En este libro se narra el increíble comportamiento y manejo de la situación
creada por la militarización soviética de Cuba que culminó con la instalación de los misiles de mediano alcance. El autor señala con el dedo acusador a los hermanos Kennedy y destruye el mito falsamente creado por los apologistas. Ros pone al desnudo ese mito y leyenda, para que se conozca la angustiosa y
sangrante realidad.
LAs organizaciones
revolucionarias
(II de XI)
20 de enero de 1961, son procesados en Inmigración y enviados a Fort MacAllen, en Texas. Permanecerán alojados en barracas destinadas a «espaldas mojadas». Ese día llegan a ese campamento cubanos que, por diversas razones, han salido, voluntariamente unos y forzados a salir otros, de los campamentos de entrenamiento en Guatemala. Se produce entre ellos, según recuerdan Andrés Nazario y Lázaro Asencio, una cordial comunicación.
El respaldo que, ni en lo político ni en lo militar pedirán ni recibirán los miembros del Segundo Frente Nacional del Escambray, lo obtendrán, en lo humano, de la Agencia Central de Inteligencia. El funcionario de más alto rango de la CIA que, desde México cubre esa área, Jack Stewart, facilita a sus familiares las necesarias visas para entrar en los Estados Unidos.
En Cuba, la coordinación nacional del movimiento ha quedado, primero, en manos de Aurelio Nazario Sargén y pasa, de inmediato, a las de Diego Medina. El 15 de febrero de 1961, en las oficinas del abogado Orlando Díaz Padilla, en el segundo piso del edificio situado en la Calle Obispo, esquina a Cuba en La Habana Vieja, se reúnen Aurelio Nazario Sargén, Enrique Ung, José Manuel Aguiar, Orlando Díaz Padilla y Diego Medina. Quedaba, así, estructurada la organización en su nueva estrategia de lucha que los conducirá antes de cuatro meses, a la creación de Alpha 66.
Luego de Girón, vienen a Miami los militantes del Segundo Frente que se encontraban en MacAllen. Ya habían arribado, a través del asilo político, otros militantes. Emilio Caballero había llegado el 28 de diciembre de 1960 con asilo obtenido en la Embajada de Panamá. Con él llegaba Luis Martínez. También llega Luis Roses.
Cuando Gutiérrez Menoyo, Lázaro Asencio y los demás que se encontraban en MacAllen arriban a Miami ya están llegando sus familiares. Les facilita a todos la ubicación una conocida figura: Zenaida Marrero quien, con su esposo, que había sido cónsul de Cuba en esta ciudad, les propicia el local donde habrán de realizarse las primeras reuniones. Éstas se llevan a efecto primero en la calle 11 y la avenida 12 del South West, y, semanas después, en lo que sería su más estable localización, en Flagler y la avenida 12. Será en ese local donde se constituya Alfa 66. En la creación de Alpha 66 será factor importante, esencial, Antonio Veciana.
Ya pronto, comenzarán sus acciones.
EL MOVIMIENTO
REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (MRP)
Mientras, otra organización revolucionaria, el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP) comienza lo que llegará a ser un prolongado período de crisis. El 24 de mayo, 1961, su Coordinador General, ingeniero Manuel Ray da a conocer que se separa del Consejo Revolucionario.
Tan solo una semana antes Ray había firmado, junto con Miró, Tony Varona, Justo Carrillo, Dr. Antonio Maceo y Carlos Hevia, un extenso documento de crítica a “los Profesores de Harvard” que asesoraban al Presidente Kennedy. El documento, publicado el 18 de mayo en el New York Times como “anuncio pagado”, fue parcialmente censurado por el periódico.
El 7 de julio parte Manolo Ray para Puerto Rico en busca de respaldo para sus planes de lucha. Lo acompaña Dagoberto Ponce, antiguo dirigente sindical. Tienen planeado San Juan como su primera escala. Luego, en pocos días piensan seguir a Venezuela, Colombia, Costa Rica y México y tienen ya organizado un gran acto en San José para el 26 de julio, el octavo aniversario del asalto al Cuartel Moncada. No irá Manolo Ray más allá de San Juan.
El mismo día en que Ray parte hacia Puerto Rico se está tomando por su organización en Cuba una decisión que va a conmover al MRP en el exterior. El lunes 10 se da en Miami la noticia: el movimiento clandestino ha destituido a Manolo Ray de su posición de Coordinador General. Está Manolo en San Juan cuando el Miami News en titulares de primera plana da a conocer la decisión tomada en Cuba.
Los que laboraban en los grupos revolucionarios conocían de las diferencias internas que prácticamente mantenían paralizada a esta organización. Media docena de sus dirigentes en el exterior ya se habían separado por diferencias personales con Ray. Entre ellos, Rufo López Fresquet, ex-Secretario de Hacienda, el Coronel Ramón Barquín, los antiguos subsecretarios de Hacienda Andrés Valdespino y José M. Illán y Julio Duarte, ex-presidente del Tribunal de Cuentas.
Pero la decisión tomada en Cuba y su indiscreta divulgación sorprendió a propios y extraños. El acuerdo en la isla había sido tomado por unanimidad. Habían participado Reinol González, Antonio Veciana, Ignacio Rojas y los otros dirigentes nacionales. En Miami respaldaban la decisión del Comité Nacional, Ignacio Mendoza, Joaquín Godoy y María Cristina Herrera, que se enfrentan a Ray.
Llega a Miami un representante del Comité Nacional para ratificar la decisión tomada en Cuba y que fue publicada el 10 de julio.
Se produce el jueves 13 de julio un desagradable careo entre la persona que recién ha llegado de Cuba y Manolo Ray. La confrontación tiene lugar en presencia de varios miembros del Comité del Exterior. El planteamiento del “representante de Cuba” y la publicidad dada a las acusaciones formuladas, obligan al antiguo coordinador a referirse a ellos en documento público.
Ray “reclama de todos los dirigentes y militantes del MRP en Cuba y en el exterior el estudiar cuidadosamente las evaluaciones hechas y las nuevas circunstancias…” Denuncia el ya ex-Coordinador Nacional a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de “haber estado activamente procurando dividir y debilitar al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP)¨, y entrega, “con carácter irrevocable, la posición de Coordinador General a pesar de rechazar terminantemente tanto la razón como la exactitud de los cargos que han provocado ese acuerdo en Cuba”.
Otros distinguidos miembros del Comité del Exterior del MRP censuran “el procedimiento utilizado para sustituir en sus funciones” al ingeniero Ray y piden que “ambos ejecutivos” (el Nacional y el del Exterior) designen un nuevo Coordinador General. Firman el documento:
Orlando Alvarez Barquín, Napoleón Bécquer, Orlando Castro, Rogelio Cisneros, José M. Estévez, Emilio Guedes, Pedro Martínez, Felipe Paula, Enrique Barroso, Jorge Beruff, Raúl Chibás, Alfredo Domínguez, Armando Lora, Lucas Moran, Roberto Suárez, Dagoberto Ponce.
El MRP estaba herido de muerte. El golpe final lo recibirá pocas semanas después.
El 4 de agosto, Heriberto Fernández (Telesforo), Coordinador Nacional Obrero del MRP, y Roberto Torres, Coordinador Provincial Obrero de La Habana de la misma organización, caen presos junto con un grupo de “la gente de El Encanto”. Pero la actividad del MRP continúa en medio de arrestos. Es un momento de gran confusión en la lucha clandestina.
Se está realizando un intenso plan de sabotaje. El MRP ha señalado, como sus objetivos, varios de los establecimientos comerciales más conocidos en La Habana: Fin de Siglo, J. Valles, Sears, y la cafetería del Hotel Capri.
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