en los intrínsicos recobecos del pentagrama musical, se unieron esa noche por la gracia de un sentimiento en común: la emoción.

Cinco voces, dos pianistas y un trumpeta se encargaron de proponernos la entrega y de que forma. Los solistas encabezados por la soprano cubana Eglise Gutiérrez nos deleitaron con romanzas y dúos de zarzuelas españolas como Luisa Fernanda, El Gato Montés, Don Gil de Alcalá, Maravilla, Gavilanes entre otras.

También la zarzuela cubana desfiló por el escenario con selecciones de Cecilia Valdés y María la O y boleros de grandes autores como Pedro Flores, Armando Manzanero, Maria Grever, Consuelo Velázquez, Rafael Hernández , Lecuona y otros que harían la lista interminable.

Junto a Eglise (de quien un periodista argentino escribió “no se ha escuchado una ovación igual desde María Callas en el Teatro Colón” en ocasión de su debut en Lucía de Lammermoor en dicho teatro de Buenos Aires), también responsables de este exitoso concierto estuvieron las sopranos Marinel Cruz y Laura de Mare, el tenor Peter A. Rivera y la revelación de la noche el barítono Eleomar Cuello. Los maestros Roberto Berrocal, Denise Quesada y Alberto Alfonso se encargaron del acompañamiento musical. Cada entrega mejor que la anterior y el público ovacionaba cada número premiando las interpretaciones. Momentos estelares muchos, pero no puedo dejar de mencionar La Salida de Cecilia Valdés por todo el elenco y el popurrí final de la selección de boleros. Un repertorio espectacular.

En mi opinión una noche para recordar por largo tiempo y  para repetir .

Felicitaciones a Martí Productions responsable por poner todo este elenco en función y engrandecer el arte en nuestra ciudad en estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir. Foto: Edén Blanco.