Por María C. Rodríguez

Cualquiera que sea la forma en que prefieras consumir cafeína, existen tanto beneficios para la salud como ciertos inconvenientes a considerar.

Los amantes del café concuerdan en decir que “el café huele a cielo recién molido.”

Lo que nos aporta

 tomar café

Incluso en dosis relativamente pequeñas de 250 milígramos, se ha demostrado que la cafeína estimula el estado de alerta y mejora el desarrollo mental.

Con 250 milígramos, algunas personas reportan una mejorada sensación de bienestar, felicidad, energía, alerta y sociabilidad.

Estudios sugieren que la cafeína puede ayudarte a realizar una variedad de tareas cognitivas, como reconocer patrones visuales, más rápido.

La cafeína permite a los atletas ejercitarse por más tiempo sin sentir agotamiento.

Aunque el mecanismo es aún desconocido, la cafeína afecta la utilización del glucógeno durante el ejercicio. El glucógeno es el combustible principal para los músculos. Una vez que se acaba, viene el agotamiento. La cafeína disminuye el uso de los depósitos de glucógeno durante la rutina de ejercicios hasta un 50 por ciento, permitiendo rutinas más largas.

Algunos investigadores han encontrado que la cafeína puede estimular potencialmente la liberación de endorfinas B y hormonas que deprimen la sensación de dolor o incomodidad.

Una buena taza de su negro licor, bien preparado, contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta.

La cafeína constriñe los vasos sanguíneos y ayuda al cuerpo a absorber los medicamentos de forma más rápida, esta es la razón por la cual es añadida a algunos analgésicos.

El café contiene minerales y antioxidantes que ayudan a prevenir la diabetes. El doctor Frank Hu, M.D., uno de los autores de El Estudio de Harvard (The Harvard Study), teoriza que esto podría ocurrir porque la cafeína estimula a los músculos a quemar grasa y azúcar más eficientemente.

Los antioxidantes presentes en la cafeína ayudan a estabilizar los radicales libres y detener su efecto nocivo. Si un radical libre se forma en una célula y no es neutralizado, podría dañar el ADN de la célula.

La cafeína mantiene activas las moléculas de dopamina, previniendo enfermedades como Parkinson y Alzheimer. Investigadores de Harvard han encontrado que los hombres que toman cuatro tazas de café con cafeína a diario, son menos propensos a desa-rrollar el mal de Parkinson que aquellos que se rehúsan a tomar bebidas con cafeína.

Tomar una cantidad moderada de cafeína puede ser terapéutico para las personas con asma. La cafeína en forma de café puede usarse para prevenir ataques de asma en casos de emergencia, pero no sustituye el medicamento.

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